Lo imposible.

Capitulo 8

Rápidamente me acomodé entre Hobi y Jimin, necesitaba ocultarme y sentirme segura, junté mis manos debajo de la mesa intentando controlar lo nerviosa que estaba, mientras simulaba oír lo que hablaban unos con otros, no pude evitar que Hobi me echara una mirada tras otra sin que los demás se dieran cuenta, cuando nuestras miradas se encontraron con una leve sonrisa quise demostrarle que estaba todo bien.

-Angie, luego del almuerzo, sáltate la clase de química y juntémonos en la biblioteca a terminar con esa tarea – dijo haciendo hincapié en las últimas palabras y logrando que todos soltaran risas dándose codazos entre si, claramente habían entendido mal.

Asentí silenciosamente mientras tomaba los palillos y comenzaba a comer lentamente ignorando las miraditas curiosas que me daban los demás, al terminar fueron levantándose y despidiéndose uno a uno para ir a sus respectivas clases, al quedar solo Hobi y yo ,me hizo una seña para irnos a la biblioteca, lo seguí en silencio, luego de saludar como siempre a la señora de recepción nos condujo hacia las mesas más alejadas detrás de varias paredes de libros quedando así casi ocultos todas las miradas, esto despertó algo de recelo en mi, por lo que traté de sentarme a cierta distancia, el notó mi actitud y sin hacerse problema rompió totalmente mi espacio personal acercando una silla y sentándose junto a mi.

-mira Angie, no sé que crees que intento pero podría decirte que no es lo que piensas- dijo poniendo sus dedos sobre el puente de su nariz- lo que quiero decir es que tengo la corazonada de que hay algo que no me estás diciendo, algo que te pone tensa y hace que no prestes atención a lo que pasa a tu alrededor, se que no nos conocemos hace mucho y que cada persona tiene su propio tiempo para confiar en otros y no puedo obligarte a ello, solo quiero saber que es lo que está opacando ese carácter que me mostraste al principio, si hay algo que pueda hacer…- dijo poniendo su mano sobre las mías que se retorcían sobre mis piernas.

Mi cuerpo se tensó al pensar que tal vez no debería haber venido aquí con él, sentí su pecho largar todo el aire como si estuviera frustrado, lo que me hizo mirarlo.

-Mira….quiero que llegues a confiar en mí y que puedas estar tranquila cuando estás cerca de mi, voy a contarte algo que nadie sabe aquí solo para que veas que confío en ti- hizo una pausa que captó toda mi atención, parecía sincero- soy… gay… así que jamás intentaré nada contigo, es solo que, desde que te vi tuve la necesidad de cuidarte, tus ojos reflejan tristeza detrás de toda esa fortaleza que intentas demostrar ,se que suena loco , yo mismo al escucharme tengo ganas de golpearme pero, de verdad dime qué te está sucediendo Angie, por favor - sus palabras sonaban sentidas y reales, decidí confiar en ellas, aunque no voy a negar que su confesión me tomó por sorpresa ,debía contarle a alguien lo que estaba ocurriendo o reventaría y Hobi parecía el más indicado.

Tomando coraje intenté calmarme y explicarle lo que ocurría.

-Me están amenazando, y tengo miedo de que pueda empeorar, no entiendo que pude haber hecho para que ocurriera pero…-dije lentamente

Levanté mis ojos hacia el solo para ver cómo su rostro se ensombrecía, su mandíbula se apretó y sonó iracundo cuando habló.

-Por que no me lo dijiste antes?!, Quién es?- por un segundo dude si decirle o no pero su mirada se había vuelto tan afilada que lo escupí antes de darme cuenta.

-Min… - mi voz sonó casi inaudible.

Su mano dió un golpe seco sobre la mesa, que me hizo dar un repingo, mis nervios estaban a flor de piel y el lo notó.

-Disculpa, no te preocupes yo lo solucionaré, nos vemos luego- dijo y se fue sin esperar respuesta.

Me quedé pensando en lo que podría pasar: muy bien Angie, llevas tres semanas aquí y ya la fregaste, pudiste callarte, pudiste soportar, te han pasado cosas peores….