Capitulo 10

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*MARATÓN 2/2*

La sensación de no estar sola hizo que todas mis alarmas se encendieran de golpe trayendo algo de claridad a mi mente.

-Quieres que acabemos lo que empezamos en el vestuario esta tarde?-

Mis pies se clavaron al suelo y un escalofrío recorrió mi espina al oír su voz, tenía que salir corriendo de allí ya mismo pero por alguna razón algo en mi quería quedarse, traté de calmar mi respiración y pensar como esquivar está situación, cuando sentí sus cálidas manos rodeando mi cintura y su aliento cerca de mis labios, si había algo de resistencia de en mi en ese mismo momento desapareció por arte de magia.

-Estamos…solos…oegugin- susurró cerca de mi cuello haciendo que un nuevo escalofrío me hiciera temblar.

-De…déjame- dije con mi voz entrecortada.

Sus labios suavemente se apoderaron de los míos, acariciaban mi boca con una suavidad que jamás pensé que podría tener un ser como él, mientras sus dedos rozaban mi espalda, su lengua pulsaba por entrar y yo no pude más que corresponder a su beso, nuestras lenguas de abrazaban como si siempre se hubieran pertenecido, nos complementábamos perfectamente, mi mente alcoholizada había caído en el hechizo y mis brazos no pudieron resistirse a enrollarse en su cuello, el beso fue subiendo de intensidad, mientras sus manos bajaban lentamente la cremallera de mi vestido, dándole paso a que sus dedos pasearan por mi piel desnuda de una manera excitante, un jadeo se escapó de mis labios en su boca cuando una de sus manos se perdió en mi intimidad, sus dedos resbalaban en mi sembrando gemidos a su paso.

-Te gusta esto, pequeña oegugin?- preguntó con un susurro ronco en mi oído.

Apenas pude asentir dentro de mi  delirio, cuando estaba a punto de explotar quitó su mano haciendo que resoplara de frustración, rápidamente sus manos alzaron mis muslos llevándome hacia la cama, me acostó suavemente en ella, mientras abría el vestido del todo dejando húmedos besos sobre mi piel, mientras bajaba más y más, mis ojos se habían cerrado dispuestos solo a disfrutar del momento, su aliento caliente en mi entrepierna me hizo suspirar, se acomodó entre mis piernas lamiendo mi ropa interior haciéndome desearlo aún más…

-Ya no aguanto…-gruño contra mi piel.

Acto seguido lo sentí arrodillarse en la cama, abriendo sus pantalones y sacando un condón de su bolsillo mientras yo moría lentamente a la espera de sentirlo, cuando se lo hubo puesto apoyó sus codos a mis lados gateando hacia mi, abriéndose paso entre mis piernas, mientras sostenía mis muñecas con sus manos, era excitante sentir el calor de su pecho sobre el mío, sintiendo sus latidos acelerados, entró en mi suavemente, mientras nuestros cuerpos se acostumbraban el uno al otro, eché un jadeo al sentirme llena.

-Estas muy estrecha, oegugin- su voz se había vuelto un ronco susurro.

Oírlo hablar así me ponía a mil, esto era el cielo, sentir como poco a poco tomaba ritmo, hasta hacerme sentir que mi interior se estaba derritiendo, mis gemidos se entremezclaban con sus leves gruñidos, las estocadas eran cada vez más rápidas y profundas, sus manos se apretaban a mis muñecas haciéndome daño, pero esta vez el dolor era placentero, de pronto aceleró al punto de soltarme, al hacerlo mis manos viajaron libres por su espalda, mis uñas se clavaban en piel resbalosa por el sudor haciéndolo jadear en mi oído, era el sonido más caliente que hubiera oído jamás, su boca jugaba con mi cuello dejando marcas en él, mientras un grito ahogado se escapaba de mi garganta dándole a entender que mi orgasmo estaba cerca, eso pareció excitarlo ya que aceleró el ritmo mientras retorcía las sábanas entre sus dedos, pronto sentí su clímax llegar, latiendo dentro de mi haciendo que mi cuerpo respondiera y explotará con él.

Minutos después se levantó de la cama, dándome un guiño y comenzó a vestirse mientras me dirigí al baño a arreglarme antes de bajar, no podía creer lo que acaba de hacer y mucho menos como había terminado así, me miraba en el espejo del botiquín como esperando una respuesta mientras arreglaba mi maquillaje, al salir el ya no estaba allí, abrí la puerta lentamente y escuché su voz hablando con alguien más y algo llamo mi atención:

-La tienes?- pregunto él

-Si, no te preocupes, ya guarde la cinta, está todo grabado el trabajo está hecho- dijo la otra persona que no reconocí.

Al oír eso mi cuerpo se petrifico, que quería decir con grabado?, Una idea empezaba a armarse en mi cabeza y rezaba porque no fuera eso lo acaba de pasar, no podía hacerme algo así, verdad?, Lo que me había hecho sentir hace unos minutos atrás no puede ser mentira, eso fue más que sexo…o solo lo imaginé?.

Esperé a que las voces de alejaran y salí corriendo hacia abajo en busca de los demás, quería irme ya mismo de allí, algo me decía que algo muy malo iba a pasar y no fui capaz de hacerle caso a mis corazonadas, no podía, no si el estaba cerca de mi….

Al día siguiente desperté con un dolor de cabeza como pocas veces antes, camino a la nevera me recordé no volver a beber como la noche anterior, luego de beber agua como una nómada del desierto, me di una ducha rápida para quitar de mi mente todas las telarañas que en ella se formaban y aclarar un poco las ideas, al irnos con los demás habíamos seguido la fiesta en casa de Hobi y seguramente el me había traído a casa, realmente no sabía que había ocurrido, en algún momento mi mente dejó de procesar lo que ocurría a su alrededor, hasta que al verme al espejo noté las marcas que alguien había dejado en mi y retazos de lo que había pasado volvieron a cuentagotas a mi mente, seguidos de partes sueltas de una conversación que no auguraba nada bueno.

Agité mi cabeza como si así pudiera deshacerme de ellos y me vestí dispuesta a pasar el día en casa adelantando tareas y perdiendo el tiempo con lo que sea, sabía que si no me ponía a hacer algo pronto no podría dejar de pensar en que habría pasó anoche y terminaría volviendome loca, en eso estaba cuando el tono de mi celular me avisó de un nuevo mensaje entrante, todos mis miedos regresaron al ver la pantalla:

"Espero que la hayas pasado tan bien como yo anoche, oegugin."


💜💚 Este maratón está dedicado a mis estrellitas de chocolate del grupo de escritoras y lectoras de Whatpad, y espero de corazón que todo lo malo que están pasando pronto termine y todos sus sueños y metas se cumplan con creces por qué lo merecen, y realmente las aprecia todas y cada una, por qué en ustedes encontré el apoyo que necesitaba para hacer lo que me gusta, gracias por regalarme un espacio en el que me siento parte, dónde por fin puedo decir que me encuentro "en casa", las adoro!💚💜

Lo imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora