¡Sean bienvenid@s! Pueden pedir la situación que deseen y yo les haré felices con mis escritos.
Solo tienen que cumplir unas sencillas reglas ♡
ーProhibido +18.
ーHETEROSEXUAL.
ーHagan los pedidos con amabilidad y respeto y disculpen si tardo mucho.
ー...
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Sus ojos se abrieron con pereza, forzando su vista al mirar en la oscuridad. Encontró el teléfono y entró en pánico al ver tanta luz, dañando sus ojos. Después bajó la intensidad y analizó la hora.
00:01 del día 5 de febrero.
Sonrió con ternura a la pantalla por la fecha especial. Giró su cuerpo para admirar a su acompañante.
Taehyun se veía muy tierno al dormir. El chico solía dormir con los ojos medio abiertos, un detalle que algunos de sus amigos decían que era aterrador. Pero Jaerin sentía ternura, a ella le parecía un chico precioso y sus ojos eran bonitos y expresivos, viéndolos medio abiertos le recordaba a un pequeño niño.
Sintió aún más ternura al ver su boca entreabierta, inspirando y espirando por ella, escuchando pequeños suspiros de su parte. Sus ojos brillaban de admiración, cada minuto que pasaba, Taehyun le parecía más precioso.
El rubio cerró la boca y arrugó los ojos al cerrarlos con fuerza. Abrió sus ojos poco a poco hasta ver a la menor con una diminuta sonrisa admirándolo.
—¿Qué hora es?—Susurró, con la voz ronca del sueño.
—Las doce.—Asintió procesando lo que dijo la menor.—Feliz cumpleaños.—Taehyun la miró tratando de procesar las palabras dichas y después sonrió con esa bonita sonrisa con colmillos que tenía.
—Que meticulosa.—Dijo risueño.—Gracias.
—Que conste que no estaba despierta esperando esta hora. Fue casualidad.—Remarcó ella. El chico carcajeó en bajo.
—Está bien, haré como que te creo.—Jaerin hizo un chasquido y golpeó levemente su brazo. Taehyun volvió a reír.
Los ojos del rubio brillan con admiración y continúa con su risueña sonrisa. Extendió los brazos, queriendo tomar a la pelinegra.
—Ven aquí.—Rodeó sus hombros y la atrajo a su pecho en un cálido abrazo. Taehyun apoyó el mentón en la cabeza de la menor y cerró los ojos, respirando con tranquilidad.
Jaerin rodeó su cintura de manera lenta, todavía en shook. Apoyó su mejilla en el pecho del chico, sintiendo la tranquilidad al escuchar los latidos de su corazón.
En pocos minutos, ambos cayeron dormidos, sintiendo la paz al estar en los brazos del otro.
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