Al ver desde lejos a los hijos de los dioses esperándolo fuera del templo de la hija mayor de Zeus, la engreída y su tía, no evitó incrisparse como un gato en su mismo sitio. Porque no tenía ni la mínima idea de que todos iban a estar, cuando al principio sólo había llamado a su primo para que lo recogiera. Él mismo que para su mala suerte no había llegado hasta ahora.
- Hey, ¿no eres-
- No, no soy.
Dijo algo cortante aquel chico de ojo alargados. No necesitaba justamente que en ese segundo lo reconozca todo el mundo, y menos esos dioses y esos humanos que se mantenían en grupos distintos.
- Claro que lo eres
Insistió.
- Que no.
- Que sí, tú eres el hijo de la diosa bonita. Puedo reconocer esa belleza por todos lados. Vamos, déjame ser tu guía pequeño Dios~
《Pero que humano para más pesado》- pensó gruñendo por dentro y mirándole mal por fuera con una mirada que a los segundos cambió a una inocente.
- Oh~ claro, ¿me acompañarías?~
Susurró en su oído. Uno de los hijos de los tres Dioses más poderosos a lo lejos chasqueó la lengua para segundos después ponerse su casco de invisibilidad apareciendo así delante de éste sin que nadie se dé cuenta, para poder jalar a aquel humano bajo tierra como un juego de niños, además, para poder mostrarle así que no se metía con alguien se su familia y de su propiedad.
- ¿Desapreció?
Preguntó el hermoso chico, más al ver por todos lados solo encontró la llave que el hermano poseía, frente a él.
- Bueno, mejor para mí
Pronunció para poder caminar con una sonrisa hacia su primer día de clases, sin esperar al hijo de Hades, seguido de todos los demás hijos que iban detras de él. Por otro lado, en cambio de su persona, Minho se encontraba hostigando a aquel humano lo más que podía mientras sus ojos se volvían blanco y las almas se acercaban al contrario de forma lenta y delicadamente. Pero claro, el mayor no quería matar a ese mortal tonto y pervertido, por lo que solamente estaba jugando con su mente, haciendo realidad sus miedo más profundos en una ilusión. Más a pesar de ello, y aún siendo un juego, aquello le divertía. Le agradaba y no se quejaba de poder hacerlo muchas veces más.
- Piedad
Pidió el mortal.
- ¿Piedad?
Respondió mirándole con una ceja en alto, calmando sus poderes por un leve momento.
- Si, piedad. Vamos, déjame ir. Soy mortal, tengo necesidades. No quise faltar el respeto, pero no podría resistirme a tan hermoso ser. Pose-
Más cuando quiso terminar esa palabra el mayor sólo gruñó aún más chasqueando sus dedos, oyendo a los segundos un sonido delicado que luego cambió a ser grotesco, mostrando a un gran perro de tres cabezas al lado de él.
- ¿Cómo te atreves a pedir piedad mortal? Hablas de tal manera del hijo del Dios Ares y Afrodita y tienes el descaro de pedir piedad
Ríe sin gracias para tomar a Cerbero de la barbilla y hacerle leves caricias, cerrando los ojos hasta que en un momento los abre.
- Por favor piedad
- Mi pequeño y adorado humano, te haré el honor de ser su primera comida del día
Sonrió con malicia antes de hacer que su trabajo sea concretado, imparciendo terror y dolor en el contrario, oyendo sus gritos y sus súplicas hasta que no oye nada.
Su trabajo estaba concretado.
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OLIMPO CAÓTICO [Minjeong] [Editando]
FanfictionMinho, hijo de Perséfone y Hades. Jeongin, hijo de la más bella de todo el reino, Afrodita. Con su belleza y dulzura ataca a todo corazón a través de su rostro y elegancia; más cuando todos conocen su arrogante actitud, se alejan. Pero, ¿qué pasa si...