Advertencia;
Este capítulo puede contener temas un poco fuertes, y tal vez un poco de lenguaje vulgar.
🌙🌙🌙🌙🌙Endymion era un rey bastante exigente.
Le gustaba que todo fuera impecable, desde el color de los pisos hasta el aroma del lugar.
Era exigente en absolutamente todo, y por supuesto, muy detallista.
Jamás le gustaba quedar mal frente a nadie.
Cuando era joven, se crió solo, sus padres habían muerto y él había quedado completamente solo, lo cual lo hizo esforzarse el doble de lo que un niño normal lo haría.
Tal vez de allí venía su exigencia.
Lo que otro hacía, él podía hacerlo mejor. Siempre había sido así.
A medida que creció, las cosas se torcieron un poco. Mamoru Chiba descubrió que era el príncipe Endymion y desde allí sus expectativas para él y para todos crecieron hasta pasar el cielo.
Endymion en su vida había sido joven e irresponsable, se había enamorado de la preciada princesa de la Luna, y había perdido su vida por intentar ayudarla.
Su historia en sí, desde la perspectiva de Mamoru no era muy romántica, se habían conocido solo en un banquete y luego era un amor que se basaba en la admiración más que en el conocerse. Serenity y Endymion no se habían enamorado por sus mentalidades, tampoco por sus dones o por sus encantos. Solo era un encanto del momento. Endymion del pasado era tonto, irresponsable y caprichoso, el quería a aquella princesa solo por su bonita apariencia, porque no se había dado el tiempo de conocerla, y había sacrificado su vida en un acto de impulsividad.
Para el Endymion actual, la vida de Serenity y Endymion del pasado había sido el típico romance cliché, basado en expectativas y sueños efímeros.
El amor no era solo eso. Para el Endymion actual, el amor se trataba de una conexión mental, como una especie de click en la cual ambas piezas encajaban ya sea por gustos, conocimientos.
Se trataba de enamorarse de una mente, no de un cuerpo.
Cuando Mamoru y Usagi comenzaron a salir, Mamoru supo que ese tipo de conexión no existía entre ninguno. Usagi era llorona, mala en el estudio, caprichosa, torpe y para nada inteligente.
No podía compartir charlas porque a ella no le interesaba el tema o no entendía.
Eran completamente opuestos.
Sin embargo, Mamoru ya conocía el pasado y el futuro cuando se dió cuenta de aquello, y no tenía otra opción más que aceptarlo.
No podía perder su oportunidad de ser Rey.
Y tal vez, con un poco de esfuerzo y presión Usagi cambiaría.
Así que luego de volver de su viaje a Estados Unidos, Mamoru se dedicó a corregir a Usagi y formar por su cuenta, creando así el prototipo de mujer perfecta para él.
Aquella que era educada, inteligente, amable, bondadosa, y con excelentes modales.
Mamoru sabía que estaba reprimiendo a Usagi casi al 100%.
Pero si ella iba a ser reina, tenía que ser perfecta. No podía dejar que ella lo avergonzará.
Llevó algo de tiempo, pero consiguió su meta.
Y Usagi se había convertido al fin en Serenity, una reina hecha y derecha.
Sin embargo, una vez que estuvo sentado todo Tokyo de cristal, el trono y demás, las cosas se habían complicado.
Fue en un viaje de Serenity a la provincia del Noroeste, que Setsuna decidió confesarse a Endymion.
La guerrera del tiempo era hermosa, tenía un precioso cuerpo y siempre había sido atractiva para Endymion, quien siempre había visto sus indirectas miradas.
Y nada justifica un engaño, pero Endymion aparte de Rey era hombre. No podía rechazarla. Mejor dicho, no quiso rechazarla.
En ese tiempo, al estar tan ocupados ambos, la relación entre Serenity y él se había enfriado un poco y ya las cosas no eran como antes.
Y esa noche se terminó enredando con ella. De capricho, de impulsivo.
Fue solo una noche, Endymion había decidido que sería solo esa noche y nunca más.
Setsuna juro que no diría nada.
Al regreso de Serenity se supo que la reina estaba embarazada.
Fue alrededor de unas semanas antes que ellos habían tenido relaciones.
Al parecer, fue ese día en el que ella quedó embarazada.
Se celebró un hermoso banquete de felicitaciones.
Setsuna no asistió, se dijo que ella tenía trabajo en las puertas del tiempo.
Endymion lo ignoro. Al final, aquella dama era así, solía ir y venir a su gusto, siempre estaba lejos de todos y todas en el Reino. Sola en su propia dimensión.
Fue un mes después que Serenity comenzó a extrañarse al ver que ya no se presentaba a visitarlas. Había días en los que se reunían todas las Sailors a disfrutar su día libre, Setsuna muy pocas veces se ausentaba.
Endymion se dio cuenta que las miradas hacia el que le dirigían Haruka y Michiru no eran las mismas de antes. Aquellas llenas de respeto y admiración que solían regalarle se volvieron unas de asco, decepción y enojo.
Endymion nunca le comentó a Serenity.
Era bien sabido que las Outer Senshi eran cercanas entre ellas, era probable que Setsuna les hubiera dicho.
Una de esas tardes, Serenity le comentó su preocupación a Endymion por la falta de la guardiana. Dijo que iba a ir a visitarla. Pero Endymion se ofreció a ir en su lugar, alegando que Serenity tenía mucho trabajo y tenía que descansar.
Serenity, ajena a todo, acepto.
Y Endymion había tomado esa decisión debido a que algo le decía que tenía que ir él antes que Serenity.
Y eso hizo, tomó la llave del tiempo y se dirigió a la dimensión aparte de Sailor Plu.
Allí ella no estaba, así que optó por transportarse a su planeta. Y fue allí que la encontró.
La joven de cabellos verdes que se encontraba en el jardín de rosas bordo típico de Plutón, estaba tarareando una canción, mientras acariciaba su pequeño vientre abultado sentada entre las flores.
Endymion lo supo. Pero quería confirmar.
— Setsuna. — la llamo fríamente, sin apartar los ojos de su vientre.
— Majestad. — asustada, Setsuna se levantó, cubriendo automáticamente su estómago a modo de protección.
— ¿Qué significa esto?— aquel tono frío podía hacer temblar a cualquiera, y los ojos asesinos del rey no fueron indiferentes para la joven.
— Estoy embarazada. — murmuró, era obvio, por supuesto, pero él buscaba una confirmación. Setsuna comenzó a derramar lágrimas, pensando que Endymion asesinaría a su bebé.
No había sido culpa solo de ella. Él también había sido responsable. Sin embargo, ella solo era una guardiana. Tal vez una antigua princesa de un reino destruido. Ese bebé nunca podría ser aceptado. Ni por el rey, y por supuesto que jamás se lo mostraría a la reina, quien además era su amiga.
Había traicionado a una de sus mejores amigas.
Y por el capricho de una noche.
Admitir frente a Serenity tal horror, la llenaba de vergüenza. No podía arruinar aquel futuro por el que habían peleado tanto.
— Es mío entonces, ¿Verdad?— preguntó Endymion.
— Si, lo es, majestad.
— Agradece que todavía necesitamos de tus poderes, porque ya deberías estar muerta por cometer semejante atrocidad.
— Usted dice eso, pero no fui la única responsable.
— ¿Estás diciendo que fue mi culpa? ¿Una guardiana como tú? Deberías conocer tu lugar, Setsuna. Mi palabra vale más que la tuya. Deberías haber asesinado a esa criatura al momento de saberlo.
— No podía, esta criatura es el fruto de nuestro amor, majestad.
— ¿Amor, dices? Amor es el que tengo por Serenity, tú solo fuiste una aventura de una noche.
— Si la hubieras amado, en primer lugar no te habrías involucrado conmigo, y esto no habría sucedido.
— Deberías cuidar lo que dices, cualquier palabra podría ser usada en tu contra. Y de ahora en más, evita visitar el palacio, quédate aquí y que nadie te vea. Luego veré que haré con ese niño
— Lo criare yo sola, no te pediré nada. Porfavor no le hagas nada.
— ¿Crees que sería normal que tú aparezcas con un niño?¿Que dirás? ¿Que lo adoptaste? No seas ridícula. Haré un reemplazo de tu imagen. Tu te quedarás aquí de ahora en más. Y te juro que si alguien llega a saber de esto, me haré cargo de ti y del niño. Recuerda que mis palabras son más fuertes que las tuyas. ¿A quien le creerán? ¿A ti, una simple guardiana, una ramera que traicionó a su reina y amiga? ¿O a mi, el mismísimo rey?
Setsuna sabía que sus palabras contra la de él no eran nada. Sabía de las consecuencias de traer a ese niño.
Por supuesto que pensó en abortarlo, pero a fin de cuentas, era especial para ella, incluso esa noche, aunque había sido fugaz había sido especial para ella. Endymion la había hecho sentir querida como nadie le había hecho sentir, y aquel vacío que la seguía desde siempre había desaparecido.
Y ahora ese vacío desde que había sabido que estaba embarazada había sido reemplazado por calidez y amor.
— Te lo vuelvo a decir, Sailor Plutón. Conoce tu lugar, y si sabes los que es mejor para ti y esa criatura, no hagas nada estúpido. Tu cabeza puede ser cortada en cualquier momento.
Tras decir aquello, Endymion se retiró lleno de furia,by Sailor Plu sintió su corazón romperse, mientras derramaba calientes lágrimas.
"Lo siento, bebe" murmuró, mientras acariciaba su estómago. "Siento que esa sea la primera imagen de tu padre que veas".
No esperaba abrazos, mimos, ni regalos
Esperaba comprensión, tal vez alegría.
Ni en sus mejores sueños podía soñar con un banquete de celebración como el que había festejado la reina días atrás.
Pero tal vez, estúpidamente esperaba comprensión y amabilidad.
Al menos así era el rey que amaba.
Pero al parecer, había sido una fachada.
Endymion se teletransporto de nuevo a la tierra y fue al cuarto de su mujer.
Serenity se encontraba en la cama, leyendo un libro y comiendo manzanas en forma de conejo*
— Hola— saludó dulcemente. — Tu rostro se ve pálido, ¿Estás bien?
— Si, estoy bien. Solo quería verte. ¿Están bien?
— Por supuesto. Estamos bien. — asintió mientras acariciaba su pequeña barriga.
Endymion se dejó caer al lado de la cama de Serenity y sujetó su mano en silencio, ella lo observó extrañada.
— ¿Y tú?¿Estás bien?
— Si, solo un poco cansado.
— No luces bien, deberías acostarte. ¿Sucedió algo con Plu?— Endymion trago saliva.
— Si. Dijo que dejara las puertas por tiempo indefinido. Que tiene cosas que hacer en su planeta y es por eso que tardará un poco en volver.
— Está bien, Plu siempre trabaja duro. Necesita descanso.
— Yo le dije lo mismo.
Los días pasaron y el reemplazo de Plu pronto llegó.
Una guerrera, que hablaba igual que Plu, se comportaba igual que Plu y lucía igual que Plu. Creada con magia de alta tecnología.
Era un clon, perfecto, exacto.
Había salido mucho dinero, pero a fin de cuentas, era perfecto.
Endymion la recibió.
— Serás el reemplazo de ella ahora.
— Por supuesto, majestad. — Endymion sintió escalofríos. Ella era idéntica y tenía consciencia propia.
— Pronto llegará la reina, será la prueba de fuego. Y evita estar mucho tiempo con Neptune y Uranus, ellas tal vez noten algo.
— ¿Por qué lo notarán? Tengo compaginadas las memorias de Plu, los recuerdos y todo sobre ella. Haruka y Michiru son sus amigas, no puedo alejarme de ellas o será sospechoso.
— Está bien.
En ese momento, las puertas se abrieron,la pancita de Serenity había crecido un poco más.
La falsa Plu se arrodilló, actuó como Plu, y nunca nadie descubrió nada.
El plan había sido perfecto.
Sin embargo, a veces las cosas pueden torcerse, y fueron unos meses después en los cuales el embarazo de Serenity comenzó a complicarse.
Su pancita no crecía, el feto tenía desarrollo lento.
Serenity siempre fue positiva.
Pero aquel bebé nació muerto al final. Ni todo el esfuerzo, ni todos los sacrificios sirvieron.
Y por si las dudas, en medio de su desesperación, Endymion había ideado un plan de respaldo. Serenity se había desmayado en medio del parto, Setsuna estaba dando a luz en ese mismo momento.
La bebé que había dado a luz Setsuna era igual a Pequeña dama. Sus ojos rojos, su cabello rosado. Endymion lo había comprobado hace pocos segundos.
Y uso magia. Cambio a los bebés, dándole el bebé muerto a Setsuna y el bebé vivo a Serenity.
Cuando Serenity despertó, encontró a una preciosa falsa pequeña dama. Pero como esa Serenity ya no conocía el futuro, no pudo notarlo.
Para ella era la pequeña dama que había visto en el pasado.
Y Setsuna cuando despertó encontró a un bebé de cabellos oscuros muerto.
Por supuesto que jamás se supo su color de ojos.
La culpa quedaría siempre con Endymion, el secreto sería llevado a la tumba. Pero nunca nadie lo sabría.
O eso creía.
Pero Haruka siempre había estado un paso adelante. Y Endymion había olvidado que Neptune tenía un espejo en el que veía el futuro.
Ellas sabían todo. Desde la mentira hasta la resolución del rey.
Y fueron cómplices, porque nunca pudieron decir nada por miedo a perder a su reina, a herirla más de lo que ya estaba.
La estabilidad, la paz, todo sería consumido.
Así que ahora solo quedaba apoyar a Serenity y cambiar ese futuro en el que casi todo ya estaba perdido.
Porque luego de las decisiones del rey, el destino se había torcido de sobremanera.
Aquella oscuridad que habían alejado se estaba acercando de nuevo.
Las mentiras no duran para siempre.
No hay mentira que la verdad no haya salido a la luz. Ni antes ni después.
Y todo por un capricho egoísta del rey.
Así que la única opción que tenían, era llevar el secreto a la tumba y evitar ese oscuro futuro.🌙🌙🌙🌙
Admito que este capítulo para mí fue bastante difícil de escribir, quiero aclarar que no odio a Mamoru, ni nada, nuestro Mamoru de acá, es completamente diferente a nuestro Mamoru real, este Mamoru torció su personalidad en base a la interferencia que hizo Chibiusa al viajar el pasado.
Es bien sabido que cuando se interfiere entre las líneas de espacio tiempo, siempre hay cambios, es el famoso efecto mariposa.Efecto mariposa; Según el efecto mariposa, cualquier pequeña discrepancia entre dos situaciones con una variación pequeña en las condiciones iniciales, acabará dando lugar a situaciones donde ambos sistemas evolucionan en ciertos aspectos de forma completamente diferente. Eso implica que si en un sistema se produce una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande a corto o medio plazo. Es un concepto de la teoría del caos.
🌙 Manzanas en forma de conejo* Estas son las que come Serenity. Son básicamente manzanas cortadas como conejitos, las usan mucho en Japón para los Bentos ♥️.
y eso es todo, espero que no me odien por escribir al villano Mamoru :(. Gracias por leer, de verdad.
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«El destino estaba marcado, pero todavía te amo.» (SeiyaxUsagi)
Fanfiction- Mamá, ¿Qué es aquello que siempre observas a través de la ventana?- Preguntó inocentemente una pequeña niña de ojos rojos y cabello rosa. La joven dama vestida de blanco con cabellos plateados y ojos zafiro se volteo, sonriendo cálidamente. - Me g...