𝙍𝙚𝙘𝙪𝙚𝙧𝙙𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙪𝙣𝙖 𝙣𝙤𝙘𝙝𝙚 𝙙𝙚 𝙫𝙚𝙧𝙖𝙣𝙤 - SOOSHU

Prólogo: Una Noche De Verano

- ¡Última noche, mis amores! - gritó Tzuyu, entrando a la habitación con una botella de alcohol en cada mano. Shuhua y Elkie se rieron al verla.

- Creo que alguien ya ha tomado demasiados chupitos esta noche. – Elkie se acercó a la más alta para quitarle la botella de las manos y beber ella a morro.

- Me las han dado los de la habitación de al lado. Son bastante majos, la verdad.

- Yo creo que son majos porque quieren algo más. Pero, si nos dan alcohol gratis, que pretendan conseguir lo que quieran, pero no tengo ninguna intención de dárselo. – dijo Shuhua, riendo a carcajadas.

- A ver, sería algo raro que consiguieran algo tuyo, dado que ninguno es una mujer. – bromeó Tzuyu. - Pero bueno, a lo que venía, ¿ya estáis listas? ¿Nos hacemos un cubata para acompañar el camino a la discoteca? – preguntó, aunque ella ya estaba mezclando el alcohol que había traído con refresco que tenían en la mini-nevera de la habitación.

- Sinceramente, yo no quiero pasarme hoy y tener que volver mañana a casa con un dolor infernal de cabeza. – la pequeña intentaba justificar de aquella manera la poca cantidad de alcohol que ponía en su copa, pero sus amigas no se lo iban a pasar tan fácilmente.

- ¡Vamos, Shuhua! Es nuestra última noche en Jeju. Mañana nos volvemos a casa y a saber cuándo vamos a poder disfrutar de otra noche de fiesta las tres juntas. Te recuerdo que hemos acabado el instituto y, después de hoy, cada una se va a ir por su lado. Tzuyu se vuelve a Taiwán a estudiar, yo voy a ir a la Universidad de Busan y tú has entrado en la de Seúl. El grupo se separa y no puedes no disfrutar de nuestra última noche de fiesta juntas como estudiantes de secundaria. Hay que aprovecharla. – Elkie tomó la copa de Shuhua, añadiéndole más alcohol, y alargó su brazo para devolvérsela. – ¿Qué me dices?

La morena dudó un instante. Se mordió el labio pensando en las consecuencias que tendría para ella si se pasaba esa noche con la bebida. Sabía perfectamente que, si lo hacía, el día siguiente se encontraría fatal y el viaje de vuelta sería horrible. También sabía que, si se pasaba, no iba a recordar nada al día siguiente y ¿qué manera era esa de disfrutar de la noche? Sin embargo, Elkie tenía razón y esa noche sería una de las pocas que pasarían las tres juntas antes de tomar caminos distintos para estudiar en la universidad. Así que llegó a la conclusión que debía aprovechar. Allí no la conocía nadie y no tenía nada que perder. Así que tomó el vaso que le ofrecía su amiga y sonrió.

- La Shuhua de mañana ya se preocupará por su dolor de cabeza. ¡Qué empiece la noche! – aquello último lo dijo gritando, lo que consiguió contagiar su emoción a Elkie y Tzuyu, que gritaron con ella. Cada una agarró sus pertenencias, mínimas para evitar perderlas, y salieron de la habitación dispuestas a darlo todo aquella noche.

En otro punto de esa misma ciudad, otras tres amigas también se preparaban para esa noche de fiesta, al ser igualmente su última noche en la isla.

- Soojin, de verdad, si algún chico no se te tira encima esta noche, voy a ser yo la que lo acabe haciendo. – dijo Eunseo, provocando las risas de las dos chicas que estaban con ella.

- Por favor, Eunseo, ni que ahora de repente fueras tú lesbiana. – comentó SinB, generando más risas si cabe de las chicas.

- No, no lo soy. Pero, si me gustaran las chicas, no podría no fijarme en Soojin. De verdad, ese vestido te sienta increíblemente bien. – la morena negó con la cabeza mientras sonreía.

- Muchas gracias, Eunseo. A mí tampoco me gustan las chicas, pero, si te apetece, podemos intentar algo tú y yo. – bromeó, irónica, acompañando aquellas palabras con un guiño de ojos que sus amigas habían visto en multitud de ocasiones. Eunseo hizo como si su hubiera muerto de amor, cayéndose de espaldas en la cama. Las tres amigas volvieron a reír. – En fin, ¿nos vamos a dejar algún corazón roto? – con un asentimiento por parte de sus amigas, tomaron sus cosas y salieron de su habitación dispuestas a pasar una muy buena noche y, quién sabe dónde acabarla.