Capitulo 11

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Me quedé helada viendo la pantalla de mi teléfono, ese mensaje era la confirmación de que los pocos recuerdos que tenía eran reales , tiré el celular al sofá creyendo que si no lo veía el mensaje desaparecería solo, no entendía que había ocurrido y mucho menos porque lo había permitido, solo sabía que ese hombre era más peligroso para mí estabilidad mental de lo que sería capaz de aceptar, pasé el resto del día dándole vueltas al asunto hasta que el timbre sonó sacándome de mis pensamientos, corrí a abrir con la esperanza de que fuera quien fuera pudiera escapar de mi mente o enloquecería.

-Hola!, Pasaba por aquí y quería saber cómo estabas- dijo un apenado kook desde mi puerta.

-Hola kook, pasa por favor- dije mientras me hacía a un lado sonando demasiado desesperada.

Kook entró mientras me echaba una mirada con una ceja levantada.

-Oook?...oye si estás ocupada o algo puedo volver otro día...- dijo algo asustado por mis modos.

-No,no,no, está bien, ven, entra -dije caminando apresurada delante de él camino a la cocina, lo sentí sentarse mientras intentaba poner la cafetera en funcionamiento solo logrando que todo lo que tocara se volcara o se cayera de mis manos, de pronto las manos de kook se posaron suavemente en mis hombros dándome la vuelta hasta quedar frente a él.

-Angie, cálmate, que te ocurre?- dijo preocupado.

Mis ojos volaron a los suyos solo por unos segundos para bajar rápidamente al suelo.

-N...nada, porque crees que me sucede algo?- pregunté de una manera nada convincente.

-Angie, estás actuando muy raro, tú no eres así, estás nerviosa, ha ocurrido algo?- dijo apretando un poco mis hombros para que lo mirara.

- Es solo...no importa, es muy extraño...tal vez ni siquiera sea nada- mis palabras se iban apagando.

-Niña, dime qué está ocurriendo me estás asustando, no creo que sea nada si tiene el poder de controlarte así...-

- Es algo vergonzoso...-

- Angie, somos amigos verdad?- preguntó levantando mi mentón hacía él, asentí - entonces puedes decirme no?- volví a asentir.

Cerré los ojos y tomé aire tratando de calmarme y de encontrar las palabras correctas.

-Anoche fuimos a la fiesta de los Kim, y allí estaba ya sabes quién...-hice una larga pausa y tragué duro no muy segura de poder seguir.

-Aja, y entonces, que ocurrió?- dijo animándome a seguir.

-Me acosté con él, y creo que eso me traerá problemas- dije de un tirón dejándolo sorprendido.

Mis ojos chocaron con el suelo mientras mis mejillas se encendían por lo que acaba de decir y su silencio hacia que comenzara a arrepentirme de haber hablado, cuando el comenzó a reírse haciendo que lo mirara de nuevo.

-De que te ríes, kook?- dije algo enojada sin salir de mi sorpresa.

-Es solo eso?, En serio estás así porque tuviste sexo con el tipo que hace tus días pesados?- dijo aún conteniendo un rastro de risa.

Lo miré con toda la ira de la que era capaz, aunque no podía ser mala con él.

-No te rías, no es gracioso!- espeté.

-Angie, nena, cálmate, la única manera en la que te podría traer problemas esto es si no usaron protección- dijo como si fuera lo más normal hablar de estás cosas entre nosotros.

Con las mejillas de color escarlata y la mirada baja mientras retorcía mis dedos susurré:

-Si usó protección...-mi voz salió casi inaudible.

-Entonces no veo el problema!- dijo quitándole importancia al asunto-tal vez así se terminen los problemas y comiencen a llevarse bien- comentó.

-Es que no entiendes!, ese idiota se la pasa amenazándome y molestándome cada vez que tiene la oportunidad, o se las ingenia para tenerlas.. y eso no es lo peor!...-dije cada vez más enojada con lo que había pasado anoche y conmigo- creo que....nos filmó...-

Los manos de kook que estaban sobre la cafetera se detuvieron antes de encenderla, sus ojos quedaron fijos en un punto cuando lentamente los subió hacia mi, al verlo estos se habían oscurecido, su mirada daba miedo.

-Que...hizo...que?- dijo destilando odio en cada palabra.

Me alejé dos pasos de él, por un momento no parecía el kook de siempre, dando un sonoro golpe sobre la mesada con sus dos grandes manos, y quedándose en esa posición cerró los ojos y respiró tratando de calmarse, segundos después al verme volvió a ser él mismo.

-Estas.. b...bien?- susurré

-No te preocupes, yo lo arreglaré...- dijo con una leve sonrisa.

Asentí sin atreverme a preguntar cómo lo haría o como sabría quienes eran los culpables, simplemente me estiré a buscar galletas en el estante sobre mi cabeza al ver que el continuaba haciendo el café con algo más de fuerza de la necesaria, si el evitaba el tema de ahora en más yo también lo haría, sabía que esto me traería muchos dolores de cabeza así que si tenía la posibilidad de olvidar todo esto al menos por un minuto lo haría. Pasamos el resto del día charlando de vanidades y mirando series, pedimos pizza para ver luego una película, cerca de media noche nos despedimos, ya en la puerta:

-Angie, trata de no darle muchas vueltas al asunto, ok? Yo me encargaré, tú haz tus tareas y ya- dijo despeinando mi cabello.

Su actitud me tomaba por sorpresa pero que podía hacer, sentía que era mejor hacerle caso, asentí y me despedí. Luego de cerrar la puerta me fui a acostar sabía que no sería capaz de pensar en nada más por hoy.

A la mañana siguiente desperté y al ver mi teléfono estaba a reventar de mensajes, sobretodo de Hobi, medio dormida como estaba no entendía cuál sería la urgencia así que abrí el último que había mandado en que decía que estaba camino a mi casa, apenas terminé de leerlo sonó el timbre, vaya que había una emergencia!, entre el mensaje y su llegada solo había quince minutos de diferencia, rápidamente me levanté y fui hacia la puerta, dónde un Hobi al borde de la histeria entró hablando rápidamente sin pararse a mirarme o saludar.

-Angie! Por dios! todo el mundo está hablando de ti y Yoongi! Cómo pudiste? No sabía que te gustaban ese tipo de juegos!, Uno nunca termina de conocer a las personas, al menos me hubieras contado que habían hecho las pases, anoche casi hablo con él para que dejara de molestarte...- hablaba con un tono alterado.

-Hobi, escúchame, no sé de que hablas!- dije subiendo el tono para que pudiera oírme.

Eso pareció surtir efecto porque se calló inmediatamente y por fin me miró, como si no entendiera porqué grité o porqué no estaba histérica como él.

-Nena, de verdad no sabes de qué hablo?- dijo incrédulo.

Negué con la cabeza, Hobi maldijo por lo bajo y sacó su teléfono del bolsillo, y me lo dió, lo miré con gesto inquisitivo.

-Mira el vídeo...- dijo bajando la vista.

Hice lo que me pidió a ver si así podía entender a qué venía tanto alboroto, al hacerlo tuve que sostenerme contra la pared, de golpe todos los recuerdos de la noche anterior volvieron haciendo que mis peores temores se hicieran realidad...

-Toda la escuela recibió este video hoy temprano...- dijo casi en un susurro.

Lo imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora