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capitulo treinta y uno. “arrepentimiento”
16 de febrero.
Federico.
El entrenamiento termina y siento alivio. No era mi mejor dia aunque podria decir que ultimamente no tenía dias buenos pero hoy lo sentí más porque no veía la hora en cada minuto de que terminé este turno lo más rápido posible.
Mi primera acción al ingresar al vestuario es la misma de siempre tomar mi celular para ver si no tenía algún mensaje importante o alguna señal de ella. Leía. Desde esa tarde que la enfrenté no hay un día que no piense en ese momento por lo menos por cinco minutos, dándole vuelta como si fuera que la misma Leía me haya hecho algo para que no pare con ese tema.
Lo que ahora me daba gracia es que ella ni siquiera me hablo y en el momento eso me enfureció más porque pasaron muchos días y cien veces pensé que para ella no fue nada, seguro andaba en lo suyo, una nueva, quién sabe con su nuevo amigo que justamente era la persona que sabía que nosotros teníamos algo. ¿Si pensaba que tenían algo? Todo podría ser. Leía se metió con unos de mis amigos así que la veía posible.
Todos esos pensamientos se mantienen por unos tres minutos dónde ella es la mina más forra que conocí pero segundos después caigo que tal vez yo sea ése. Tenía novia, no una novia reciente, de años, Pilar y no sé merecía incluso que siga dándole vuelta al tema cuando yo mismo le dije a Leía que estaba harto.
Y harto no sé de qué porque cuando dije eso solo busque las palabras para que le toquen el corazón a Leía, no estaba harto de ella. Si me encantaba pasar tiempo o tener a escondida eso que teníamos, me gustaba ella y todo en si como era pero cada vez que pienso en ella y Nacho la cabeza me dice que debería pensar todo lo contrario.
Justo como la trate ese día, volví al departamento y me sentí que hice lo mejor en meses porque Pilar no sé merecía que la esté cagando con alguien. Hice bien, un bien entre nosotros pero vivía pensando cuando cerraba los ojos y no podía dormir que si hice bien ¿por qué no me sentía tranquilo? ¿por qué me sentía incompleto? era fácil, no hablar o verla me estaba matando de a poco.
Lo que más me mataba era su total indiferencia, su no hablarme o rogar... Sí pensé que lo llegaría a hacer y tal vez eso me hacía pensar tanto toda la situación. No le importo es por eso. Pienso mucho en eso y el lado razonable de mi cabeza me dice que eso es imposible que sea así porque ella fue la primera que me dijo la palabra importante, que es que me quería.
Trato de disimularlo en Mendoza pero se que lo dijo en serio, yo también se lo dije en serio y no sé por qué pero sentí que eso quería decirle ahora siento que eso que dije era verdad sino porque me molestaba tanto no verla o que ella no me busque. Llegó a la conclusión final que me equivoqué muchísimo en comenzar algo con ella a escondida porque me pasa muchas cosas con ella que no son correcto porque se supone que la única persona que me debería importar tendría que ser Pilar, pero no es así.