Los siguientes días fueron una tortura para Hermione. Los preparativos de la boda ya habían iniciado y esta vez sentia todo el estrés sobre ella. La boda estaba pasando y no había nada que hacer para detenerlo. Cada noche era una tortura, estaba sola en la oscuridad llorando al pensar en lo mucho que odiaba la idea de casarse.
Cuando las cartas llegaban, siempre habían al menos 2 de Theo y no se había dignado a contestar ninguna, no tenía el valor ni las ganas de hacerlo.
Su hermana Elena iba y venía con bocetos del posible vestido de novia, Hermione había dicho que si a uno cualquiera ya que no estaba poniendo atención. Draco se había dejado ver muy pocas veces esos días, lo cual agradecía, no quería lidiar con eso. Se lo encontraba solo en la cena, pero la mesa estaba llena y así no había problema porque Lucius no dejaba de hablar ni un segundo.
Esa noche tenía los ojos inchados y rojos de tanto llorar, no había forma de bajar a cenar de esa manera, todos iban a ver que algo andaba mal. Al menos dos sirvientas llegaron a avisar que su madre la buscaba y como no hizo caso a ni ninguna, la última vez había enviado a Draco por ella. Verlo en su puerta no le hacía ninguna gracia, era demasiado tentador tenerlo cerca y se había prometido no volver a estar a solar con él, no podía seguir siendo tan tonta.En cuanto el rubio la vio, se le borro aquella sonrisa que tenía en la cara y caminó hasta quedarse sentado en la cama.
-¿Estás bien?- parecía preocupado.
-Solo quiero estar sola- Draco asintió.
-Se que estás pasando por mucho estrés y me gustaría ayudarte- dijo con un tono comprensivo.
-Draco tu y yo no podemos...-
-Ya lo sé. Solo quiero animarte-
-No hay nada que puedas hacer- Draco asintió de nuevo mientras caminaba a la salida.
-Descansa, le diré a tu madre que estabas dormida y no bajaras a cenar- Hermione sintio que aquel era un diferente Draco, este se mostraba calmado y comprensivo, no estaba comportandose como normalmente lo hacía, con su arrogancia y sus descaradas de faltarle al respeto.
Otros días más bastaron para colmar su paciencia. No le cabía bocado, al finalizar una de las cenas se sintió tan mal que corrió a devolver la comida. Alice y Lucius creían que le había caído mal el pollo, pero Draco parecía ser el único que notaba que en realidad era la tensión.
Por la mañana bajo la puerta estaba una nota:Te he dicho de mil maneras que debes relajarte. Te espero hoy a las 10 am frente al lago, tienes que pasar tiempo lejos de esta jaula o vas a romperte en pedazos pronto.
No faltes,
Draco.Hermione dobló la carta y la dejó debajo de su almohada. Aquello no podía ser nada bueno, no iría a ningún lado con Malfoy, ya no podía seguir siendo tan imprudente y engañando a Theo así.
Estaba dispuesta a ignorar aquel recado, pero al llegar al salón por la mañana se encontró a su madre con la señora Nott hablando de los preparativos y de cómo ambas ansiaban tener nietos pronto. No podía pasar un segundo con esas mujeres sin echarse a llorar.
Por muy malo que fuera, no se pudo resistir, a las 10 en punto apareció en el lago frente a la casa, Draco ya estaba esperando por ella.-Creí que no ibas a venir- dijo arrojando su cigarro al suelo.
-Yo también creí eso- Draco sonrió con los ojos entrecerrados por la luz del sol -aquí me tienes Malfoy ¿qué se supone que querías?-
-Vamos- dijo caminando en dirección al bosque
-¿Qué? ¿a donde?-
-¿No pensabas que ibamos a quedarnos aquí verdad? Te escribí que debes salir de aquí aunque sea por un rato. Vamos- Hermione negó mientras veía a la casa y luego a él.
-No, si sospechan que nos fuimos...-
-Nadie se va a dar cuenta- Hermione se mordió el labio -y no te va a pasar nada, tranquila-
-¿Me prometes que será rapido?-
-Tardará lo que tu quieras- esta vez Hermione se armó de valor y caminó hasta alcanzar a Draco, menos mal que ese día llevaba botas de piel y no tacones.
Draco guardó silencio todo el camino, de no ser por le ruido de la naturaleza el silencio los habría ahogado.
Estaba muy satisfecha consigo misma por aguantar dicha caminata, le gustaba bastante caminar y aunque no llevaban mucho en el camino, el suelo estaba lleno de rocas que los alentaban bastante.
-Ya casi llegamos- Hermione se sorprendió cuando Draco se giró a ella, la tomó de la cintura y la cargó para ayudarla a bajar una roca.-Gracias- dijo y siguieron caminando. Después de un rato Hermione ya se había inpacientado al no ver un fin a aquella excursion -¿Qué se supone que estamos haciendo?-
-Quiero que veas un lugar- el rubio movió unas cuantas ramas del suelo y señalo al frente -ya llegamos- Hermione se quedó pasmada ante tal escenario. Era una parte escondida del bosque llena de flores de diferentes colores, el verde del cesped brillaba y formaba diferentes caminos que conducían hacia un pequeño arroyo.
El ruido del agua corriendo servía como calmante y sobre ellos estaba el cielo despejado. Las mariposas revoloteaban de rosa en rosa, y lo mejor de todo era el aire tan limpio que se respiraba.-¡Dios! Este lugar es hermoso- Draco se encogió de hombros.
-Supuse que te gustaría-
-No es posible que algo así exista- la falda de su vestido movía las flores a su caminar, llenando el dobladillo con rocío.
-Es demasiado hermoso--Es una tortura llegar, pero creo que vale la pena- Hermione sonrió.
-Lo vale- la expresión de Draco cambio cuando vio como ella giraba animada mirando al cielo -quisiera quedarme aquí para siempre-
-Quizás deberías hacerlo- Durante un rato se maravilló con todos los tipos de flores del lugar, a veces pasaban algunos conejos que le daban un aspecto de cuento al sitio. Tanta fue la libertad que se respiraba ahí, que se quitó sus botas para andar por ahí descalza. Draco se había sentado sobre el cesped para ver todo desde ahí, decidió no interrumpir en la felicidad de la castaña, tenía que dejar que se deshiciera de su estrés. Hermione pasó horas y horas recolectando flores y contando mariposas, tal como una niña pequeña, en ocaciones miraba a Draco y lo encontraba sonriendo.
Ella se veía tan... inocente, como si fuese de papel y en cualquier momento fuera a romperse de tantos brincos que daba.-¿Sabes?- dijo Hermione -estar aquí se siente igual que cuando bebí alcohol aquel día- soltó una risita. Ambos miraron al cielo, seguro que habían pasado varias horas y si no regresaban iban a darse cuenta de que se habían ido.
-Tenemos que regresar- dijo Draco y la sonrisa de Hermione desapareció.
-Lo se- tomo uno de sus zapatos, luego el otro y antes de que pudiera tomar las cintas, Draco tiró de su pie y empezó a amarrar las agujetas. Aquello hizo que la castaña se estremeciera.
-Quisiera poder quedarme más- dijo mientras dejaba que Draco le pusiera los zapatos.-¿Qué te parece si venimos de nuevo mañana?- ofreció él. De nuevo el rostro de la chica se iluminó, pero de la nada cayó en cuenta. No debía estar a solas con el hombre al que había besado a escondidas de todos.
-Draco no es correcto que...-
-Te prometo que no volveré a acercarme así a ti, no de esa manera que tanto te molesta. Solo vamos a venir a que pases un rato- Hermione se lo pensó un rato.
-Esta bien- los dos sonrieron.
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Dangerous Love ||Draco Malfoy
Fanfiction"Eres mía, cariño. Y vas a sentirte mía por el resto de tu vida" ⚠️ESTA HISTORIA TIENE CONTENIDO ADULTO, SI NO TE GUSTAN ESAS ESCENAS, POR FAVOR NO LEAS.⚠️