OLIMPO CAÓTICO [Minjeong] [Editando]

CAPÍTULO 3

Luego de ese encuentro y de que el mayor hubiese conocido al hijo de Artemisa, todos los mortales habían armado el mejor momento para el famoso "chisme", convirtiendo el lugar casi en un mercado donde las personas iban de lado a lado, mirando a aquel chico de belleza sin igual como si éste fuera la misma manzana dorada que inició la discordia entre las tres diosas más famosas, Hera, Atenea y Afrodita, por Eris, la famosa Diosa de la Discordia. Por lo que ahora, entre bulla y murmullos, estaba aquel hijo de Hades tratando de concentrarse en el ejercicio puesto en sus narices, en frente de todos ellos, mientras a su lado el menor estaba conversando con Changbin, en otra carpeta, luego de haberse molestado con el mayor, y alejado por su propia decisión.

¡¿por qué con él?¡ ¿por qué no con un duende del bosque? ¿Por qué no con un Dios como todos en el Olimpo? ¿POR QUÉ CON UN HUMANO?

Pensó el mayor, y no evitó desprender de su cuerpo el fuego azul del infierno, mientras mordía su lápiz con furia, logrando que muchos cerca de su presencia sientan necesidad de hacerse pipí.

- Nunca lo había visto así

En realidad ni cuando se presentó desnudo en el Olimpo por culpa del hijo de Eris lo hizo.

Habló por otro lado, sentado en otra carpeta, el hijo de Atenea, mientras sonreía levemente ante aquel semblante visto en su primo.

- Pero no puedo negar que se ve gracioso -rió adorablemente logrando que el hijo del dios de los mares a lo lejos sintiera su corazón inundarse de pececitos bonitos, cosa que sintió sin dudas el menor- .... ¡Hyunjin! El agua en el piso, ten cuidado

Alarmó a éste, quién inmediatamente se escondió detrás de su mejor amigo y primo, el príncipe dios hijo de Hermes.

Hyunjin: S-sí, l-lo siento Lixie, no volverá a pasar -habló el mayor disculpándose como treinta veces más, antes de que una ráfaga de viento pudiese entrar con la llegada de uno de los Dioses más conocidos del Olímpico, Zeus- tío...

Murmuró casi escondiéndose como una comadreja. Mientras que los demás chicos en aquella aula, observaban al gran Dios en su forma humana, con ese brillo especial; bueno, al menos los que eran humanos, porque los ya hijo de Dioses y semidioses, sabían en sí como era éste, por lo que ya ni les sorprendía su llegada.

Zeus: Bienvenidos al primer día de escuela chicos -pronunció con una mirada sin igual, causando y logrando que muchas muchachas del lugar suspirasen al ver dios supremo del Olimpo- espero llevarme bien con todos aquí

Y ya empezó...

Pensó el hijo de Afrodita, al mismo tiempo que sus demás primos, quienes suspiraron al mismo segundo. Más el pequeño no quería seguir mirando aquello, ni escuchando a su acompañante a su lado, por lo que quiso salir de aquí a cualquier precio, por lo que vio una buena jugada a coquetear con alguien ahí, sabiendo bien lo que quería.

Jeongin: Hey tú~ -susurró a aquel semidios, listo para atraer a su presa mayor, mientras el hijo de Artemisa a su lado rodaba los ojos al darse cuenta de sus oscuras intenciones- ¿acaso caíste del cielo? Porque creo que he visto un Ángel caer ante mis ojos~

Le guiñó, más aquella frase sólo terminó por hacer llorar casi al nieto de Apolo, quién no hizo más que salir llorando de ahí por esas simples palabras, dejando a todos más que centrados en el menor, sin saber que hacer

Jeongin: pero- por Zeus, que bebé -rodó los ojos antes de dar un salto por el reglazo que sintió darse frente a él, resonando el sonido echo en la mesa- ¿uh? ¿Pero qué le pa-

Más al darse cuenta de quién era, sus palabras se detuvieron por completo, tragando saliva. Estaba en problemas, de seguro. Su mamá iba a ser un lío por ello, y qué hablar de su padre, haría temblar toda la tierra entre guerras. Pero rayos, ya ni le interesaba, por lo que sólo se sentó con los brazos cruzados, sonriendo dulcemente al mayor, sacando una sonriS disimulada de su primo Minho.

Ven abuelito, no te tengo miedo

Zeus: ¿Acaso estaba disfrutando eso? -pronunció acercándose al menor, colocando la regla abajo de la barbilla de éste.

Mucho, mucho, no sabes cuánto

Más fue lo único que pensó, ya que al darse cuenta de haber pensando eso, solo mordió su lengua por el asco.

Sueno como mi madre

Suspiró antes de ver a alguien a su lado interceder.

Minho: Disculpe la interrupción

Habló su primo. Por lo que el menor sólo volteó a verlo sorprendido. Acaso, ¿El gran hijo de Hades lo estaba ayudando?