¡Sean bienvenid@s! Pueden pedir la situación que deseen y yo les haré felices con mis escritos.
Solo tienen que cumplir unas sencillas reglas ♡
ーProhibido +18.
ーHETEROSEXUAL.
ーHagan los pedidos con amabilidad y respeto y disculpen si tardo mucho.
ー...
—Temas sensibles: bullying, suicidio, autolesiones, etc.
—Siento que me quedó algo dramático. Una disculpa.
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Solo podía soñar con ese escenario una y otra vez: una biblioteca destrozada, un cuerpo sin vida desplomado y un frasco de veneno con su líquido derramado después de caer al suelo.
¿Quizás esto era una señal? ¿Una advertencia?
No lo sabía, pero tenía que descubrir de qué se trataba. Así que yo misma decidí ir hacia ese sueño tan repetitivo y aterrador.
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Una vez más desperté sobresaltada por ese terrible sueño que se repetía una y otra vez en mi subconsciente, cada noche.
Me asomé a la ventana, estaba lloviendo con tanta fuerza que si salía ahora era seguro que cogería un terrible resfriado.
Pero no había otra opción.
Era hora de desenmascarar esta pesadilla.
Agarré un chubasquero y salí de mi hogar con la determinación en mis ojos y las llaves del coche en mis temblorosas manos.
Ni siquiera me había molestado en cambiarme de ropa y salí con un pijama para nada abrigado.
Las calles estaban desiertas y oscuras, el repiqueteo de la lluvia era lo único que podía acompañarme en estos momentos. Cada cierto tiempo limpiaba el cristal de las gotas que caían e impedían mi campo de visión.
Conocía esa biblioteca, estaba en el centro de la ciudad, no tardaría mucho en llegar. Era hora de aceptar mi destino.
El sonido del teléfono me hizo apartar la vista de la carretera para centrarme en el aparato —que había colocado en el asiento del copiloto— y tomarlo rápidamente, sin prestar atención en quien llamaba a estas horas de la noche.
—¿Dónde estás?—Reconocí su ronca y cansada voz al instante.
Yeonjun seguramente estaba cansado de mis paranoias. Me había dicho que no le prestara atención y que en algún momento dejaré de pensar en ese horripilante sueño.