Lo imposible.

Capitulo 14

Trago tras trago intentaba sonsacarle más información a Kook, pero él parecía ir un paso delante de mí y esquivaba cada una de mis preguntas, parecía que no iba a decir más, al menos por esta noche.

-Buenas noches señores y señoras démosle paso a la gran y bellísima Isadora- se oyó a un presentador interrumpiendo mis vanos intentos al tiempo que todo el lugar quedaba a oscuras.

Pronto el escenario se llenó de una luz roja y una estruendosa y sensual música, dándole paso al telón que se abría lentamente, mis ojos viajaron hacia allí, no había notado nada de aquello al entrar.

Una mujer alta, vestida completamente de negro, con una máscara de conejo de cuero con largas orejas y una cabellera azabache que llegaba a sus nalgas llenó con su presencia el lugar, caminó como una pantera hacia el centro de la tarima y de un solo movimiento de quitó su largo abrigo, dejando su perfecta figura apenas tapada por un conjunto de cuero y cadenas, contoneaba su cuerpo al ritmo lento de la música dando rápidos movimientos de vez en cuando que mantenían a todos en un silencio expectante mientras quitaba sus largos guantes y los arrojaba a las primeras filas haciendo que varias personas le dieran algunos vítores, caminaba de un lado al otro mostrando su destreza, ante un acento brusco de la canción cayó al suelo con las piernas abiertas, momento en que con total profesionalismo quitó sus ligas y comenzó a quitar sus medias haciendo que varios hombres del lugar le mostrarán su emoción ante tamaño show, con otro rápido movimiento se levantó dándole la espalda al público para luego girar la cabeza y arrojar un beso al aire al mismo tiempo que mostraba su brasier en su otra mano, ante esto la música se volvió más sensual y las luces cambiaron a azules y púrpuras ,ella corrió por la pasarela que conectaba el escenario hasta un tubo en el centro mismo del local , allí se montó de un salto, para comenzar a hacer figuras con su cuerpo ataviada solo con el pequeño tanga y el liguero.

Yo no podía dejar de mirarla, callando una suave voz en mí cabeza que me alertaba que no estaba en un bar común…la mano de Kook en mí rodilla y su aliento al acercarse a mí oído para hablarme me trajeron de nuevo a la realidad

-Angie, te gusta el espectáculo?- susurró en mí oído haciendo que me tensara.

Asentí vigorosamente al tiempo que tomaba la copa que me ofrecía, cuando las luces se volvieron a encender dando por terminado el espectáculo me volví completamente hacia él.

-Kook, donde me trajiste?- pregunté

-No te gusta?- parecía contrariado-Podemos irnos cuando desees- ofreció.

-No, no es eso…solo quiero decir…esa mujer se acaba de desnudar frente a todos!- mí nerviosismo iba en aumento, no podía negar que ese baile había encendido algo en mí y eso justamente más la cercanía de Kook me ponía más que inquieta.

-Si, lo sé es lo que suele pasar en un club de strippers, Angie- dijo dejando escapar una leve risa- Espero no te moleste, pensé que traerte a mí bar te parecería interesante – terminó viéndome directo a los ojos como esperando mí reacción a sus palabras, la cual no se hizo esperar, mis ojos se abrieron como platos, dejándome muda, tenía mucho que decir y preguntar pero mí lengua parecía no querer colaborar.

-T…tu b…bar?-logré decir sintiéndome una tonta.

-Verás- dijo sin apartar su mirada de mi- la empresa da muchas ganancias si, pero para que así sea hay que saber invertir en diferentes negocios para poder cosechar aún más, y no solo mantener el negocio sino también multiplicarlo y no es un secreto que todo lo prohibido es lo que más dinero genera, pero claramente los CEOs no pueden mezclar sus nombres con lugares como éste, sino que sería de sus imágenes públicas?, Así que dejan que los que se “manchen” las manos sean otros, en este caso yo- explicó divertido.

-E…entonces tú eres el dueño?, Solo del lugar verdad?- quise saber, el tema me estaba generando algo de curiosidad, sinceramente nunca había estado en un lugar así.

-Si, soy dueño del lugar…pero también de las mujeres y hombres que trabajan aquí, todos ellos prestan un servicio a mis clientes y yo les doy todo lo que desean- podía sentir como se inflaba de orgullo ante esto- pero también hay chicos jovenes aquí, como sabrás hay para todos los gustos…es más podría decirte que el problema por el que estas pasando comenzó aquí –

Sus últimas palabras me hicieron mirarlo de nuevo sin comprender que estaba diciendo, no entendía que podía tener que ver su negocio conmigo.

-No entiendo Kook, yo que pinto en todo esto?- inquerí.

-Es muy simple, como te dije antes el conflicto comenzó aquí, como te habrás dado cuenta al idiota de Min le encanta tener el control, por ende él solía venir aquí para someter a alguna chica o chico que estuviera dispuesto a cambio de contratos en negro para la venta de narcóticos y alcohol de las compañías que él maneja, así fue como un mal día se metió con la persona equivocada causandole mucho daño, lo que hizo que se le prohibiera la entrada de nuevo- oír a Kook hablar con tanta liviandad sobre estos temas que solo había visto en las películas me estaba haciendo tener escalofríos, quería saber mucho más pero a la vez me daba miedo preguntar así que preferí dejarlo hablar.

-Noches después Hoseok vino al club para encontrarse con ese chico y al enterarse lo que pasó, no tuvo mejor idea que denunciar los negocios sucios de Min a modo de venganza, era sabido que con su apellido y varios millones Min no tendría problemas pero si grandes perdidas, por eso cuando se enteró que se nos había encargado tu cuidado no se le ocurrió mejor idea que intentar sabotearnos como sea, ahí es donde entras tú…- terminó.

Las palabras de Kook daban vueltas y vueltas en mí cabeza a tal punto que empezaban a carecer de sentido, de pronto me sentí pequeña, estaba siendo el ratón en juego de leones sin tener la menor idea, pero lo peor de todo es que ahora comenzaba a dudar de la sinceridad de Kook y la amistad de Hobi, bien lo había dicho, yo era un “trabajo”.

-Quiero ir a casa…- suspiré.

Él asintió y se levantó rápidamente ofreciéndome su mano, la cual ignoré y apuré la cuarta copa de champagne, me levanté simulando que nada me había afectado, ni sus palabras ni el champagne y me encaminé a la salida, al salir a la calle comencé a caminar por mí cuenta.

-El auto está por allí, Angie- dijo Kook señalando para el lado contrario.

-Buenas noches kook- contesté secamente, segundo después pude oírlo detrás de mí.

-Que te sucede? Angie, vamos te llevaré a casa- parecía nervioso cuando tomó suavemente mí brazo.

-Disculpa, Kook, quiero estar sola…. Tomaré un taxi- dije dándome la vuelta sin esperar respuesta.

-Avísame cuando llegues, por favor…- lo oí decir a varios pasos detrás de mí.

Caminé lo más rápido posible, paré un taxi y me subí sin mirar atrás en el como si alguien me estuviera siguiendo, no tenía sentido mí comportamiento pero por alguna razón mis alarmas se encendieron por completo y necesitaba irme lo más lejos posible de allí.