Caos

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— Mierda — Masculle

Ares se separo de mi y camino rápidamente junto a los oficiales, Alaric salió de entre la multitud siguiéndolo de cerca, Emma comenzó a llorar tomando mi mano, ambas nos acercamos para escuchar algo 

— Escúcheme Señor, ya le dije que no puedo hacer nada, solo intento hacer mi trabajo así que por favor déjenme llevarla y en la comisaria podremos resolver esto — Dijo el oficial intentando meter a Mónica en la patrulla pero el gran cuerpo de Ares no se lo permitía 

Mierda

Mordí mi labio con nerviosismo, lo ultimo que necesito es que también se lleven a mi boxeador, no puedo ni imaginar el escandalo que eso causaría, seguro lo sacan del torneo 

JODER!

Tome la mano de Ares y como pude lo saque del camino del oficial, el me miro confundido y dispuesto a volver a por Mónica pero lo detuve poniéndome frente a el y abrazando su cintura 

— Amor, tranquilízate, no vamos a resolver nada llevándole la contrata al oficial, el solo hace su trabajo, lo solucionaremos — Le dije en un tono increíblemente calmado 

Ares mire hacia el oficial con el ceño fruncido, cuando nuestro ojos se encontraron hice un puchero y deje un beso en su pecho, su cuerpo se relajo lentamente y finalmente sus brazos me rodearon también con gesto protector

— Voltov, lleva a las damas a la comisaria, yo me iré con Mónica — Ordeno Alaric subiendo a la patrulla mientras hablaba con el oficial 

Ares me condujo a su camioneta, al girarme Emma estaba siendo escoltada detrás de nosotros 

Nos montamos en la camioneta siguiendo a la patrulla de cerca, sin darme cuenta comencé a morder las uñas de miaño con nerviosismo

Nunca había estado en una comisaría antes

La cálida mano de mi boxeador me hizo dejar mis uñas en paz y sin importarle la baba que estas pudieran tener entrelaza nuestro dedos dejando nuestras manos en mi muslo

— No te muerda las uñas, niña mala — Me regaño con una claro tono de diversión

Lo fulmine con la mirada mirándolo embozar una hermosa sonrisa santurrona

— Yo soy una niña buena — Murmure cruzándome de brazos

Ares soltó una risa ronca a mi lado, mire a Emma por el retrovisor quien miraba por la ventana absorta en sus pensamientos

Me gire y le di un apretón a su mano, ambas nos miramos en silencio

— Vamos a sacar a esa revoltosa de allí, no te preocupes — Le dije intentando tranquilizarla

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