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capítulo siete. “primero: los consejos.”
Leía.
Después que se fue inmediatamente entré al departamento agradeciendo mucho que Emilia se haya encerrado en su pieza porque de otra forma no sé cómo carajo iba a explicarle porque el novio de nuestra más vieja vecina vino a buscar y más peor y duro hubiera sido explicarle que hacíamos ahí afuera chapando.
Queremos que Pilar nos mate es obvio, ambos.
Me lavo los dientes olvidando de repente que salí del departamento hace media hora por alfajores para comer y solamente pienso en lo que ocurrió minutos atrás. No sé cómo tomarlo, si como victoria o con delicadeza.
No sé que fue, solo sé que era algo que yo venía deseando hace tiempo y que me cuesta creer un poquito que él también quería conmigo... Digamos que yo no soy la mina más intuitiva con los pibes, a mi se me podían estar declarando con otras palabras no comunes y yo estaría pensando en que haría el día siguiente así que no la vi venir. Ni a Fede acercándose a chaparme de esa manera ni en la cosa poco de coherencia que dijo después para irse.
Ya en la cama, miro mi celular, no tengo nada que me importe más que lo que acabo de pasar y solo puedo pensar en su cara y tratar de recordar el sabor de sus labios y demás. Sonrío por primera vez dejándome ser pero me preocupa algo más... Que tiene novia. Y los chicos con novia estaban siendo un tema recurrente en el grupo de mis amigas así que esperaba que no se me pegué a mi también.
{×}
fedegirotti35: Disculpa anoche si me lancé sin más No sé si estuvo bien o que jaja lo único que me alivia es que no me mandaste a la mierda Está todo bien entonces?
Mar lee el mensaje que me mandó cierta persona ayer por la mañana y frunce su ceño para mirarme con una sonrisa a punta de dibujarse en su cara.
—¿No respondiste? ¿O borraste para que no vea ningún de nosotras cuando nos muestres?
Viro mis ojos y le saco mi celular para dejarlo sobre la barra de desayuno para cebar un mate y explicarle que aunque parezca raro, no, no le contesté.
—No sé bien que quiso decirme con eso.
—Que quiere seguir todo así. Obvio. Mejor para él. —contesta y me deja pensando, no respondo y ella ladea su cabeza para fruncir su cara y cuestionar rápidamente—. ¿Por qué no contaste esto la noche que pasó?
—Me daba vergüenza. —admito sin miedos ahora, asiento reconociendo—. Y ayer no se lo conté en la facultad porque Lara ni vos fueron... Aparte, moleste demasiado con Lara y su pendejo con novia para caerle con esto que es casi igual.
—Pero es solo un beso. —se ríe mirándome hasta que se pone seria nuevamente cuando no contesté y rápidamente lee mi mente—. ¿No estarás pensando en seguirle el juego, verdad Leía?
