CAPÍTULO 6

82 10 2
                                    

Minutos después...

Prov. Jeongin

Oh, no, no, no, no, ¡No!

— ¿Acaso esto es un maldito plan tuyo?

Dije a penas llegué a ver a las dos familias juntas dirigiéndome hacia Afrodita, pues no era sospresa que a ella se le ocurra casarme con alguien, o que me busque al hombre más guapo de la tierra o a la mujer más exquisita entre los semidioses, como aquel chico del que se enamoró. Pues ella sólo quería ser la casamentera de mi vida, si eso le trae nietos hermosos que vuelvan locos a los Dioses del Olimpo.

¡Pero no! No quiero.

Y menos si mi tía Eris está parloteando sobre mí en todos lados.

"Ugh, odiosa persona"

Es lo que pensé, dejando que mis ojos que se volvían rojos yerban cómo más fuerza. Aún así, cuando una mano tocó mi brazo toda ira desapareció, justo antes de ver al gran Zeus mirándome con esos ojos de 'tío' que te dicen: 'no te molestes, los padres son así'.

Sin embargo, ¡¿no sé ha olvidado que fue él que dió a su hija al Dios de la muerte, osea a nuestro tío?!

¡Por un Hades! ¡Qué descaro!

Sin embargo... ¿creen que somos hijos de dioses que van a seguir la misma línea familiar que ellos para meterse con su propia familia?

Pues ¡Están equivocados!

Pero y si lo están...

¿Por qué rayos ahora estoy en medio del Olimpo por segunda vez, mientras- HAY UNA MALDITA CENA FAMILIAR!?

Ugh, me voy a volver loco.

Eso es lo que pensé, antes de sentir una mano tomando la mía bajo la mesa en un segundo en que estaba perdido en mis pensamientos, apagando mi furia. Sin embargo, cuando lo hizo, no pude saltar en mi propio sitio para voltear a verlo de golpe.

— ¿Qué?

Respondí de malas.

Aún si mi furia no estaba, aún pensaba que él era mi enemigo.

Pues siempre lo pensaba igualmente, mi padre me enseñó eso, es por eso que muchas veces termino haciendo huir a los demás. Por Afrodita, mi madre, mi instinto es embelesar a cada uno de los hombres o mujeres, pero cuando me aburro soy como Ares, capaz de echarlos a patadas o comenzar una guerra por nada.

En fin, soy yo mismo.

Una bomba de tiempo infernal que al parecer se casará con su primo. Esto no es lo que esperaba, pero...

Me gusta un poco Minho y la idea de ser rey del Inframundo, pues quién no. Aún así, no voy a ser como ellos. Me costó mucho hacer que alguien no se fijara en mí por lo que mi madre me ha dado, que casarme sería como asumir el destino al que tanto he huido.

"Perdón Minho", por eso me dije internamente. Pues esto es algo a lo que no me puedo evitar negar. Y si tengo que tratarte mal, creo que debo hacerlo...

Minho: Oh, yo... —suspiró mirándome, haciendo que mis ojos cambien a un rosa de sensualidad, o maldita sea él es caliente— ¿Jeongin, tus ojos... acaso?

— Suél-ta-me.

Oh maldita sea. Es por esto que no me gusta estar mucho tiempo cerca suyo, al menos no cuando estoy con mis padres y creo, que jamás.

Pero no, no usaré mis poderes con él.

Minho: Lo siento, sólo trataba de ser amable, pero si te molesta que sea así, yo puedo no tocarte...pero, quisiera hablar de lo que nuestros padres quieren que hagamos, si tú no quieres puedo-

Susurró como jamás se hubiese visto al hijo del dios del Inframundo. Tan dócil y enamorado. En ese momento mi corazón se oprimió, sin embargo, no pude callarme y volteé aún más con cara de pocos amigos, para en medio de aquella cena levantarme de golpe.

Y sé que no debí hacerlo, pero lo hice.

Y lo hice llamando la atención de nuestros padres y tíos.

"Jeongin, estás loco, estás loco, por favor siéntate", dijo mi razón, pero no le hice caso alguno.

— ¿Hablar? Dios, no quiero casarme con nadie y menos con alguien como tú, no quiero pasar mi vida para siempre en ese oscuro pantano, ¿me entendiste? ¡No quiero!

Sin embargo, cuando me fui y mi razón volvió a mí, todas las palabras volvieron a mi cabeza, haciendo que no pueda hacer nada más que correr hacia  donde pueda, sintiendo gotas encima de cabeza.

Todo hasta que volví a gritar.

— ¡Vete, vete ya Hyunjin, déjame en paz! ¡Déjenme solo!

Seungmin: Ves, te dije que era mala idea seguirlos —dijo un chico con alas en los pies, pero no le hice caso y silbé para llamar una nube y así viajar más rápido.

Y es que me sentía mal de haber hecho esto, pero no creo que Minho también quiera estar atado a una vida de dolor, dónde puede buscar a alguien que lo ame. No quiero que pase la misma vergüenza que he pasado todos estos miles de años, viviendo como hijo de alguien que fue infiel a su marido. Todo es horrible y no quiero que eso pase con él.

Nuestro matrimonio es un gran error.

OLIMPO CAÓTICO [Minjeong] [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora