Capítulo 30: Baches

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El siguiente par de semanas fueron demasiado buenas para Shuhua y Soojin. A partir de decirle a sus amigas que estaban saliendo, empezaron a ser más cercanas la una con la otra. De cara a la galería, para sorpresa del resto de compañeros de clase que no tenían ni idea de lo que estaba pasando, parecían amigas. Hablaban en clase de cualquier tontería, se saludaban con sonrisas y habían conseguido que la tensión entre ambos grupos se fuera reduciendo poco a poco, excepto para dos personas que querían matarse todavía, pero lo arreglaban luego en la cama. A pesar de las reticencias iniciales por parte principalmente de Yeji y Yuqi a aceptar a Soojin como una buena novia para Shuhua, el que Miyeon hubiera salido en una cita doble con Minnie junto a las dos morenas, había servido como primer paso para convencer a sus dos amigas de que debían darle una oportunidad a la chica. Miyeon les contó lo que había visto de primera mano por parte de Soojin para con Shuhua: era cariñosa, atenta y se notaba a kilómetros que estaba hasta las trancas por su amiga. Tras decirle aquello, y con el apoyo de Ryujin y Lia que sí habían empezado a hablar más con ella, Yeji y Yuqi tuvieron que aceptar la situación y empezaron a ser amables con la morena, que les permitió ver que, realmente, los sentimientos de esta por Shuhua iban en serio. Sin embargo, no iban a bajar la guardia para con ella y así se lo hicieron saber a Soojin, quien lo entendió perfectamente y les dijo que se merecía cualquier cosa mala que les pasara por la mente a ambas en el caso de que le hiciera el más mínimo daño a su novia y prometió no decirle nada a esta sobre las amenazas.

Por su parte, Shuhua estaba feliz que sus amigas estuvieran aceptando poco a poco su relación con Soojin. Realmente, después de la conversación en la cafetería donde les había contado lo que estaba pasando, no pensaba que la situación se fuera normalizando tan rápido como lo había hecho. Pensaba que se pasaría entre sus amigas y su novia el resto del curso, pero no fue así, lo que le acabó quitando un problema de la cabeza, ya que tenía cosas que le proecupaban más aún y que podían complicarse. 

A pesar de la cercanía que mostraban, Shuhua se quedaba demasiado corta a veces en sus muestras de cariño hacia Soojin. Los primeros días, incluso par de semanas, escaparse al baño y liarse con su novia le había encantado, incluso llegado a subir la temperatura de su cuerpo considerablemente. Sentía que en cualquier momento las podían pillar y aquello no hacía más que excitar cada célular de su ser. Pero, a pesar de que disfrutaba de aquello, había momentos que le gustaría ir más alla. Darle una abrazo o un pequeño beso en la mejilla sin tener que esconderse o mirar a su alrededor y comprobar que no había nadie conocido para hacerlo. Shuhua se estaba cansando y, por mucho que Soojin le había asegurado que hablaría con Hui pronto, este había estado haciendo prácticas en la empresa de su padre y no había tenido tiempo para hacerlo, lo que hacía que empezara a impacientarse.

Aquella mañana, Shuhua llegó a clase bastante antes de que empezara la clase. Eso era común en ella, pero lo que no era habitual era encontrarse a Soojin tan pronto en el aula. Al no haber nadie más en el interior al ser tan temprano, se acercó por la espalda, haciendo que la morena se sobresaltara al sentir los brazos de la chica a su alrededor.

- Buenos días, JinJin. – dijo Shuhua a su oído, haciendo que el vello del su espalda se erizara. Jamás nadie, con tan poco, había conseguido producirle tanto en su interior y lo amaba. Estaba tan absorta en los brazos de su novia, que los tomó para que la abrazara aún más fuerte.

- Buenos días, ShuShu. – le respondió al saludo, feliz de estar entre sus brazos. Aquel abrazo se sentía familiar, como si lo hubieran hecho toda la vida. Era cómodo y lleno de amor. Aunque hubiera tenido relaciones antes, aquella no se comparaba a nada que le hubiera pasado y se sentía demasiado bien así. 

- Espero que hayas dormido bien y hayas soñado conmigo. – bromeó Shuhua, dándole un beso en el cuello y colocándose delante de ella de pie entre sus piernas, mientras Soojin seguía sentada sobre la mesa.

𝙍𝙚𝙘𝙪𝙚𝙧𝙙𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙪𝙣𝙖 𝙣𝙤𝙘𝙝𝙚 𝙙𝙚 𝙫𝙚𝙧𝙖𝙣𝙤 - SOOSHUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora