Begin - Capítulo 32

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Apretó los dientes que le castañeaban con frenesí e intento poner la mente en blanco para así poder soportar el frío. No funciono. Victoria espero de pie, rodeada de al menos veinte guardias del ejercito sombra y en medio de un terreno solitario y completamente cubierto de nieve. Los minutos se les hicieron horas y ella continuaba ahí parada, aun con las cadenas en sus tobillos y muñecas. La magia de sangre que habían utilizado los Vampir aun estaba en su sistema, por lo que no podía calentar su cuerpo con su propio fuego interno.

Pasados los minutos, en medio de aquel terreno solitario vio a una figura negra, acercándose a ella de forma lenta. Inmediatamente supo que era Iván y atrás de él unos cuatro caballos negros jalaban una enorme caja de hierro. Cuando estuvieron a una distancia que Victoria pudiese ver con claridad, supo que aquella caja era su celda.

Vio a su hermano con una aparente calma, pero a ella no la engañaba. Los ojos amatistas de Iván llameaban y su mandíbula estaba fuertemente apretada, si en algún momento él llegaba a golpearla, ella no se sorprendería. No obstante, su hermano solo hizo una señal con su cabeza a sus guardias. Ellos rápidamente se pusieron en acción y llevaron a Victoria rumbo a la caja de hierro.

Al ir a la parte trasera, la puerta se abrió, siendo lo suficientemente larga para fungir como una rampa por donde Victoria subió. En el interior, ella se sintió aun peor, pues estaba helado como si se tratase de un congelador, además de que en las orillas de la caja desprendía una luz morada. No supo para qué era aquello hasta que comenzó a sentir escozor en su piel y en sus ojos.

Repentinamente escucho a alguien más subir a la caja, se giro y vio a Iván frente a ella, con una pequeña caja de metal en sus manos, antes de hablar el rey sombra jugueteo unos segundos con el objeto en sus manos, luego miro a su hermana.

— Te metiste con el West equivocado —dijo apenas en un susurro lleno de ira—. Me traicionaste, sin importar que hiciera de todo para protegerte.

— Lo sé —dijo simplemente, no quería jugar con su hermano.

— Y aun así decidiste arriesgarte —sonrió de forma sarcástica.

— No voy a pedirte perdón, si eso es lo que quieres —dijo Victoria de forma sincera y manteniendo el control de todo lo que le provocaba aquella caja.

— Ya no quiero nada de ti —Iván la miro con desprecio—. Me has demostrado tu lado más vil, cruel, oscuro y realmente estúpido —Victoria sabía que su hermano quería provocarla, mas no iba a caer en el juego—. Bueno, ahora yo te voy a demostrar lo que es el verdadero infierno y me asegurare que no salgas de allí y tu vampiro no podrá hacer nada al respecto.

— Bien, estoy lista.

Aquella respuesta hizo enojar a Iván, de repente y con un movimiento rápido tomo a su hermana del cuello, proyectándola contra una de las paredes de la caja. Victoria no se movió para defenderse, se quedo quieta, mirando los ojos de su hermano. De repente sintió un pinchazo en su cuello y como un líquido comenzaba a recorrer su interior.

Iván se alejo de ella, dejándola caer en el suelo, mientras ella comenzaba a retorcerse del dolor. Aquello comenzaba a provocarle temblores incontrolables y sintió como si recibiera descargas en su cerebro. Enseguida una ansiedad y desesperación la embargaron, no sabía cómo controlar aquello, así que miro hacia la entrada. Iván ya estaba fuera de la caja, viéndola con una sonrisa siniestra, después la puerta simplemente se cerró.

El viaje duro todo un día. Los soldados sombra que custodiaban a Victoria llegaron a la entrada de un túnel bajo una monumental montaña desértica, como todo el lugar. Ahí los esperaba un grupo de diez hombres corpulentos vestidos de cuero negro y gabardinas del mismo color. Estaban armados hasta los dientes y detuvieron a las sombras para inspeccionar la caja.

Nightmare (Fény 3#)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora