La hija perdida de Reginald Hargreeves - T/N y Cinco-

Capítulo 26

NdA: Os informo d q cmo la votación aún no ha acabado, pro m apetecía subir, pos pospondré los resultados. X ahora, disfrutad del cap, q más adelante se verá lo q hago.

~Narra TN~

Media hora más tarde llegaron mis invitados. Justo cuando empezaba a impacientarme. Llamaron a la puerta, y yo les abrí, sin apartarme de la entrada.

- ¿Por qué habéis tardado tanto? - me quejé nada más entrar. 

- Dos cosas: Una, llegamos bien, son y media justas. Y dos: este tío - Allison señaló a Klaus - tardaba demasiado. - rodé los ojos, divertida, y les invité a pasar sonriendo. No es justo, no puedo enfadarme con estas personas.

Una vez estuvimos cómodos, bien instalados y con algo de música de fondo, Klaus habló cuando nos calmamos de un ataque de risas, porque Vanya no llegaba a coger el mando de la TV. 

- A ver gente, vamos a por un prueba o verdad.

- ¿Por qué?

- Por que lo digo yo y punto - touché. 

- Buena razón - dije, riéndome levemente.

- Empiezo preguntando. Em... Allison. ¿Luther y tú ya os habéis liado? - Allison le lanzó una mirada asesina ante el tono de picardía de Klaus.

- Pff obviamente. 

- ¿Cómo que obviamente, señorita? No no no, esto no va así. - le dije, agitando el dedo en el aire hacia ella. - os quiero a un metro de cada uno, ¿entendido? 

- ¡Oído cocina! - dijo Allison, cuadrándose. Vanya no podía de la risa, y empezó a revolcarse por el suelo. No tardamos en imitarla todos. 

- A ver, señoras, cálmense ustedes - dijo Klaus, en medio del ataque de risa, intentando frenarnos. - que vamos a despertar al ogro, y no es plan. - nos tapamos la boca ante su afirmación, intentando no proyectar el sonido, pero no pudimos evitar quitárnosla. Me agarré la tripa, que empezaba a dolerme. 

Os ahorraré el resto: nos reímos tanto, que tuvimos que cubrirnos con la almohada porque Pogo pasaba por el pasillo, revisando que estuviéramos en la cama. Era la primera vez que lo hacía, pero por suerte, mis amigos espabilados habían puesto las sábanas de manera que parecía que había alguien. Sólo esperaban que Pogo no se tomase demasiadas molestias en comprobar si realmente estaban allí.  Yo no hice nada: Ventajas de tener la fiesta de pijamas en mi habitación. 

En fin. Cuando empezamos a calmarnos/a no poder soportar el dolor de tripa, nos tumbamos pro la habitación y seguimos con el prueba o verdad. 

- A ver, TN, ¿Quién te gusta?

- ¿Y tú por qué das por sentado que me gusta alguien? - le respondí, ignorando el hecho de que tenía novio.

- Entonces ¿estás con Cinco porque sí? - sonreí genuinamente, fingiendo haberme olvidado.

- ¡Ostras, es verdad, que tengo novio!... no me acordaba. - me reí ante sus caras incrédulas - Nah, es broma, pero es cierto que últimamente está muy distante. No sé qué le pasa. 

- Seguramente tiene mucho que procesar. No es ningún secreto que Cinco es más frío que un glaciar. - dijo Vanya, encogiéndose de hombros.

- Ya, ya lo sé, pero es que está más frío que de costumbre. Bueno, da igual - hice un gesto como quitándole importancia, pero en el fondo no era así. ¿Y si ya no me quería? ¿Y si tenía otra? Me saqué esos pensamientos de la cabeza; parecía paranoica, tóxica y alucinógena. Sacudí la cabeza y me centré en la conversación.