BABYSITTER || CHRISTOPHER VÉLEZ

CAPÍTULO 8

C:Podía esperar.
__:Quería irme, Christopher.
C:Y yo quería que te quedes solo unos minutos para que comas.
__:Nadie va a quedarse si reaccionas así.

Escucharon los pasos de Nathan, ambos se quedaron en silencio y miraron a la entrada de la habitación.

...

C: Regreso en una hora. No salgan, por favor -su voz se rompió-
__:¿Estás bien? -él tensó su mandíbula y cubrió sus ojos con gafas-
C: Quédense aquí y no salgan por nada ¿Bien? -ella asintió con algo de temor-

Sin más que decir, bajó las gradas, salió de la casa y puso llave.

...

__:Es tarde... ¿Dónde estabas?
C:No te importa -quitó su chaqueta y la dejó en el sofá-
__:Es casi la una de la mañana, Christopher.
C:¿Y qué?
__:Se supone que debía irme a las ocho.
C:¿Por qué no te fuiste?
__:No podía dejar a Nathan solo.
C:¿Dónde está?
__:Le di un vaso de leche tibia y se durmió hace poco.
C:No puedes dejar que se quede hasta tarde.
__:No podía dormir. Dijo que le prometiste que dormirías con él -Christopher suspiró, quitó sus gafas y pasó sus manos por su rostro- ¿Estás bien? -dijo al ver sus ojos demasiado rojos-
C:Si... -se puso sus gafas de nuevo- solo... Fumé algo antes de venir aquí.
__:No hueles a cigarrillo.
C:¿No me crees?
__:Para ser sincera, no.
C:Pues házlo, no te queda de otra -se encaminó a las escaleras-
__:¿Has llorado? -él la miró-
C:Llorar es de débiles, __ -caminó de nuevo-
__: Llorar solo demuestra que tienes sentimientos, Christopher -él giró otra vez-
C:Pues no los tengo.
__:¿No amas a Samantha?
C:Es un pasatiempo, __... Un pasatiempo para dejar de pensar en toda la mierda que pasa en mi vida.

Ninguno dijo otra cosa y él subió a su habitación.
Cerró la puerta y dejó sus gafas en el velador. Quitó su camiseta, la dejó en el piso y entró al baño.
Abrió la llave, tomó agua fría en sus manos y la tiró en su rostro.
Las ganas de llorar volvieron a él, sentía como su corazón se aceleraba y su pecho dolía.
Escuchó el sonido de la puerta, sorbió su nariz y secó sus manos.
Salió del baño y abrió la puerta de su habitación.

C:¿Si?
__:¿Podrías... Prestarme un teléfono?... Por favor -él asintió, salió de la habitación y ambos bajaron-
C:¿Para qué lo quieres? -tomó el teléfono de la sala y se lo dió-
__:Para llamar a un taxi -él le quitó el teléfono y lo dejó en su sitio-
C:¿Vas a irte en taxi a esta hora?
__:Bueno, es la única opción que tengo.
C:¿Acaso quieres morir?
__:N... -él la interrumpió-
C:Si te vas en taxi a esta hora, eso va a suceder.
__:¿Y qué se supone que haga?
C:No lo sé, solo... No puedes irte en taxi a esta hora -pasó sus manos por su rostro y suspiró- ¿Quieres quedarte aquí?
__:¿Aquí?
C:Si. Hay una habitación de huéspedes, puedes quedarte ahí si quieres.
__:Yo... -se quedó en silencio-
C:No te dejaré ir en taxi a esta hora, __. No quiero tu sangre en mis manos -ella asintió y agachó la cabeza-

Él se encaminó al segundo piso y ella lo siguió.

C:En el armario hay algo de ropa -entraron a la habitación- úsala si quieres, la llave izquierda es del agua caliente por si quieres tomar una ducha.
__:Grac... -él giró y la interrumpió-
C: Descanza ¿Si? -ella asintió-

Él se acercó a ella y besó su mejilla.