CAPÍTULO 5:

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Capítulo 5: ¿Estás bien, Jordan?

Emma.

Sinceramente no me esperé que Lucía fuera tan amable conmigo y mucho menos que me dijera eso sobre Max, porque la verdad no siento nada por él, pero si lo sintiera si tomaría en cuenta su punto de vista, pero debido a que amo a Alex y odio a Max, no es así.

Ella y yo nos dirigimos hacia el baño para que ella retoque su maquillaje. Al pasar por una de las habitaciones oímos un gemido, nos reímos suavemente y entramos al servicio.

Al salir de ahí me pide que le tome una foto y mientras la veíamos, sale de aquella habitación donde oímos ese gemido... Nada más y nada menos que Max, y un segundo después sale aquella chica cuyo nombre no conozco pero sé que está en mi clase.

Primeramente, ¿Qué hace él aquí?

Y en segundo lugar, ¿Por qué carajos no puedo estar en un lugar donde él no esté?

Ninguno se toma la molestia de notar nuestra presencia. Luego de que se fueran, salimos nosotras. Mientras bajamos las escaleras, Lucía me dice:

—¿Recuerdas lo que te dije hace un rato?

Ay no. Otra vez lo de Max.

—Sí.

—Olvídalo, es una pérdida de tiempo.

No me interesa saber el porqué, así que solamente asiento con la cabeza.

Volvemos al primer piso ya que el baño se encontraba en la segunda planta.

—Ahora vuelvo —le digo a Lucía antes de ir a donde mi hermana.

—Vale, yo iré a tomar un poco de aire fresco, me siento algo mareada.

Asiento y voy hacia donde está Lesley con el único objetivo de dar reporte sobre mi existencia porque si no lo hago comenzará a buscarme por todos lados.

Lo hago para luego asomarme por uno de los balcones a localizar a Lucía. Se supone que debe estar frente a la casa pero no la veo.

¿Dónde estás?

Salgo a la calle a ver si así puedo ubicarla porque ni modo que pase la fiesta sin ella. Es muy divertida y gracias a su asistencia es que yo la estoy pasando bien porque da igual lo divertido que sea todo, si eres un extraño, al menos eso pienso yo.

Camino al borde de la acera para mirar hacia ambos lados y al final de la calle puedo verla. Su vestido plateado se puede distinguir a mil metros. Está conversando con alguien que está adentro de un vehículo. Pasan unos segundos hasta que se monta en el coche.

Genial, ahora me ha dejado tirada.

Bufo. Doy la vuelta para caminar a casa pero ¿Adivinen qué?

Una figura alta vestida de jeans negros, una camisa con las mangas recogidas hasta los codos y un rolex en la muñeca que llama la atención. Sus manos metidas en los bolsillos y sus ojos fijos en mí. Ese imbécil con buena pinta es Max.

—Tranquila, está en buenas manos —se refiere a Lucía.

—¿Quién era?

—Mi mejor amigo.

—Qué mierda voy a saber yo quién es tu mejor amigo —le respondo.

Se pasa la lengua por el labio inferior y responde: —Carlos.

Esperen ¿Qué?

Emma, no. No puedes pensar mal.

Él tiene novia, solamente se ofreció a llevarla a su casa por educación.

Remember Me ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora