5SOS

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Es de noche y estás en una carretera bastante oscura de una ruta que te has propuesto hacer en tus vacaciones, para mala suerte tuya poco transitada. El coche alquilado después de llevar unos días dándote fallos "por fin" se ha estropeado y te encuentras en medio de la nada sin coche esperando que pase alguien que pueda y quiera ayudarte.

Te pones los auriculares pero crees que es aún peor, si algún coche pasa no lo vas a ver. El tiempo pasa y tu cada vez te desesperas aún más y maldices el momento en el que decidiste no cargar el móvil cuando podías. Te reclinas el asiento e intentas dormir o al menos pensar en algo útil. Sin más te levantas de un respingo y ves una luz acercándose, como si tu mente te hubiera avisado de ella. Sonríes como idiota y sales del coche para intentar parar al vehículo. Haces señas con una mano Y con la otra te tapas los ojos para que no te ciegue la luz. Cuando para puedes ver que es un autobús, pero no normal.

-¿Qué pasa?- dice un enorme tío bajando del bus.

-Sólo que se me ha roto el coche- consigues decir con un hilo de voz.

-¿Y qué?

-Nada, sólo buscaba ayuda- respondes algo molesta por lo antipático que es.

-¿Que pasa Bobby?- pregunta un chico bajando del bus en lo que parece un pijama.

Pues que hablan entre ellos pero no te molestas en prestar atención, al final el chico se acerca a ti sonriente. Te pregunta por tu nombre y lo que te ha pasado.

-Me llamo Michael- sonríe el chico tras escucharte- quizás deberías subir a nuestro bus y te llevamos al Gore más cercano, así podrás cargar el movil.

-Seria estupendo, llevo mucho tiempo aquí y no ha pasado nadie...

-Pues ya está dicho, sube.

Aceptas algo vergonzosa, realmente no sabes con que te vas a topar arriba. Pero cuando subes no puedes evitar más que sonreír, sabes que has tenido suerte. El autobús por dentro se ve de calidad, algo oscuro y masculino pero es normal, todas las personas que ahí están son hombres. Vea a tres chicos más aparte del que te ha ayudado, al gigante que fue tan escupido contigo y a a un doble suyo. Todos te observan.

-Hola- susurras.

Michael cuenta lo que te ha pasado y pronto su caras cambian a una sonrisa amable, hasta te dan de cenar. Casi cuando ya es de madrugada acabas sabiendo que has topado con unos cantantes bastante famosos, simpáticos, y sobre todo, guapos.

Cuando estáis jugando a la play te das cuenta de que es el tercer hotel que pasáis y aun no han parado para que bajes, tu teléfono debe de estar cargado y nadie te lo ha dado para que puedas llamar a una grúa. Realmente piensas que lo hacen a posta, pero no lo crees posible. La noche avanza y avanza y poco a poco van cayendo rendidos a la cama.

-Buenas noches- se despide el último en irse a dormir.

-Buenas noches Calum- sonríes.

Te quedas en el sofá bastante inmóvil, no es muy cómodo para dormir pero es mejor que el asiento del coche alquilado.

Por la mañana un rico olor te despierta. Frente a tu cara tienes una enorme montaña de tortitas llenas de sirope de arce. Casi se te escapa una lágrima de emoción. Los cuatro chicos rodean la mesa que hay frente al sofá donde estás, también rodeados de tortitas.

-Buenos días- sonríe Ash.

-Pensábamos que tendrías hambre.

-Gracias- es lo único que te sale decir.

Todos comen como locos y tú te paras a pensar un momento, ni si quiera sabes a donde van.

-¿Y a donde vais vosotros?- preguntas.

-Bueno, teníamos unos días de vacaciones y queríamos ir a la costa.

-Aun no he ido- comentas, aunque pronto te das cuenta de que parece que quieres que te inviten.

-¿Quieres venir con nosotros?- pregunta Luke.

-Bueno... Vuestro sofá es muy cómodo y os lo agradezco pero no quiero ser una molestia.

-¿Molestia?- ríe Michael- Hacia tiempo que una chica no pasaba por aquí, nos viene bien, así tenemos todo esto un poco más limpio.

-Además, no vamos a estar en el autobús siempre, tenemos una casa.

Sigues pensándolo, no quieres negarte pero es demasiado.

-¿Y bien?- insisten.

-Puede, tendréis que convencerme- te ríes.

Durante los pocos siguientes días de ruta y firmas tanto los cuatro chicos como su equipo de miman mucho. Desde comprarte ropa nueva (y más adecuada para el próximo destino) hasta cocinar tu comida preferida. Ahora incluso duermes en una litera y ellos se turnan para dormir en el sofá. Todo parece un sueño, y esperas no despertar en un tiempo.

Sabes que todos son geniales pero hay uno en concreto con el que te llevas mejor, podrías afirmar incluso que te empieza a gustar...

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