Dangerous Love ||Draco Malfoy

Capítulo 19

-¿Elena cómo supiste que estabas enamorada de Dean?- Elena dejó de beber su té y miró a su hermana con una sonrisa.

-No lo sé, no sé si me di cuenta... solo pasó-

-Pero... me refiero a ¿Cómo supiste qué era él a quien querías?-

-Pues, bueno... cuando estaba con él sentía que el tiempo pasaba volando, nunca era suficiente, los dos queríamos más. Recuerdo que hace un tiempo, antes de que Dean me pidiera matrimonio, él iba a dejar el pueblo, se iría a otro país, en busca de mejores negocios, en cuanto supe eso, yo estaba segura de que no podía vivir más sin él. Si Dean me hubiera  dicho que me fuera con él del país, lo habría hecho, porque no había nada más en el mundo que yo quisiera más que estar con él- Elena tenía una hermosa sonrisa de oreja a oreja -así que apresuramos el matrimonio, sabíamos que queríamos estar juntos, por eso nos casamos de inmediato-

-Entonces si sientes que estás dispuesta a todo... incluso a romper las reglas ¿quiere decir que estas enamorada?-

-Creo que él amor es algo que nos hace ser muy imprudentes, a veces no nos importa hacer cosas que no deberíamos cuando estamos enamorados. Pero el corazón quiere lo que quiere, querida-

-¿Y crees que el matrimonio es algo necesario para hacer solido aquel sentimiento? Me refiero a si crees que es necesario estar casada para mostrar lo mucho que quieres a esa persona-

-Pues claro, Hermione. ¿De qué otra forma vas a disfrutar de tu pareja por completo si no están casados?- Elena decía aquello como si de tomar té se tratara -se que quizás te mueres por estar con Theo en formas más... físicas, es normal. Pero debes sin duda esperar a que estén casados. No vayas a ser tan tonta de entregarte a él antes de la boda, Hermione- la castaña se desinfló como globo, ella estaba tratando de averiguar si estaba o no enamorandose de Draco mientras que todo ese tiempo Elena estaba hablando de Theo.

-¿Crees que es malo tener relaciones antes del matrimonio?- Elena abrió los ojos como platos.

-¡Por supuesto Hermione! No vas a decirme que ya lo has hecho con Theo ¿verdad?- Elena parecía estar en shock.

-No, claro que no-

-Pues espero que sea verdad. Muchos hombres solo quieren robarte tu virtud y después te dejan ¿te imaginas lo horrible que debe ser eso? Te quedas sin futuro... sin oportunidad de casarte- Hermione ya no escuchó nada más, no pudo estar más agradecida cuando su hermana se fue por fin.

En su cabeza iban y venían ideas de todo lo que su hermana le había dicho. Era abrumador ver a Draco a los ojos, o solo verlo por ahí, su corazón se derretía y no había momento en que no quisiera estar entre sus brazos. ¿Significaba eso que estaba enamorada o solo era que estaba volviendose loca?

Estaba agradecida de tener a Ginny como algo más que una empleada, quizás era casi una amiga. Gracias a ella se enteraba de todo lo que pasaba entre el personal, y aunque no quería admitirlo, estaba felíz de saber que Draco había hecho a un lado a Pansy de su vida. No sabía si podría soportar verlo ya con alguien más.

Faltaba solo un día para su cumpleaños y Draco había prometido que harían algo, pero él solo iba y venía lleno de trabajo y reuniones, que ni hubo tiempo de tener planes. Alice estaba felíz organizando una pequeña reunión a la que solo invitaría a Luna y Elena, entre más pequeño mejor, tampoco dejaba de hablar de una gran sorpresa que tenía para ese día y Hermione no pudo imaginar que era, ya que en cumpleaños anteriores siempre había recibido cosas pequeñas, ya que no había tanto dinero, pero ahora que Alice era la señora Malfoy seguro podía darse el lujo de regalar algo diferente y por eso estaba tan emocionada.
De mala gana esa misma tarde se hizo la prueba del vestido de novia, para ver algunos detalles finales. Eso la puso tan irritada que la emoción por su propio cumpleaños desapareció mientras la costurera hablaba. Al parecer en el pueblo todos hablaban de la boda y de lo caro que el vestido era. Cada doncella envidiaba a las Granger a ese punto, la madre se había casado con el hombre más rico del lugar: Lucius, Elena se casó con otro hombre rico: Dean, y Hermione iba a tener al tan codiciado Theo. Theo podría no ser tan rico como los demás, pero era tan guapo que todas alucinaban con ser su esposa. La costurera incluso había mencionado que las muchachas se estaban preocupando porque los solteros ricos se estaban acabando, entre ellos quedaba Draco, que era tan codiciado como Theo, aunque el rumor corría que era un joven al que no le interesaba casarse, y lo grosero que era en ocaciones no ilusionaba mucho a los padres de las jovenes que querían casarse con él.
Hermione no podía creer que muchas personas lo vieran como un joven mal criado y altanero cuando ella solo veía a un sol de persona.

Al regresar a su habitación, le emocionó encontrar la puerta semi abierta, sabía que cuando la encontraba así, Draco estaba esperando ahí. Y no se equivocaba, ahí estaba él, de espaldas a la puerta viendo por la ventana. Se giró inmediatamente al escuchar que la puerta se cerraba. La castaña corrió y se lanzó a sus brazos.

-Te extrañe hoy- dijo ella de puntitas para alcanzar los labios de Draco.

-También te extrañé cariño- sus manos la tomaron de la cintura para acercarla más y besarla en los labios -¿Estas lista?-

-¿Lista para qué?-

-Tengo una sorpresa para ti- el rostro de Hermione se iluminó.

-Aún no es mi cumpleaños-

-No, amor. Pero mañana todo el mundo no va a dejarte en paz- el corazón de Hermione revoloteo al escuchar como la había llamado.

-¿Cuál es la sorpresa?- preguntó ella casi brincando de emoción.

-Me temo que tendrás que caminar para conocerla- Hermione ladeo la cabeza.

-¿A donde?-

-Ya verás. ¿Estás lista?-

-Si- Draco sonrió.

Los dos caminaron fuera de la casa en dirección al bosque, era de noche, pero todos en la casa seguían despiertos. Quizás era demasiado arriesgado hacer aquello bajo las narices de su madre, pero no le importó, siguió a Draco sin soltar su mano en ningún momento.
Mientras más caminaban, Hermione más conocía aquél camino, por un segundo pensó que iban a a quel lugar que tanto les gustaba, pero cuando pasaron de largo se quedó sin ideas.

-¿A donde vamos?- preguntó impaciente.

-Tranquila, ya verás- Hermione se quedó con la boca cerrada por otro largo rato. En cuestión de 20 minutos de seguir caminando, a lo lejos se veía una casa en medio de un camino. Era grande para ser una casa, pero muy pequeña para ser una mansión, su jardín parecía descuidado y no había ninguna casa cerca, la más próxima estaba a una distancia considerable.
-¿Qué es este lugar?-

-Es la casa de mi madre, de la que te había hablado- Hermione se giró a él con los ojos muy abiertos.

-¡La casa de tu madre!-

-Si- dijo él mirando frente a él la puerta -creo que tu y yo nos merecemos un momento para los dos. A solas. Sin miedo a que nos escuchen hablar, sin tener que estar tirados en el pasto con frío. Pensé que éste es el lugar perfecto- Hermione sonrió con ternura y los ojos cristalinos. El rubio introdujo una llave dorada por la puerta y dejó entrar a Hermione al calido interior.