Michael

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Era otro día frío. Empezaba a cansarte la nieve ya. Los primeros días la recibías con ilusión pero pasados cinco se volvía algo pesada.
No te fijas por donde ibas andado hasta que caes de culo sobre la nieve fría, empapándote la ropa.

-Joder- maldices.

-Eh, esa boca- escuchas que te dice alguien- Las señoritas no deberían hablar así.

No estás de humor para bromas ni para aguantar a un tío que intenta ligar contigo. No cuando la nieve se está colando bajo tu ropa llegando a la piel.

-No soy una señorita.

-Tu ropa no dice lo mismo.

Piensas en la falda de flores que llevas y la camisa, si no te hubieras puesto así probablemente no te habrías caído.

-Hoy es un día especial- dices mientras sacudes la ropa otra vez.

-Entonces deberíamos salir a celebrarlo- te propone el chico que aún no has llegado a mirar.

-No, gracias, ya tengo planes- contestas aun sin mirarle.

-Una pena ________.

Te quedas inmóvil, pensando quien puede ser y por qué sabe tu nombre. Así que cuando levantas la cabeza para mirar al chico casi te vuelves a caer de culo. Es Michael, el chico raro del instituto que siempre está solo, y que no sabes por qué pero te pone muchísimo.

-Pensándolo bien- comienzas a decir- podría cancelarlos.

-No, no me gustaría que dejaras plantado a ese chico por mí.

Te ríes para ti y piensas que si es tan evidente que has quedado con otro chico.

-Bueno, a mí no me gustaría dejarte aquí a a ti.

Michael te mira y sonríe.

-¿A donde me vas a llegar?- insistes.

-¿Qué te parece a mi casa a cambiarte de ropa?

-Me parece que vamos muy rápido señor Clifford- te ríes.

-Es que prefiero que si llevas la ropa mojada sea por mi culpa.

Te sonrojas tanto que crees que la nieve de tu al rededor va a comenzar a derretirse. Acabas cediendo y entras. Te deja algo de su ropa que ya no le viene. Una sudadera algo grande y esperas a que busque algo para la parte de abajo, sin pantalones.

-Bonitas piernas- dice dándote la espalda mientras busca algo en el armario.

-No las has mirado.

-¿Quién dice que no?- pregunta riendo- Me las sé tan de memoria que sé seguro que tu culo encaja a la perfección entre mis manos.

Te vuelvas a sonrojar y te acercas a él por detrás.

-¿Lo comprobamos?

Michael se gira y te mira con cara sensual. Te agarra del culo como si fuera una naranja para exprimir.

-¿Lo ves?

-Apuesto a que tus labios también encajan a la perfección con los míos- susurras sin saber cómo.

Acto seguido sus manos pasan de tu culo a tu cara y te la sujeta con ellas mientras te besa.

-Cierto. ¿Crees que hay algo más mío que encaje en algo tuyo?

Como por acto involuntario le miras el paquete. Oyes su risa por encima de tu cabeza.

-Idiota- le pegas un puñetazo y te pones la ropa que te da.

-¿Entonces, salimos a celebrar?

-¿Con estas pintas?- le preguntas como si estuviera loco.

-O puedo hacer unas palomitas y vemos una peli, y después te llevo a casa.

-Me parece perfecto.

La película transcurre sin percances. Michael te deja verla entera y no intenta nada. Cosa que no sabes si agradeces o no.

-¿Vamos?- pregunta con tu ropa en la mano y las llaves del coche en la otra.

-Claro- respondes levantándote de su cama.

De su casa a la tuya hay un rato, pero no el suficiente y no quieres bajar del coche.

-Hemos llegado- te recuerda.

-Si.

Michael se acerca a darte un beso y lo aceptas.

-Ya estaba pensando qué si me ibas a volver a besar- te quejas.

-Cuando quieras.

-¿Te llamo?- preguntas.

-No hace falta, mañana paso a recogerte- dice sonriente.

-Vale.

Bajas del coche feliz, andas casi dando saltos, lo que provoca que Michael se ría dentro del coche.

-__________- le miras- espero poder saber si eso encaja.

-Ya veremos- te ríes.

5SOS IMAGINESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora