VII. ADVERTENCIA

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Era sábado, Hoseok se levantó más temprano de lo usual, sobre todo para ser fin de semana. No había podido descansar realmente, un insesante dolor de cabeza le hizo mantenerse en vela desde la madrugada. Posiblemente se iba a enfermar de gripe o algo por el estilo; se regaño mentalmente por no ser más cuidadoso, el invierno azotó muy duro ese año y él era demasiado enfermizo.

Se levantó de la cama, lo hizo demasiado rápido pues se mareo un poco, se sostuvo de la oriila de su cama y cerró los ojos por un momento; además, una molesta incomodidad hizo presencia en la parte baja de sus caderas en el momento que hizo amagó de moverse. Asustado, sabiendo lo que eso significaba, corrió al baño antes de que las cosas se pusieran peor.

"No, hoy no, por favor hoy no". Susurró para sí mismo mientras buscaba entre la cesta donde guardaba sus toallas para ducharse, en el fondo, bien escondido, estaba lo que necesitaba. Un jadeo salió de su boca sin quererlo. "Hoy no, Hoseok. Es la fiesta, vamos". Volvió a susurrar. Sus manos tocaron un frasco de pastillas, supresores.

Lo correcto era tomar solo una pastilla al día para disminuir los efectos de un celo, el doctor se encargó de explicárselo después de que acabará en el hospital hacía algunos meses. Pero para Hoseok eso ya no era suficiente. Aborrecia lo que ocurría en ellos, lo que ocurría con su cuerpo y mente. Todo por ser un omega, tenía que aguantar el ardor y dolor, la necesidad... la necesidad era lo peor. Sacó un total de cinco pastillas y las tomó con agua que había en un vaso de vidrio a un lado de su cama. Se mareo aún más que cuando recién se levantó pero poco le importó, la calma que sintió al notar que las pastillas surgían efecto, le fue suficiente.

Odiaba su olor y en los celos también se hacía más intenso, a nadie le gustaba la vainilla. No olía a flores como Jimin o a algodón de azúcar como Momo, otra omega de su universidad, la vainilla era empalagosa y fea. Cuando estuvo seguro de que su olor había menguado un poco, se sintió con fuerza para continuar su día.

Bajó a desayunar con su padre como siempre hacía los fines de semana. El señor Jung se encontraba lavando los trastes de la noche anterior. Al verlo, el omega de inmediato caminó hacía él para ayudarlo.

"Buenos días, papá. ¿Necesitas ayuda?". Le dijo colocándose a su lado y con una sonrisa adornando su rostro, no necesitaba que su padre sospechara lo que le estaba pasando, de todos modos ya había tomado los supresores. El alfa se sobresaltó un poco al no haber escuchado a su hijo entrar pero enseguida le devolvió la sonrisa.

"Hola, Hobi". Siguió fregando los trastes. "No te preocupes, ya casi acabó. Por qué no mejor me sirves un poco de café, por favor". Señaló la cafetera con el líquido dentro. "Preparé jugo de naranja para ti, sé que no te gusta mucho el café". Hoseok se dirigió a donde su padre lo mandó rápidamente.

"Sí me gusta, pero no en la noche. Me causa mucho insomnio". Explicó mientras servía aquel líquido caliente en una taza azul.

"Oh, entiendo. Tu padre ya está tan viejo que así tome tres tazas de café terminó muerto al final del día". El omega río un poco. "¿Saldrás hoy?". Preguntó ahora sirviendo su desayuno y el de su hijo, una vez que se secó las manos mojadas.

"Creó que saldré con los chicos". Respondió sentándose en el comedor. "Gracias". Agradeció cuando el plato con dos tostadas y un huevo frito fue puesto delante de él.

"De nada, Hobi". Su padre se sentó frente a él. "¿Y cómo qué crees?". Lo miró alzando una ceja.

"Bueno, me refiero a que sí algo no surge". Comentó empezando a comer. "Woah, papá. Te quedó delicioso. Has mejorado mucho".

El alfa río cariñoso al ver como al omega le gustaba la comida. "He estado practicado". Respondió orgulloso. "Gracias, hijo".

Una vez terminaron de desayunar, Hoseok recogió los platos y los lavó. Fue a la sala donde ahora se encontraba su padre viendo televisión.

"Iré a darme un baño, Jimin y yo iremos a comer un poco antes de ir a la fiesta". Le dijo alegre pues hacía una semana que no veía a su amigo ya que se fue a Busan junto con Jungkook para pasar año nuevo.

"Claro, ¿Jungkook también va?". Le preguntó. El omega negó.

"Le dije a ese alfa apestoso que nos dejará un rato a solas". Recordó la voz indignada de Jungkook a través de la línea y un: Pero, Hobi hyung. ¿Por qué te quieres deshacer de mi tan derrepente?. Yo también te extrañé. En un intento de sonar tierno, en cambio los dos omegas terminaron estallando en risas.

"Oh bien, solo tengan cuidado por favor". Hoseok asintió y sin más comenzó a subir a su habitación. Cerró la puerta con llave, las ventanas y corrió las cortinas.

Era un buen día, un buen inicio de año y sería agradable en general. Tomaría un baño, se arreglaría un poco e iría a comer con su mejor amigo para después ir a la dichosa fiesta de su universidad con el resto de sus amigos.

Hizo todo lo que debía rápidamente, tomando otras tres pastillas en el paso solo por si acaso y llevándose consigo cinco más, era demasiado paranoico al respecto.

"¡Hobi, Jimin está aquí!". Avisó su padre desde abajo. Tomó su chaqueta  y una bufanda para el frío. Bajó las escaleras corriendo y prácticamente se lanzó sobre el omega rubio.

"¡Oh!". El otro se mantuvo de pie con algo de dificultad. Tenía la suerte de ser más fuerte que Hoseok aunque unos centímetros más bajo. "También te extrañe, Hobi hyung". Rio dulcemente.

"¡Feliz año nuevo, Jimin-sshi". El señor Jung rio alegre al verlos. Hoseok era muy efusivo con sus amigos y eso lo ponía feliz. Su niño poco a poco volvió a salir de su caparazón, además estaba más que seguro de que estaba rodeado de buenas personas. Así se sentía más tranquilo, si el faltaba algún día, Hoseok no iba a quedarse completamente solo.

"Feliz año nuevo, hyung". Ambos omegas se separaron. "Vamos, quiero contarte tantas cosas". Le indicó tomando de al lado de la puerta su abrigo gris y poniendoselo.

"Claro, vuelvo más tarde, papá". Su padre señaló su mejilla y él se acercó a darle un beso.

"Nos vemos después, señor Jung". Jimin hizo una leve inclinación con respeto y ambos salieron de la casa después de oír al padre de Hoseok despedirse también.

El coche negro de Jungkook estaba estacionado fuera y del otro lado de la calle su vecino Taehyung, y otro alfa alto y apuesto miraban al frente conversando. Aunque solo el más alto hablaba, Taehyung tenía el ceño fruncido viéndose un poco intimidante.

"¿Jungkook vino?". Preguntó neutro. Jimin negó moviendo la cabeza de un lado a otro.

"Irá hasta más tarde para pasar por Namjoon hyung y Jisoo noona, pero no pensaba caminar". Explicó.

"Oh, entiendo". La vista de Hoseok se topó con la de Taehyung que al parecer observaba la escena atentó. El alfa le guiño un ojo amistosamente y el omega río bajito.

Jimin alzó una ceja presenciando todo. No quería hacer preguntas de más, esperaría a que Hoseok se lo contará por sí sólo. Era mejor, lo había entendido con el paso del tiempo, no tenía que presionar a Hoseok para que le contará algo, así no se hacían las cosas con el omega.

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Editado
(19/04/2021)

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