Dos semanas después.
La fisioterapia por fin estaba dando resultados, pues el cuerpo de Victoria poco a poco comenzaba a responder a los estímulos. Sin embargo y por alguna razón ella se negaba a hablar a pesar de que Iván insistía de vez en cuando preguntándole sobre ella y si sabía algo de su abuela. Pues tal como la doctora Saadi lo había dicho, la abuela de Victoria iría a buscarla, pero esta nunca apareció.
Desde las gradas, Iván vio la frustración de la doctora. Al principio pensó que de verdad quería encontrar a la familia de Victoria por el simple hecho de ayudarla a mejora y saber que había pasado con ella. Entonces la doctora comenzó a intensificar las sesiones de Victoria, dejándola mucho peor que antes.
La terapia emocional hacia todo lo contrario que la fisioterapia e Iván ya no podía hacer de la vista gorda al ver que Victoria quedaba cada vez más devastada, quizás siendo la razón de su mutismo.
— ¡Hey! —exclamaron a sus espaldas, Iván miro sobre sus hombros y se obligó a ser amable con Katia, una de sus compañeras.
— Hey —respondió levantando su mano.
— Ayer te estuvimos esperando en aquel bar de la ciudad, ¿qué paso? —pregunto la chica de ojos marrones y sonrisa amplia.
— Trabajo —contesto Iván lo más amable que pudo—. Tengo una paciente de la zona C.
— ¡Ah! Dicen que son los más delicados, ¿verdad? —Iván asintió—. Pero deberías darte un momento para ti.
— Sí, bueno... —Iván rasco su nuca algo nervioso pensando cómo irse de ahí cuanto antes.
— ¿Qué te parece si esta noche, al terminar nuestro turno, salimos? —pregunto la chica algo sonrojada—. Solo tú y yo.
— Ah... no sé, tengo que cubrir a Erik —contesto Iván agobiado.
— Que pena —la chica bajo su mirada—. La verdad es que tenía algo que decirte.
— Pues... dilo ahora.
«Así podre largarme» Pensó Iván.
La chica parecía dudarlo por algunos segundos y la paciencia de Iván se estaba agotando, realmente no quería ser grosero pero, si no decía nada en el segundo siguiente se iría sin importar que.
— ¡Me gustas! —exclamo sonrojada e Iván solo se limitó a poner su cara de póker—. Ah... jaja... tu... me... gustas y pensaba si... si tu... querías salir... con...
— No —dicho eso Iván dio media vuelta y se fue.
Camino de regreso al hospital con las manos metidas en sus bolsillos, tocando la cajetilla de cigarros y pensando si tenía tiempo para fumar. No se dignó a mirar hacia atrás y fue a otra parte donde pudiese estar más tranquilo, pero al doblar a una esquina se encontró a Erik, su colega que al parecer sabía lo que ocurrió o lo estaba espiando.
— Que manera tan monumental de rechazar a una chica —dijo Erik aplaudiéndole a Iván y siguiéndolo.
— No estoy interesado —se encogió de hombros.
— ¡Vamos hombre! —bufo Erik palmeando el hombro de Iván—. En los años que has estado aquí no te conocemos ninguna novia y apuesto a que no estás casado. ¿O acaso eres gay?
— No soy gay —Iván puso los ojos en blanco fastidiado—. Solo... no quiero salir con Katia.
— ¿Hay alguien especial esperándote en casa? —insistió el otro chico.
— No.
— ¿Entonces?
Iván fulmino con la mirada a Erik, dándole a entender en silencio que dejara de preguntar. Afortunadamente el chico capto aquello y levanto sus manos en sinónimo de paz y de que lo dejaba tranquilo, yéndose inmediatamente de ahí. Dejando a Iván pensando que estaba pasando con él.
ESTÁS LEYENDO
Nightmare (Fény 3#)
VampiriHabía una vez una joven reina, nacida del deseo de una sombra, todos ustedes pensaran que tiene una vida feliz a lado de su rey y sus dos pequeños hijos, viviendo aventuras extraordinarias en el mundo paralelo de Fény, pero no es así. Primero creyó...