Capítulo 17: Decepciones

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Los siguientes días después de aquella conversación, Shuhua sabía que las dudas que había tenido sobre lo que le pasaba con Soojin se estaban aclarando demasiado rápido. Tenía miedo de decirlo en voz alta y que se hiciera real porque sabía que solo le traería problemas. Sabía lo que Yuqi pensaba de Soojin y, si le contaba lo que se le estaba pasando por la cabeza, la iba a agarrar de los pelos y la iba a estampar contra algún lugar con el fin de que se le salieran esas ideas, que ella seguramente consideraría de lunática, de su cabeza. Si se lo decía a Miyeon, que era la siguiente persona con la que más confianza tenía en el grupo, pondría las cosas más incómodas de lo que ya estaban entre ellas. Sabía que la castaña estaba rara por no poder corresponderle, pero la veía más dudosa que triste últimamente.

Sin embargo, sabía que había una persona en el grupo que podría escucharla y la intentaría entender. Creía que Lia, que había demostrado ser la más madura de todas en el tiempo en que la conocía, podría darle claridad sobre lo que le estaba pasando. Así que,cuando llegó aquella mañana de miércoles a la puerta de clase, lo primero quehizo fue dirigirse a ella.

- Lia, en el descanso entre clases, ¿te parece bien que nos tomemos algo juntas? Necesito preguntarte una cosa. – le preguntó, bajando la voz para que sus amigas no la escucharan.

- Sí, claro. Pero ¿debería preocuparme? Parece importante. – Lia se mostrada verdaderamente preocupada por la manera en la que Shuhua le había preguntado aquello, por lo que tuvo que poner su mejor sonrisa tranquilizadora, aunque estuviera bastante lejos de lo que realmente sentía por dentro.

- Sí, sí, no te preocupes. No es nada grave, pero me gustaría hablarlo en privado, si no te importa. – fue entonces cuando la castaña sonrió.

- Genial. Pues, cuando termine la clase, vamos hasta la otra facultad a por un café. ¿Te parece? – Shuhua le sonrió, aquella vez de manera genuina, y la abrazó.

- Gracias por esto.

Cuando estaba a punto de separarse de ella, escuchó una voz amenazadora a su espalda.

- A ver, señorita Yeh. Las manos donde yo las vea y lo más alejadas posible del cuerpo de mi novia, por favor y gracias. – aquello hizo que se separara y abriera los ojos. 

- ¿Novia? ¿Desde cuándo? – preguntó Shuhua. Ryujin solo sonrió y se acercó a besar tiernamente a la castaña, quien la miró con amor en los ojos cuando se separaron.

- Desde ayer. Yo que pensaba que aquí la señorita se lo callaría, pero no ha tardado ni 15 horas en anunciarlo a bombo y platillo. – se burló Lia, mientras la peliplateada la abrazaba por la espalda.

- Es que no puedo ocultar lo feliz que soy ni un segundo más, lo siento mucho. – dijo Ryujin, escondiendo su rostro en el cuello de su novia.

Shuhua sonrió con ternura. Ojalá tener algo tan bonito con alguien. Sin embargo, el momento fue roto cuando Yeji llegó hecha una furia hacia ellas, con Yuqi y Miyeon corriendo detrás de ella para poder alcanzarla.

- Es que os juro que un día de estos cojo y las mato. Las odio muchísimo. Pero ¿quiénes se han creído que son? Por haber nacido con un fajo de billetes más grande que mi casa debajo el brazo, ¿tienen derecho a hacer lo que les salga de las mismísimas narices sin consultarlo con nadie? – gritó, mientras Yuqi y Miyeon recuperaban el aliento tras ella. Shuhua las miró, pidiendo una explicación con la mirada.

- No tenemos ni idea de lo que pasa. Hemos visto a Yeji gritando a la entrada del campus y hemos empezado a correr tras ella para poder alcanzarla, pero no lo hemos conseguido. – respondió Yuqi. 

- ¿Qué está pasando? ¿De qué estás hablando, Yeji? – preguntó Lia, quien se había acercado a su amiga para tomarla de los hombros, intentando que se relajara. Sin embargo, la pelirroja no estaba en el mejor momento para calmarse.

𝙍𝙚𝙘𝙪𝙚𝙧𝙙𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙪𝙣𝙖 𝙣𝙤𝙘𝙝𝙚 𝙙𝙚 𝙫𝙚𝙧𝙖𝙣𝙤 - SOOSHUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora