Tu Propiedad

Bitch, please

— ¿Qué quieres? Ambas sabemos que la prensa pudo haberte dado mucho dinero por esta mierda — Le dije fulminándola con la mirada

Ella bufo, metió la mano en su bolso y temí que sacara algo más, pero no, solo saco una cajetilla de cigarros

Rode los ojos

— Aquí no se fuma, guarda eso — Le dije mirando de reojo su vientre abultado

Pobre criatura

— Se que la prensa me hubiera dado mucho dinero, pero... — Su mirada se perdió y sus gestos se suavizaron

Pareció pensativa, sus ojos comenzaron a tener un brillo que no tenían antes, finalmente ella soltó un suspiro y volvió a la cara de perra que había tenido desde el principio, negó con la cabeza y finalmente dijo:

—...la imagen de Ares se hubiera ensuciado

Fruncí el ceño y cuando nuestros ojos se encontraron ella apartó la mirada con un gesto extraño, entonces lo supe

Ella estaba enamorada de mi boxeador, quise reír y gritarle

— Necesito dinero — Dijo ella mirándome con una mirada de desagrado

Perra

— Pídeselo a Ares — Le dije sin expresión alguna en el rostro volviendo mi atención a los papeles que tengo pendientes de entregar

— No puedo, no quiero que el me vea...asi — Dijo mirando su estómago abultado con asco, pero su mirada se ilumino, me miro como se hubiera tenido la mejor idea del mundo

— Ni lo pienses, Ares tiene inyectado un RISUG — Le dije rodando los ojos con fastidio

Ella me miro con mala cara, su mirada de amargura y desagrado volvió a pintar su rostro como si todas sus esperanzas hubieran muerto

— Solo págame y me voy — Dijo con fastidio

Deje los papeles intentando canalizar mis emociones dentro de mi para mantener la calma frente a esta lunática

— ¿Como sé que no tienes más copias? — Le dije con desconfianza

— Escucha, estoy desesperada, no tuve dinero para abortar a esta cosa, solo quiero dinero para irme lejos una vez nazca, quiero comenzar otra vida lejos de aquí, sola, no quiero volver a ver a nadie de mi pasado — Su tono fue de completa desesperación

Sus manos habían comenzado a temblar y sus ojos a llenarse de lágrimas, su respiración se fue haciendo cada vez más rápida

Mierda

Lo último que me falta es que muera aquí, que horror, será mejor acabar con esto de una buena vez por todas, Ares me las va a pagar muy caro

Ya verás, boxeador

— Bien bien, ¿Cuánto quieres? — Le dije sacando el tablón de cheques de mi bolso, al no obtener respuesta levanté la vista hasta que nuestros ojos se encontraron

Ella parecía sorprendida, y si, debiese estarlo, porque normalmente la hubiera enviado al demonio, pero ahora tengo cosas que hacer y no estoy de humor

— ¿Entonces no quieres nada? Bueno puedes...

— 2,500 dólares — Dijo interrumpiéndome

Alcé una ceja, bueno, no había pedido tanto como había calculado, me encogi de hombros y procedí a hacerle el cheque correspondiente

Que tonta

— Aquí tienes tu cheque, ahora lárgate de aquí y no quiero volver a verte — Le dije dejando el cheque en el escritorio, justo enfrente de ella