A Hermione se le había hecho el corazón trizas. Nunca jamás había sentido tanto dolor, se sentía enferma, usada y asqueada de lo estupida que había sido. Ella misma estaba sorprendida de lo mucho que aguantó en no dejar salir sus lágrimas. No podía dejar que nadie la viera así.
Theo se había ido esa tarde sin enterarse de nada. La boda seguía en pie para todos, así era como debía ser.
Sabía que no podía quedarse en la mansión ese día, Draco entraría a buscarla en cuanto todos se fueran a dormir. Por un momento pensó que quizás no haría eso, ya había conseguido acostarse con ella y seguro que ya no le serviría. Pero aún así, corrió escaleras arriba por un poco de ropa y le pidió a Elena ni podía quedarse en su casa unos días. Elena no entendía nada pero accedió de todos modos.
Draco bajó de prisa cuando notó que ella se iba, pero era demasiado tarde. El carruaje ya estaba en marcha y no quedaba nada que hacer.En casa de Elena, Hermione se encerró de inmediato en la habitación que le habían dado, duró solo dos segundos más sin poder controlar las lágrimas. Hacía tanto que no lloraba con tantas ganas, le dolía, de verdad le dolía. En su cuello aún llevaba en collar de rubíes, brillando contra su piel, quería arrancarlo, quería lanzarlo lejos, pero quería conservar aquello como prueba de que todo lo que había vivido con Draco era real. Se metió en su bañera, quien sabe cuanto pasó metida ahí, pero quería asegurarse de borrar los besos y las manos de Draco de su piel. Estaba ya tan irritada de pasar una y otra vez la esponja por todo su cuerpo.
Esa noche no pudo dormir, se torturó ella misma con el mismo pensamiento mil veces, era su castigo por haber confiado en él a ciegas. A la mañana siguiente no pudo levantarse a desayunar, ni a comer o cenar. No tenía ganas de nada y no tenía porque agobiar a los demás con sus problemas.
Otro día más había pasado y Elena empezaba a preocuparse, pero Hermione no le abrió la puerta, quería estar sola. Ese día tampoco comió nada, su cabeza le dolía, pero no importaba, se lo había ganado.-Hermione, tienes que comer querida- dijo Elena al tercer día, o cuarto... ya no llevaba las cuentas.
-Hermione, Draco te ha venido a buscar tres veces ya, dice que es importante- ella no contestó.
-Tu prometido está aquí- dijo Elena un día después.
-Abre querida, por favor- esa vez era Theo.
-¿Por que no vienes luego, Theo? Esta muy cansada- dijo Elena y todo volvió a estar en silencio.
De nuevo pasaron otros días, quien sabe cuantos, pero el hambre la estaba matando y no podía moverse. Elena estaba harta de lo que estaba haciendo Hermione y llegó con una llave para entrar, la encontró tendida en la cama llorando. Por primera vez se comportó como una hermana y la tomó entre sus brazos, sin preguntar nada, solo quería calmar el dolor de su hermanita.
Esa vez accedió a comer un poco, pero se negó a recibir cualquier visita que llegara por ella. Aunque Elena empezaba a impacientarse dejó a Hermione con su dolor, lo que sea que le había pasado la tenía destrozada y quería darle su espacio.
Al cabo de unos días más, Hermione supo que Elena saldría de viaje y no podía seguir quedándose más en su casa, así que empezó a hacerse la idea de que tenía que aprender a no llorar y tragarse su dolor porque no quería regresar ahí y que todos la vieran tan rota.
Le daba miedo ver a Draco, que sus excusas fueran tan buenas como para hacerla caer de nuevo, pero se negó a eso. Ella era fuerte y no había razón para creer en el nunca jamás. Se miró al espejo por primera vez en muchos días, tenía unas ojeras muy marcadas y sus labios estaban secos, su cabello estaba lejos de ir bien peinado y lo peor de todo era que había bajado de peso demasiado rápido.
Con todas sus fuerzas del mundo salió de casa de Elena y subió al carruaje de regreso a la mansión Malfoy. Tomaba aire cada 5 segundos para controlar sus temblores.
Al entrar al salón, se sintió bastante bien al ver a su madre y no llorar, sabía que tenía que hacer.-Madre, necesito que apresuremos todo, la boda... quiero casarme ya- los ojos de Alice se iluminaron al oír aquello, pero el corazón de Hermione dio un vuelco cuando lo vio parado en las escaleras. Se veía tan mal como ella, parecía que no había dormido nada y su cabello iba más despeinado de lo normal. En cuanto Alice se fue él aprovechó para acercarse.
-Hermione, tenemos que hablar- dijo para que nadie más lo oyera.
-Yo no tengo nada que hablar contigo- dijo ella con desprecio. Draco tragó saliva con fuerza pero no se quedó ahí parado, la tomó del brazo y la llevo con él al despacho -¡sueltame!-
-Tenemos que hablar, no te voy a dejar ir hasta que me escuches- cerró la puerta detrás de él y se giró a ella con los ojos inyectados en sangre.
-¡Dejame salir!- la tomó de la cara y la obligó a mirarlo.
-¡No! Me vas a oír primero- Hermione quiso empujarlo pero él tomo sus muñecas -Hermione yo se que lo que viste parece no tener explicación, pero no es como crees-
-No quiero escucharte, por favor sueltame- ella se negaba a mirarlo mientras dejaba ir algunas lágrimas.
-Ese día yo estaba en el despacho, me fuí porque no quería verte en los brazos de Theodore... Pansy, ella se metió al despacho sin que yo se lo pidiera y llegó a rogarme que volviera a estar con ella- Hermione sollozaba -desde que estamos juntos tu y yo no he tenido nada que ver con nadie mas y ella me buscaba, la alejé tanto como pude pero justo ese día ella me besó, yo no quería, sabes que te quiero a ti. No le correspondí el beso, Hermione estaba a punto de quitarla cuando entraste-
-Si, todo eso suena como una buena mentira. No te creo nada- Draco tiró de ella para tenerla mas cerca.
-Es la verdad y lo sabes Hermione. Por favor no nos hagas esto- Hermione cerró los ojos cuando sintió la cara de Draco tan cerca -no después de lo que hemos vivido, no puedes dejarme así-
-¡Eso hubieras pensado antes de jugar comigo!-
-¡YO NO JUGUÉ CONTIGO!- dijo zarandeandola.
-¡ESTABAS METIENDOTE CON ESA MIENTRAS ESTABAS CONMIGO- lloró ella -ya obtuviste lo que querías, ya dejame en paz-
-Yo te quiero a ti, no me hagas esto Hermione- a Draco tambien se le querían escapar unas lágrimas -te necesito-
-Tu no me quieres. Si me quisieras no me hubieras hecho eso-
-Deja de hablar así, tienes que creerme. Amor por favor...-
-¡No me llames así! ¡no tienes derecho!- esta ves logró soltarse de él y lo apuntó con su dedo -voy a casarme y te pido que te alejes de mi-
-¿Casarte? ¡tu no vas a casarte con él!-
-¡Si, si que lo haré! Y tu no puedes hacer nada para detenerlo- Draco retrocedió con los ojos rojos. Le dolía verla tan enojada y destrozada -no te quiero cerca, quiero que me dejes en paz- se quedó mirandola por un rato hasta que entendió que la había perdido, entonces salió de la habitación dejandola sola.

ESTÁS LEYENDO
Dangerous Love ||Draco Malfoy
Fanfiction"Eres mía, cariño. Y vas a sentirte mía por el resto de tu vida" ⚠️ESTA HISTORIA TIENE CONTENIDO ADULTO, SI NO TE GUSTAN ESAS ESCENAS, POR FAVOR NO LEAS.⚠️