CAPÍTULO 10(Pt.2):

1.6K 186 21
                                    

Capítulo 10(Pt.2): Besos con odio.

Emma.

Antes de que pudiese dar un paso más dentro de la desordenada habitación, un brazo me atrae hacia atrás y con el otro cierra la manilla para luego posicionarse en frente de mí:

Esos ojazos negros.

—¿Por qué aún sigues aquí? —me pregunta en un tono sumamente frío. Más de lo normal.

—Le hice una promesa a Carlos y de—

—Me importa una mierda la promesa que le hicieras, quiero que te vayas.

Sé que Max no es la persona más cariñosa del mundo pero esta vez es... como si no sintiera nada, es más frío de lo normal, y eso... me preocupa.

—Max...¿Qué te pasa? —Pongo mis manos sobre su pecho ahora cubierto por una camisa. Y recién es que me percato de que trae un short.

—No me pasa absolutamente nada y si me pasara, eso no es de tu incumbencia.

—Quiero ayudarte.

—Yo no he pedido tu ayuda.

Sé que no debo caer tan bajo e ir detrás de él, pero... ¿Qué harías tú si vieras a una persona así? ¿Te fueras?

Pues no sé tú, pero yo me quedo y trato de evitar que vuelva a consumir drogas. Lo sigo hasta el primer piso hasta que bruscamente y con mala cara se gira hacia mí.

—¡No me voy a drogar, te puedes ir tranquila!

Vale, soy buena pero no estúpida.

—¡Escucha, estoy tratando de ayudarte, de entender que te sucede, creo que lo mínimo que me merezco es un "gracias", no que me trates así, es sólo un simple y maldito "gracias"!

Aprieta sus labios y se me queda mirando por unos segundos. Trago grueso y me alejo un poco de él.

—Te daría las gracias cuando te pidiera algo. Pero lo único que te estoy pidiendo es que te marches, me dejes solo y sigas con tu vida de niña pija. Y que cuando nos volvamos a ver en la escuela sigas pensando que soy un estúpido drogadicto sin futuro al cual dices que odias y créeme que si no te vas, te daré buenos motivos para odiarme con ganas.

—Yo ya te odio, Max. Desde el día cero te estoy odiando.

—¿Entonces qué haces aquí?

—Estoy tratando de no sentirme mal. Sinceramente me da igual si te quieres drogar o no. Hazlo, drógate, imbécil, hazlo y acaba con tu maldita existencia de una vez —hago una larga pausa—. Yo no estoy aquí por ti, estoy aquí por mí y porque yo sí tengo sentimientos y cargo de conciencia y no podría vivir sabiendo que cualquier estupidez que hagas será mi culpa.

—He estado haciendo lo mismo desde que te conocí, mucho antes también. No es la primera vez, así que déjate de idioteces y sal de mi casa.

Niego con la cabeza decepcionada.

—¿Sabes con el cargo de conciencia que no estoy dispuesta arrastrar? Con el hecho de saber que me estoy fallando a mí misma al estar aquí, tratando de salvar a alguien que me ha estado asfixiando desde el primer día. Me voy porque no pienso seguir haciendo el papel de imbécil, y si te quieres drogar —Me acerco a él—, hazlo con ganas.

Remember Me ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora