Capítulo 7

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Okey, entendía que el lunático de Steve quería que fuera su "bebé". Pero esto era un  nivel totalmente diferente.

Steve lo había puesto en un mameluco del capitán América, o mejor dicho del capitán Hidra, ya que en lugar de ser de los colores de la bandera americana, este era negro con rojo y el toque final era un osito en el medio del mameluco.

"Oh miren a mi bebé tan lindo, ahora eres igual a mi, cierto bebé? Eres igual a papá", eso me hizo querer vomitar la asquerosa papilla que había desayunado. Vaya que sus fantasías eran más que retorcidas. "Vamos a la cafetería para que todos puedan ver lo lindo que es mi príncipe de Hidra".

Esto no puede ser peor.

Steve camino por los largos pasillos sin color conmigo en brazos, lo único bueno era que no había vuelto a usar esa chaqueta de sujeción, ya que según el había sido un buen bebé. Llegamos a la cafetería, la cual estaba llena. Debió ser la hora de la comida. Acaso planeaban humillar me aún más?.

Muchos agentes de Hidra empezaron a decir cosas como "que bebé tan lindo tienes ahí", "oh eres igual a papá, no es así pequeño?", o "oh que tierno es" y yo solo quería desaparecer.

El problema real fue que mis intestinos se soltaron, no me había dado cuenta hasta que el idiota me lo hizo notar al presionar su mano en mi trasero. "Oh bebé, fuiste al baño en tu pañal?, papá te limpiará", oh no, porfavor no. No otra vez, no aquí.

Steve me acostó en una de las mesas del comedor, no supe como pero de un momento a otro la pañalera apareció a un lado mío. Steve abrió mis piernas, las drogas en mi sistema hacían que mis  extremidades se sintieran pesadas, por lo que no pude oponer resistencia, así que me dejé hacer.

Cerré mis ojos con fuerza, pero sentía las miradas sobre mí mientras Steve abría las cintas del pañal, para luego pasar las toallas húmedas sobre mi piel desnuda prácticamente dentro de mi. Sentír a Steve poner la crema, el talco y el aceite de bebé sobre mi piel me parecía algo verdaderamente asqueroso y humillante. ¿Porque tenía que cambiar me enfrente de todos?.

La respuesta llegó un momento después cuando Steve me acarició la mejilla con su mano libre diciendo "tranquilo Tony, a los bebés no les preocupa donde los cambian, papá se encarga de eso" ¿porque a mi?.

Me sentí aliviado cuando sentí a Steve cerrar las cintas del pañal, aún así me negué a abrir los ojos. Sabía que lo único que vería serían las caras burlescas y la mirada de adoración de Steve hacia mí.

Lo odiaba. Podía soportar gritos, golpes, tortura en general. Pero ¿arrullos y mimos? Eso era totalmente diferente. Cuando me convertí en Ironman siempre pensé lo peor, incluso que podría morir. Pero nunca, nunca jamás me imaginé algo como esto. ¿Porque simple no me mata?.

"Vamos cariño, abre los ojos" dijo Steve mientras sentía como me pegaba a su pecho, definitivamente no, "es hora de tu botella, y talvez algo de papilla después para mi dulce niño" decía mientras acariciaba mi mejilla con sus  dedos, como un tipo de arrullo. Maldito loco.

Negué con la cabeza. No quería nada que ver con el. No después de humillarme al cambiarme en público. Ni siquiera era algo higiénico cambiar me en la cafetería. "Vamos pequeño, estoy seguro que no quieres que me enojé, ¿tu quieras que papá se enoje?, créeme que eso solo te causaría un trasero rojo y adolorido" eso es, ahora me amenaza.

Ya estaba harto de todo. Volvi a negar con la cabeza. "Esta es tu última oportunidad" su tono había cambiado, ya no era dulce, este era un tono amenazador, "si no me obedeces te azotare aquí mismo" tiene miedo pero no era un cobarde, abri mis ojos, pero solo para darle una mirada de puro odio. Eso le bastó.

"Suficiente" de un momento a otro me puso boca bajo sobre su regazo, el sentido regreso a mi, quise escapar retorciéndome, un silbido en el aire me advirtió del primer azote que cayó sobre mi pobre trasero. "Ya basta!!!" De un solo tirón bajo mi pañal hasta las rodillas.

Steve no tuvo piedad de mi y me dejó una docena de nalgadas dolorosas, yo quería gritar y pedir le que parará, pero no podía por la mordaza de chupete que tenía en la boca, sentí mis ojos arder, pero realmente sentí el verdadero terror cuando escuché que se desabrochaba el cinturón.

En este punto el trasero de Tony estaba totalmente rojo, pero a Steve no le importo y dejó otra docena de nalgadas sobre las nalgadas de Tony.

Cuando termino volvió a voltear a Tony y sentarlo sobre su regazo sin importar le el dolor de Tony. Rápidamente sacó le saco el chupete permitiendo que Tony sollosara, "ya, ya pasó bebé" dijo mientras envolvía a Tony en un cálido abrazo, el tono de Steve volvió a ser como antes, más gentil, un tono que solo usaba especialmente para Tony, "a papá no le gusta castigar a su bebé, pero si te portas mal papá te tiene que castigar".

Podía sentir las miradas sobre mi, no quería ver a nadie, por lo que me permiti esconder mi rostro en el pecho de Steve, "duele" dije incluso ahora que las  palabras se sentían extrañas en mi boca, hablar hiba encontra de las "reglas" de Steve, pero realmente me dolía mucho.

"Lose bebé, papá ignorará que hablaste, solo porque se que te duele y no quiero que te ahogues con el chupete, pero solo por esta vez" eso me alivió un poco "vamos a limpiar te esas lágrimas y después tomarás tu botella" yo no dije nada, igual no podía hacer nada. Senti a Steve volver a ponerme el pañal en su lugar, eso me hizo sonrojar ya que no me había dado cuenta que tenía el trasero al aire libre.

Ya en la habitación Steve me limpió la cara, incluso me aplico una crema que alivio un poco de el ardor en mi trasero, me dio el biberón y me volvió a poner el chupete.

El cansancio se apodero de mi, así que solo cerré los ojos aún en el regazo de Steve, mientras este me mecia en la mecedora.

Caí profundamente dormido.

19 de enero
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