Capitulo 31

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PDTA: Lamento demorarme en subir el capitulo, pero aqui esta ;) 

El primer día de clases tras la gran revelación había concluido. Camila estaba agotada de quitarse de encima a cuanto moscardón pasaba junto a ella. Estaba segura de que era un complot para irritarla hasta volverla loca de histeria. Estaba al borde de un ataque psicótico que no beneficiaría a nadie.

Tras quitarse de en medio al último conquistador que quiso hacer el milagro de seducirla, se sentó junto a Austin en el césped, en la zona de siempre. Se apoyó sobre el árbol que prácticamente tenía marcado como de su propiedad, y suspiró exasperada.

- La culpa la tienes tú por venir vestida así -le acusó Austin risueño.

Había decidido que era una tontería seguir fingiendo lo que no era. Pero tampoco se sentía muy cómoda yendo muy arreglada. En realidad, no iba nada arreglada, se dijo mientras se miraba de arriba abajo. No llevaba ni una pizca de maquillaje, unos vaqueros gastados y una camiseta simple de tirantes. Era posible que la camiseta se ajustase a la perfección a su cuerpo y que los vaqueros fuesen una segunda piel, pero ella no consideraba que eso fuese suficiente para el escándalo que todos le estaban armando. Decidió dejarse el cabello suelto porque al menos así podría cubrirse un poco y que no viesen la cara de cólera que tenía. Pero su acompañante no tuvo problemas en darse cuenta.

- Aún no me creo que Lolo te descubrió -afirmó Austin sacándola de su irritación.

Sí, la descubrió ¡La descubrió por completo! Y Camila a ella. Y le encantó lo que vio, tocó, besó, acarició,... Tenía que dejar de pensar en Lauren así porque solo se hacía daño. Solo eran amigas. Y ni eso estaba a salvo aún. Tendría que esforzarse mucho para mantener su amistad. Sabía que Lauren era muy comprensiva y la perdonaba por todos sus engaños. Pero no lo olvidaría. Estaba segura de que acabaría teniendo malas consecuencias para su relación.

Lauren estaba algo nerviosa por ir al encuentro de su amiga. Sabía donde encontrarla. Llevaba toda la mañana escuchando comentarios de todo tipo sobre su apariencia, así que supo que no la encontraría con una de sus camisetas viejas precisamente.

Y así era. En la distancia la distinguió sin problema. Apoyada distraídamente sobre su árbol favorito, con el cabello brillante haciéndole la competencia al sol. Era tan hermosa que no debería ser aconsejable mirarla durante mucho tiempo, si quería mantener su salud intacta. Se veía triste. Cuando un grupo de novatos se acercaron a ella y minutos después salieron despavoridos, supo qué le pasaba. Estaba harta de que todos la juzgaran por su físico. Comenzaba a entender por qué había mentido. No le gustaba ser el centro de atención como al resto de superficiales que ella conocía.

¡Esa si era su Camz!, se dijo orgullosa Lauren, mientras seguía observándola. Pero a continuación su alegría se evaporó al verla apoyar su cabeza sobre Austin y este besarle la frente. Ella estaba demasiado bella para que un contacto como ese fuese amistoso. Lo fuese o no, a ella no le dio tiempo a recapacitar, cuando ya estaba frente a ellos con el ceño fruncido.

- ¡Hola! ¿Interrumpo? -espetó secamente Lauren.

- Sí, el Sol. Me lo tapas -respondió Austin haciendo un gesto para que se moviese.

Camila se quedó petrificada al escucharla. Se veía tan bella allí, como una roca parada frente a ellos. Parecía una diosa con el sol a su espalda. Tuvo que contener la respiración con esa imagen. Pero mantuvo la compostura y solo fue capaz de mirar a Austin tras su pequeña broma. Este notó la tensión en el ambiente y se excusó, poniendo tierra de por medio.

Pasaron unos minutos incómodos y Lauren se sentó junto a ella. Se suponía que debería actuar como siempre. Pero se le olvidó cómo se hacía. Suspiró frustrada e intentó buscar un tema de conversación. No lo encontró.

Era la primera vez en sus vidas que la presencia de Ariana dirigiéndose hacia ellas las alegraba. Y Camila parecía igual de feliz, al menos, sonriente.

- ¡Oh, Camz que cambio! ¡Estás muy... bien!

¿Bien? Ella diría espectacular, preciosa, bellísima, más hermosa que una diosa bajada del Olimpo. Tenía que dejar ya de fantasear con Camila. No era correcto que pensase así de su amiga. Aunque Lauren tuviese razón y fuese la mujer más guapa del planeta.

- Sí, gracias -contestó Camila con media sonrisa- De vez en cuando es bueno ponerse mona para recordar que no soy uno más de los chicos. Claro está, no pienso levantarme dos horas antes para ponerme cinco capas de maquillaje para que no me reconozca ni yo en el espejo.

- ¿Insinúas algo? -preguntó irritada Ariana.

- ¡Claro que no! Si es más que obvio que los dos dedos de raya negra en tus ojos y los dos kilos de colorete, son de lo más naturales en tu cara -respondió sarcástica.

- Eres una... -intentó decir furiosa mirándola como si la quisiese asesinar- Sin duda hacen una pareja perfecta -espetó iracunda- Una impotente y una mustia que se cree femenina por ponerse un top por primera vez en su vida ¿Lo has hecho para ligártela? Todo el mundo sabe que estás enamorada de ella ¿Crees que así te echará más cuenta?

- Con tu primo funcionó -contestó Camila sonriente.

- ¡Zorra! -insultó furiosa.

- Gracias. Se hace lo que se puede -replicó la castaña burlona.

Lauren estaba acostumbrada a escuchar a su amiga burlarse de Ariana, con ingeniosas réplicas. Pero sabía que esta vez no todo era mentira. Sabía que ella había tenido algo con Joaquín. Era consciente de que Camila no pretendía seducirla, se había vestido así porque estaba harta de ir disfrazada. Comparada con la ropa que le había visto ese fin de semana, en ese momento, parecía una monja. Y aunque le irritó el verla tan a gusto con el tema se relajó al notar como se lo tomaba a broma.

Ariana no sabía cómo responder. Solía pasarle con mucha frecuencia. Lo normal era que Lauren acabase saliendo en su defensa y le parase los pies a Camila, para que no se mofase en exceso. Pero ya había perdido los favores de Lauren y eso la irritó más. Haciendo que su foco se desplazase hacia ella.

- ¡Que patético! Como no puedes excitarte con una mujer de verdad te buscas a una medio hombre como ella -espetó Ariana sofocada.

- Bueno -empezó a decir Lauren buscando la mirada de su amiga en señal de aprobación. Al obtenerla prosiguió- no puedo quejarme. No le cuesta ningún trabajo ponerme a tono -replicó orgullosa colocando sus manos cruzadas sobre la nuca.

Camila no pudo evitar soltar una carcajada. No solo por la cara de espanto de Ariana sino porque era cierto. No recordaba ni un minuto seguido en el que su miembro no hubiese estado erecto desde que se metieron en la cama. Ni fuera de ella.

- Ya te dije Ari. Yo que tú, iba al médico ¿Cómo es posible que un chica con tanta potencia sexual no... Funcionará contigo? En serio, yo que tú me lo miraba -se burló Camila.

Ambas estallaron en risas al ver a Ariana alejarse. Lauren se acercó a ella y como siempre que estaban de broma le zarandeó suavemente la cabeza. Pero como esta vez llevaba el cabello suelto, una maraña castaña le cubrió el brazo como si quisiese devorarla.

Lauren dejó de reír aunque no de sonreír y la observó mientras se colocaba bien el cabello. Le gustó el tomarse a broma lo que hubo entre ellas. Nadie sabía que era verdad, así que podían bromear cuanto quisiesen. Parecía el tema perfecto para empezar a reconstruir su amistad.

- ¿Así que tengo mucha potencia sexual? -preguntó burlona mientras enmarcaba una ceja.

- Sí, es que pensé que si con ella fuiste... incapaz, iba a quedar poco creíble que dijera que conmigo tuviste eyaculación precoz -bromeó ella sonriente.

- Yo nunca he padecido de tal cosa -espetó irritada.

- Oh, vaya ¿Para ti ese es tú tiempo normal? -preguntó con fingido asombro.

- Serás...

Lauren se le abalanzó haciéndole cosquillas sin parar y despeinándola ante las miradas atónitas de todos a su alrededor. Pero les daba igual. Podrían superar lo sucedido entre ellas. Habían sido capaces de hablar sobre el tema e incluso, bromear. Y había algo más, una nueva intimidad que solo ellas dos entendían y conocían. Ya no había nada de lo que no fuesen capaces de hablar.

Amigas Desconocidas (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora