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Bang SungHoon y Bang BeomGyu, 7 meses de edad.
Para éste tiempo los mellizos ya podían quedarse sentados un rato por sí mismos, gatear -para atrás, ya que no coordinan sus movimientos- y balbucear como si estuvieran entablando una conversación. JeongIn se sentia muy orgulloso de sus dos bolitas de carne.
Hoy era sábado, pero no un sábado común y corriente No. Todo lo contrario. Hoy los bebés comerían por primera vez comida sólida. Dejarían a un lado los biberones por un rato para ser bebés mayores. Chan no estaba muy seguro de esto, pensaba que aun eran muy pequeños para esto. JeongIn dijo que no, de hecho, estaban un poco más atrasados que los demás niños de su sala. Ellos llevaban dos semanas comiendo papillas, y las maestras habían obedecido la petición de Chan de no alimentar a sus hijos con eso.
— Chan, nada malo va a pasar. Es simple zanahoria y calabaza hecha puré, si lo hacemos bien nada pasará. Llevo varios años trabajando en esto, confia en mi, vamos.
JeongIn trató de tranquilizarlo, nunca pensó que esto fuera así de difícil.
Los dos regordetes bebés estaban sentados en sus periqueras, viendo con ojos brillantes sus platos llenos de comida. SungHoon gritó y aplaudió cuando JeongIn se sentó frente a él para comenzar a alimentarlo. Chan seguía parado en la entrada de la cocina sin saber qué hacer. Tenía miedo de hacerlo mal, de agarrar mucha papilla en la cuchara y hacer que BeomGyu se ahogara.
— No quiero, Innie —garró su labio inferior entre sus dedos. Era un nuevo tic de nerviosismo que había desarrollado.
BeomGyu chilló al ver que su hermano ya se encontraba comiendo alegremente. Cada vez que JeongIn llevaba la Cuchara al plato, éste abría la boca, pensando que sería su turno. Después de varias veces, fastidiado hizo un puchero, él también quería comer.
— No pasará nada. Ve como tienes al pobre BeomGyu —Señaló con la cabeza a su hijo.
— Pero y si a-agarro mucho y-y-y luego BeomGyu se atraganta Y-y-Y-
— Siéntate —Chan obedeció. — Y mira la cantidad que yo agarro, trata de medir las cucharadas, fíjate que sean como las mías.
Chan tomó el pequeño recipiente de comida y volteó hacia JeongIn, quien le mostraba la cantidad que debia agarrar. Con la cuchara de plástico especial para bebés ya llena de comida, la guió a la boca de BeomGyu.
El bebé Cerró los ojos por el sabor, no era nada de lo que esperaba, aún así lo trago, estaba muerto de hambre. Metió su dedo indice a su boca y comenzó a morderlo, sus encías picaban, sus dientes pronto comenzarían a brotar.
— Procura que no se chupe los dedos —Ordenó JeongIn.
Chan asintió y con cuidado, apartó la mano de BeomGyu. Abrió nuevamente la boca, esperando por más comida.
— ¡Lo estoy haciendo, Innie! —Medio gritó Chan. Se sentía muy orgulloso de ya llevar dos cucharadas y ningún atraganto.
— Lo he visto, cariño. Ten —Le puso a un lado de él un biberón lleno de agua. — Dáselo cuando creas.
JeongIn se sentó nuevamente, dándole agua SungHoon a través de su mamila azul. La boca del pequeño mellizo estaba manchada de su puré, se veía bastante gracioso asi. El bebió casi dos onzas de agua, JeongIn pensó que con eso era suficiente. Todo iba bien hasta ahora. Todo parecía ir perfecto.
SungHoon comenzó a tener sueño. Restregó sus manítas por todo su rostro, manchándolo, tiró de su cabello frustrado, también llenándolo de comida. El castaño mayor golpeó su frente con la palma de su mano, aún tenía que terminar de alimentarlo y la comida de su cabello se pegaría ahí, seguramente haciendo la hora del baño más tardiía de lo común.
Por otro lado, Chan y BeomGyu iban bastante bien, estaba por acabarse todo él plato y hacía intervalos para beber agua. Al parecer Chan lo estaba haciendo mejor que JeongIn.
— ¡SungHoon, mira lo que has hecho! —Dijo JeongIn, limpiando las manos y cara del bebé.
SungHoon gritó enojado, ya no quería comer más. Ahora sólo necesitaba un buen baño, que su papá le cante algo para dormir y acostarse en su cuna. La hora de su siesta se acercaba, y SungHoon era muy estricto en ese sentido. Para él la siesta era sagrada.
— Terminé —Informó Chan
Sonrió abiertamente, sacando a relucir sus hoyuelos. Era la primera vez que alimentaba a un bebé y había estado bien, mejor de lo que pensó. Limpió las mejillas de BeomGyu con una toallita húmeda y lo sacó de su silla.
— Prepara el baño, iré en un momento.
El castaño le dio unas cucharadas más al bebé, hasta que éste comenzó a escupirlas en modo de molestia. Unió sus pequeñas cejas casi inexistentes y apartó con las manos la próxima cucharada que su padre quiso darle. JeongIn entendió que era suficiente por hoy. Sólo quedo para un par de bocados más, eso era bueno, SungHoon había comido casi todo.
— ¡Muy bien, SungHoon! ¡Has comido casi todo! ¡Papi está muy orgulloso de ti! —Murmuró alegremente sobre la cabeza del bebé.
Dejó en beso en su cabello algo manchado de papilla y él se acomodó en el cuello de su papá. Suspiró y balbuceó algo hacía JeongIn.
— Si, bebé. Ahora te bañaré y luego dormirás con BeomGyu una deliciosa siesta —JeongIn habló en modo de respuesta hacia el balbuceo de SungHoon, como si hubiese entendido lo que dijo.
Bañó con Chan a los bebés rápidamente ya que se estaban quedando dormidos en medio de la bañera.
Pusieron pañales limpios y crema anti-irritaciones por protección. Los vistieron con pequeñas pijamas y los arroparon. BeomGyu no aguantó llegar a su cuna, se había quedado dormido mientras JeongIn lo vestía.
Chan se quedó en la habitación, cantándole algo a SungHoon para que tenga un mejor sueño. JeongIn bajó a la cocina. Lavaría el desastre de las sillas y los platos sucios de los bebés.
Para ser la primera vez salió excelente.
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