》Capítulo 8 - Apariencias《

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"Todavía creo, que nuestro mejor dialogo ha sido el de las miradas."

Mario Benedetti

11 de julio 2007 - Recoleta, Buenos Aires, Argentina 

Sus nervios podían notarse a kilómetros, y no era para menos. No era usual que su padre le pidiera desayunar juntos en la oficina de su casa.
Según había entendido, Sergio quería hablarle de algo importante; "una charla de hombres" fueron las palabras que utilizó, y que no dejaban de dar vueltas en la cabeza de Pablo.
¿De qué querría hablar? Si él solo se limitaba a hablarle lo justo y necesario, sobretodo después de su negativa al compromiso de hace solo unos días atrás.
Bibliotecas repletas de libros que posiblemente llevaban más tiempo allí que él, muebles y pisos de madera lustrada que daban un toque sofisticado, y a veces algo tétrico con la luz tenue. Muy al estilo de Sergio Bustamante.
Sobre el escritorio había dos tazas junto a una jarra que emanaba un fuerte aroma a café, en compañía de una selección de mermeladas, tostadas y los scones favoritos de ambos.
Pablo frunció el ceño al percatarse de la ausencia de su padre; ¿para que le pedía puntualidad si él no iba a cumplir?.
Camino por el lugar, contemplando los retratos de su familia que adornaban las paredes con una sonrisa irónica. A la vista de cualquiera parecerían una familia feliz, pero esa era justamente la imagen que a su padre le interesaba mostrar; su careta favorita.

-Así me gusta, que seas puntual.- escuchó la voz de Sergio a sus espaldas.- sentate Pablo, tenemos que hablar.
- Buenos días… yo estoy bien ¿y vos?.- exclamó con tono sarcástico obedeciendo su orden.
Su padre le lanzó una mirada severa mientras servía café en ambas tazas.- no estoy para bromas, Pablo. Es muy serio lo que tengo para decirte.
-¿Qué pasó?
- Estoy seguro que recordas nuestra última charla ¿no?.
- Si, y ya te dije que…
- No me interesa lo que dijiste.- interrumpió bruscamente.- no es necesaria una respuesta tan apresurada… pero me parece importante que tengas conocimiento de las últimas novedades en el estudio.
Pablo dió un sorbo a su café, en una señal para que continuara.- te escucho.
-He tomado la decisión de sumar a un nuevo socio a la firma Bustamante.- anunció.- somos el mejor estudio de abogados de la ciudad, con los mejores profesionales y la mejor trayectoria, aunque eso ya lo sabes. A lo que voy, es que con este nuevo socio lograría una gran alianza… y vos sos fundamental para eso.
- La verdad no entiendo a qué te referís, yo no tengo nada que ver con el estudio.- advirtió. 
Sergio suspiro con exasperación.- estamos hablando de Octavio Guevara, Pablo. ¿Vos me entendes a lo que me refiero, no?.

Pablo comenzó a toser tras ahogarse con uno de los scones; aquel nombre era el último que quería escuchar de la boca de su padre.
Octavio Guevara era el padre de Paula, su novia. Y por lo que el tenía entendido no era una persona muy trigo limpio, razón por la que la relación con su hija solía ser similar a una montaña rusa.
Al parecer estaba involucrado en ciertos "asuntos" que lo vinculaban con locales donde se ejercía la prostitución, aunque según Paula eso formaba parte de su pasado y nunca habían logrado comprobar nada en absoluto.
Todo era tan extraño, que a Pablo le costaba tragarse ese cuento.
Octavio siempre fue muy amable con el, muy cordial y a pesar de que compartían el mismo gusto por el tenis, Pablo intentaba tratarlo sólo lo necesario por su novia.

-Sería un gran momento para que vos y Paula se comprometan.- soltó Sergio.- no podes arruinarme este negocio, Pablo.
- ¿Vos te volviste loco?.- exclamó con incredulidad.- ya te dije que no, no me pienso casar con Paula.
- ¡Es lo mínimo que podes hacer!.- gritó.- acepte pagarte tus estudios mientras sigas mis reglas y ésta es una de ellas. No te cuesta nada. Podes casarte y después seguir viéndote con otras mujeres, eso no es problema…
- Lo mismo que haces con mamá ¿no?.- escupió, con la bronca impresa en sus pupilas.
Sergio se puso de pie bruscamente, golpeando con sus manos sobre el escritorio.- ¿Vos te pensas que yo no se que te coges a cuanta pollerita se te cruza? No seas hipócrita, Pablo. Vos y yo somos iguales.
- Te equivocas.- respondió con furia, poniéndose de pie dispuesto a enfrentarlo.- vos sos una basura, y yo nunca voy a ser como vos.
- ¿Sabes que? Tenes razón, vos nunca vas a ser como yo… vas a terminar siendo un muerto de hambre.- su voz sonaba tranquila pero en sus ojos podía ver el fuego de la ira que crecía en su interior.- no vas a tener ni donde caerte muerto porque sos un egoísta, una vergüenza para el apellido Bustamante.
-¿¡Egoísta yo!?.- explotó Pablo.- ¡Pero entonces que queda para vos! Que siempre chantajeas y compras a la gente con toda la plata sucia que tenes en el banco, que siempre te importó más ganar un caso de mierda que tu familia…
La risa de Sergio lo interrumpió.- ¿Así que plata sucia? Bueno, después avisame como vas a hacer para terminar de pagar la universidad.
-¿Que?.
- Escuchaste bien. Olvídate de que vuelva a poner un peso para tu educación.- sentenció Sergio sin apartar su dura mirada de él. 

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⏰ Última actualización: Mar 13, 2021 ⏰

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𝑬𝒍 𝑯𝒊𝒍𝒐 𝑹𝒐𝒋𝒐 {𝑷𝒂𝒃𝒍𝒊𝒛𝒛𝒂}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora