Por más que lo evites, siempre terminas envuelta en cualquier tipo de problema. Él, por más que lo evite, siempre terminará envuelto en cualquier tipo de tus problemas.
↛Los personajes no me pertenecen, créditos a la serie de manga/anime "Haikyu!!"...
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¿Alguna vez no han deseado desaparecer de la existencia..? ¿Incluso con tanto deseo que imploran al universo un día simplemente desaparecer y ya? Bueno, bienvenidos a mi vida. Me refiero, ¿qué tanto pasaría si un día simplemente ya no estuviera? No creo que hubiera mucho conflicto...
Caminé con desdén hacía la cancha de volleyball intentando mostrar confianza ocultando lo aterrada que me encontraba. Mis manos temblaban más conforme a cada paso que daba pero no encontraba escapatoria a este escenario. Las miradas de casi todos los jugadores se centraban en mi, sin la excepción de Atsumu carcajeándose por lo bajo, el sabía exactamente lo que iba a pasar a continuación. Di mis último pasos y me posicioné para hacer una colocación, justo como lo habría hecho algún jugador de volleyball... según yo. La realidad es que al no tener ni la más mínima idea de que hacer, mi postura era pésima, peor que la de un jugador principiante. Suspiré, dispuesta a arruinar toda la reputación que tenía en ese gimnasio... ni que fuera mucha a decir verdad.
-"Manager"- Resonó de repente por todo el gimnasio. Desvíe mi mirada de la pelota hacía el lugar de dónde había provenido esa voz, por un lado estaba agradecida con el universo por interrumpir mi muy posiblemente fallida colocación.
-"¿Dónde está mi botella de agua? No la encuentro..."- Preguntó la última persona que habría esperado... Suna Rintaro. Suna se encontraba solo en una banca al otro extremo del gimnasio.
-"Oh- ¡Lo siento, lo había olvidado!"- Exclamé con vergüenza y solté la pelota al suela mientras me apresuraba a entregarle su botella.
-"Que aburrido~"- Atsumu entonó mientras recargaba sus manos detrás de su cuello. -"Esto solo significa que yo gano, ahora te llevo un punto de ventaja ___-chan"- Atsumu explicó con una sonrisa ladina, añadiendo un honorífico a mi nombre intentando molestarme. Yo solo me inmuté a dedicarle una mirada seria frunciendo mi ceño, que ocasionó que Atsumu reventara en carcajadas. Afortunadamente su orgullo no duró más de 15 segundos ya que inmediatamente llegó Kita a regañarlo.
Me acerqué a Suna rápidamente y le entregué su botella de agua.
-"¡Perdona! Se me había pasado"- Admití mirándolo a la cara con un gesto de disculpas.
-"No importa, gracias"- Me respondió asintiendo con la cabeza dándome a entender que no había problema, yo simplemente sonreí y quedé un par de segundos esperando a ver si necesitaba algo más. Al no obtener respuesta estaba dispuesta a irme hasta que Suna se levantó de la banca y se inclinó hacía mi oreja.
-"Me debes una, te he salvado esta vez"- Susurró en mi oído ocasionando que un escalofrío recorriera por todo mi cuerpo. Me quedé estática unos segundos sin poder procesar lo que estaba sucediendo, mientras Suna recuperaba su compostura y veía como seguía caminando como si nada hubiera pasado.
