"Hay una historia detrás de cada persona.
Hay una razón de por qué son lo que son.
No es tan sólo porque ellos lo quieren.
Algo en el pasado los ha hecho así y algunas veces es imposible cambiarlos."Sigmund Freud.
30 de junio 2009 - Avenida Coronel Díaz y Las Heras - Palermo, Buenos Aires, Argentina
La primera vez que visitó aquel edificio tenía tres años y su madre la había recogido a la salida del jardín, como solía hacer en sus días libres de ensayos. Al momento en que su auto se puso en marcha, pronunció las palabras que generaron cierto fastidio en Marizza: "hoy vas a conocer a alguien especial"; ¿a que se refería con alguien especial? Ella sólo quería ir con su madre a merendar al café de siempre, como cada vez que ella iba a recogerla. No quería conocer a nadie especial.
Sonia se detuvo en la playa de estacionamiento más cercana y ambas caminaron de la mano hasta llegar a un imponente edificio con ventanas azules, que dejó deslumbrada a la pequeña. Ella no podía apartar su mirada de cada extravagante adorno, a la vez que su madre la metía dentro del ascensor; la expresión nerviosa de su madre no era algo que le trasmitiera tranquilidad. Podía sentir que algo estaba sucediendo.
Una puerta blanca frente a ellas se abrió, dejando ver a un hombre de sonrisa amable pero que a juzgar por su forma de vestir, parecía bastante serio. El hombre se puso a su altura, sin borrar la sonrisa de su rostro y pudo divisar a una pequeña rubia detrás de él, que miraba la escena con el ceño fruncido.-Hola Marizza ¿como estas? Mi nombre es Franco.- se presentó.- Es un placer conocerte.
Marizza había sentido una presión tan fuerte en su pecho al darse cuenta que se trataba del novio de su madre, que sus ojos cafés se humedecieron delante de Franco, provocando una sorpresa inesperada en los dos adultos; hacia algunas semanas Sonia había empezado a mencionar a Franco, pero la pequeña castaña no le habia dado importancia hasta ese momento, donde comprendió que su tan ansiada fantasía no se haría realidad y que su padre ya no iba a regresar. Su familia estaba rota.
La relación de ambos fue algo complicada en un principio, ya que Marizza no planeaba hacérsela fácil al hombre que pretendía "robar" el lugar que poco tiempo atrás, le pertenecía a su padre, pero con el tiempo Franco logró ganarse su confianza y un lugar en su corazón.-¡Me encanta que hayas vuelto! .- exclamó Mia con emoción, dejándose caer en la silla tras su escritorio.- y justo a tiempo para el desfile de invierno de la fundación.
La Fundación Colucci, fundada por Franco cuando Mía tenía un año de edad, tenía por costumbre desde hace mucho organizar un desfile o gala benéfica en cada estación del año, donde todo lo recaudado iba destinado a escuelas rurales del norte de Argentina o comedores infantiles.
En una de esas galas, fue donde conoció a Sonia, quien había asistido como figura invitada. Habia quedado encantada con las acciones benéficas que se realizaban y no había dudado en ofrecer su colaboración, topandose con Franco quien gentilmente la invito a cenar para hablar mejor acerca de los "detalles" de la fundación.-¿Almorzamos más tarde? Quiero que hablemos sobre mi casamiento y hay un lugar acá cerca que hace la mejor ensalada césar.
- Genial.- aceptó, girando en la silla frente a Mia.- pero acordate que necesito que me lleves a ver a Teo.
Mia rodó sus ojos.- te dije que si, Sonia y papi se encargaron de que estuviera todo en orden. No le hizo falta nada.
- Es una abuela orgullosa.- bromeó
- ¿Se puede? .- la voz de Franco captó la atención de ambas.
- ¡Papi! Si obvio, pasa.- se lanzó a los brazos de su padre y besó su mejilla.- ¿pasó algo?
- No, nada. Solo pasaba a saludar.- sonrió.- me alegra verte de nuevo por aca, Mar.
- Es bueno volver.- devolvió la sonrisa, jugueteando con el lapicero del escritorio.- Mía me habló del desfile de invierno, ¿cuando es?.
- Dentro de un mes, un par de días antes del cumpleaños de Sonia.- informo.
- Ah falta poco, que divertido.- exclamó con sarcasmo, ganándose una mirada de reproche de Mia.
- Estaba pensando en hacer algo... diferente este año para tu madre, y me gustaría tu ayuda.- comentó Franco.
- ¿Para el cumpleaños? Si, conta con eso. Soy la mejor para hacer fiestas.- aseguró con un guiño.
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𝑬𝒍 𝑯𝒊𝒍𝒐 𝑹𝒐𝒋𝒐 {𝑷𝒂𝒃𝒍𝒊𝒛𝒛𝒂}
Fanfiction"...Cuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse están conectadas por un hilo rojo invisible. Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado a sus dedos, a pesar del tiempo y la distancia..." 𝗣𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮 𝗽𝘂𝗯...