Capítulo 2

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Hermione no podía seguir retrasando bajar al salón para reunirse con su madre, su hermana y los Malfoy, bajó las escaleras tratando de caminar derecha ya que el corset no la dejaba respirar correctamente.
Unos murmullos se escuchaban en aquella salita, pero todo lo que ella podía pensar era en que quería que los invitados se fueran ya, no quería pasar toda la cena incomoda.
5 miradas se volvieron hacía ella cuando entró en la habitación, su madre de inmediato se puso de pie con una enorme sonrisa.

-Señor Malfoy, está es mi hija, Hermione. Es la más joven- el imponente hombre rubio tomó la mano de Hermione y ella se forzó a hacer una pequeña reverencia al ver la mirada de su madre.
-Hermione, estos son el señor Lucius Malfoy- señaló al hombre -y su hijo, Draco-
Hermione posó su mirada en aquellos ojos grises que también la veían a ella, una corriente de electricidad recorrió su espalda, aquel joven era muy guapo, y su elegante traje lo hacía lucir imponente, sin más ella se inclinó en forma de saludo al igual que él. En su dedo destacaba un brillante anillo de plata que tenía una serpiente de ojos verdes.

-Tiene usted unas hijas muy hermosas- comentó el señor Malfoy y Elena, que estaba junto a su prometido, se reía educadamente.

Mientras Lucius Malfoy hablaba, todos parecían escuchar y a veces reian, a Hermione le costaba concentrarse en lo que sea que estaba diciendo porque sentía que se asfixiaba en su asiento, no solo por el maldito vestido, al otro lado de la habitación unos ojos grises la observaban muy atentos.
De vez en cuando ella también lo observaba, la verdad es que nunca se había sentido tan nerviosa cerca de ningún chico, pero este parecía que la quería matar con la mirada.

-¿Por qué no pasamos al comedor?- dijo Alice, la madre de Hermione y Elena.
-¡Hermione! Lleva a los caballeros al comedor, anda- Hermione se puso de pie y les indicó por donde seguir, se sentía incomoda de solo ver la cara de aquellos hombres, ambos caminaron detrás de ella, al llegar al comedor, Hermione se giró y se encontró de pie a Draco Malfoy esperando que le indicara donde sentarse. Era mucho mas alto que ella, y desde su posición ella se sintió pequeña.

-Por aquí- le dijo señalando un lugar en la mesa.
Cuando todos estaban sentados en su lugar, la tensión pareció irse de la nada, quizás ella era la unica que lo sentía, porque los demás parecían muy calmados. Dean Thomas, el prometido de Elena discutía con el señor Malfoy sobre algo que los hacía reír mucho, Alice parecía inquieta mientras trataba de hacer que aquella cena funcionara, después de todo quería impresionar a su futuro esposo.
Aquello era tan raro, era una cena de compromiso, su madre iba a casarse con Lucius Malfoy y ahora vivirían en aquella enorme mansión, con su extraño hijo Draco. Aquello le puso los pelos de punta a la castaña. Tal como decía Elena, si ella hubiese aceptado a Theodore Nott como esposo, no tendría que vivir por mucho en la mansión con los Malfoy. Pero ella no podía casarse así sin más, Theo podría ser el sueño de todas las doncellas del pueblo, pero para ella era solo un hombre, nada especial, no le hacía sentir nada.

-¿Verdad Hermione?- Hermione no había escuchado nada, estaba ocupada pensando.

-¿Perdón?- su madre abrió los ojos como platos regañandola.

-Que estas muy feliz por tu compromiso, con Theo- dijo Elena.

-Ah... no, yo...- su madre la miraba furiosa, no quería nada de jueguitos durante la cena.
-Es que las cosas van algo lentas- dijo sonriendo a nadie en especial.

-No veo porque van lentas- hablo Lucius -eres una joven hermosa, no se que espera Nott para pedir tu mano- Hermione veía de reojo la mirada curiosa de Draco.

-Es que no hace mucho que nos conocemos, si me voy a casar con alguien quiero saber como es esa persona antes de dar el si-

-Querida, tendrás mucho tiempo para conocerlo en el matrimonio- Hermione sonrió sin saber que responder.
-mientras ustedes se deciden, claro que eres bienvenida a mi casa, ahora también será hogar de tu madre y tuyo- Lucius tomó por primera vez la mano de Alice y esta sonrió nerviosa.

-¿Y tu, Draco? ¿piensas casarte pronto?- preguntó Dean, el prometido de Elena.

-No, de momento me encuentro aprendiendo de los negocios de mi padre y no tengo cabeza para eso- Hermione quedó pasmada escuchandolo hablar.

-Claro, claro. No hay prisa- respondió Dean -Tienes toda una vida para eso-

-¿Cómo es qué él tiene una vida para eso y yo debo casarme inmediatamente?- soltó Hermione. Su madre no podía de la colera, todos la veían sorprendidos.

-Él es un hombre, querida. Escogerá esposa cuando le parezca. Tu como la dama que eres debes de esperar que un hombre te elija inmediatamente, la belleza no es eterna- contestó Lucius.

-Eso no parece muy justo ¿no cree?- Draco parecía fascinado con aquella interacción entre su padre y Hermione.
-Alguien va a "elegirme" como si fuese un pedazo de tela o algo así, pero ustedes hombres pueden "escoger" a la tela más bonita que vean-

-¡Hermione!- regañó su madre.

-El hombre es la cabeza de una familia, es de esa manera señorita, y ya que el hombre va a mantener en pie a esa familia tiene derecho a escoger a la mujer que quiera, siempre ha sido así- esta vez Lucius estaba un poco mas serio.
-Y si fueses más lista, ya le habrías dicho a Nott que si, con esa boca que tienes quien sabe si alguien te quiera después- Hermione quería replicar, gritarle mil palabrotas, pero su madre jamás se lo perdonaría, así que guardó silencio durante el resto de la cena.
En el momento en el que los Malfoy anunciaron que se iban, fue musica para sus oidos, no quería seguir un segundo más en esa situación.

En cuanto Alice cerró la puerta, se giró a su hija con el dedo en el aire.
-¡Como te atreves a hacer eso!- Elena salió a despedir a su prometido, así que nadie podía defenderla esta vez.
-¡Mira que contestarle así a Lucius!-

-No dije nada malo, solo era lo que pensaba-

-¡Pues no lo vuelvas a hacer! Eso pudo haberme costado mi compromiso- Hermione veía como su madre se ponía roja de coraje.

-Si lo perdias entonces no era para ti- su madre se paró en seco.

-¿Tu creés que esto es un juego? ¡si no me caso con él las dos quedaremos en la calle!-

-Mamá...-

-No, callate. ¿Tu creés que yo quiero un nuevo matrimonio? Esto lo hago porque tu no quieres casarte con Theo- la mujer parecía muy molesta, casi se le salían las lágrimas.

-No puedes obligarme-

-¡ESO ES LO QUE ESTOY HACIENDO!- explotó finalmente -No te estoy obligando, por eso yo voy a casarme, para que tu no te sientas obligada a hacerlo- la puerta se abrió dejando ver a Elena, Hermione ya no pudo decir nada pues su madre se fue de prisa a su habitación.

-Yo no queria hacerla sentir mal- dijo dejandose caer al sofá.

-Hermione, tienes que aprender a mantener la boca cerrada, mamá está haciendo esto para que tu tengas más tiempo de pensar en tu matrimonio- Elena siempre había sido como su madre, correcta y la dama apropiada para cualquier hombre, Hermione por otro lado vivía en su propio mundo, no quería conformarse con cualquiera.

-No creo que sea necesario que se case con Malfoy ¿viste a su hijo? Los dos parecen no se...-

-Pues te vas a tener que acostumbrar, desde ahora Draco va a ser como tu hermano- Hermione se quedó en silencio en el salón.
Draco Malfoy, aquel con la mirada fría iba a ser su hermano, no... aquello sería muy raro.

Dangerous Love ||Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora