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capítulo veintitrés. “la sorpresa”
10 de enero.
El humo del cigarrillo que expulsa Marcia me viene directamente en la cara por tercera vez en la noche desde que me senté a su lado así que lo trato de dispersar con mi mano mirándola mal. Ella se sonríe para seguir hablando con Jazmin sobre qué día en específico nos iríamos de vacaciones porque ella se encargaba de confirmar la casa dónde nos quedaríamos.
No soporto el olor a cigarrillo y más cuando estoy pensando que se quedaría en mi cabello así que me levanto de la silla de plástico para ir a sentarme a lado de Lara quién prestaba atención a las indicaciones de la ahora ex colorada Jazmín que volvió a teñirse y ahora era morocha.
—¿Leía vos me estás escuchando, no?
Jazmín cuestiona esta girandose a verme asiento tranquila y ella bufa.
—Esto lo hacemos por vos.
Largo una carcajada haciendo un montoncito.
—Disculpen, yo no le estoy metiendo una pistola en la cabeza para ir a Gesell eh.
Mi amiga pone los ojos en blanco para volver a girarse a mirar a Mar dándole la última indicación.
—Vos te vas a encargar de comprar los pasajes para el micro.
Era la primera vez que no estaba tan emocionada por la llegada de mi cumpleaños a pesar que meses atrás todo esto fue idea mía: pasar mi cumpleaños y de paso días con ellas. Siempre la fue la intención ir un día antes y recibir las doce con ellas pero las cosas se atrasaron no sabíamos si llegábamos a completar para pagar la casa alquilada y por eso tardamos un poco más por lo que recién saldríamos el día siguiente a mi cumpleaños.
Y a pesar que unos días solas en Gesell eran todo lo que podía anhelar no estaba tan alegre y no sabía bien la razón.
Ignoro por un momento la conversación de mis amigas para acercarme a la mesa a juego que tenía con las sillas de plastico Mar en su casa para servirme un poco de gaseosa evitando la cerveza.
No tenía ganas de tomar nada de alcohol aparte que anoche me quedé a tomar unas birras con Emi y Gonza así que hoy pasaba por más que era sábado.
Me dirijo con el vaso a sentarme a la misma silla donde estaba antes evitando a Mar y su humo. Cruzo mis piernas y tomo un trago de la gaseosa observando que ellas todavía hablaban más emocionada que yo por el mini viaje.
Mejor sería continuar callada para no arruinarle nada con mis comentarios.
Como si fuera que necesito algo como para pensar mi celular comienza a vibrar en el bolsillo de mi short así que como puedo lo saco. Mira quién.
