Podrido🥀; la Rosa marchitó.

Nadie en casa.

—Será rápido.—Quejó casi en grito mientras metía en una simple maleta de mano negra unas pocas prendas.

Tenía en su teléfono la dirección y una copia de la credencial de identificación Mexicana de ella pero más importante era su foto, con eso le es suficiente para empacar.

—¿Y qué coño piensas decir llegando al puto departamento de Isabel, gilipollas? ¿Cómo mierda crees que la harás regresar? No estás usando la puta cabeza. Ella o su madre o su hermana te ven te van a mandar a tomar por culo ¿No entiendes?

Jack la ignoraba mientras continuaba sacando ropa de los cajones haciéndolas bulto perdiendo el doblado perfecto que aprendió cuando era un joven militar. Sacó el arma que tenía escondida y la guardó dentro de la cintura del pantalón en dirección a su espalda y seguía dando vueltas por el departamento.

Michelle le seguía a un paso fuerte del mismo enojo haciendo que sus tacones sonaran por todo el departamento.

—Jack escúchame aunque sea una puta vez, yo no te di esa información para que vayas como idiota a México y por si no lo recuerdas tenemos mucho trabajo que hacer aquí en el CNI, te estás convirtiendo en una vergüenza para Volkov, Freddy-

—Volkov.—Interrumpió haciéndole recordar su coraje de traición.

Por lo mismo ni ha tenido tiempo de pasar por comisaría o al menos intercambiar palabras con él.

Sacó su teléfono buscando el contacto del mismo mencionado.

Siempre tan servicial.
Ni se imaginará qué sucederá, sólo duda que sea parte de esto pero quiere conocer su versión.

Salió de la conversación apreciando por unos segundos sus demás contactos.

Al último tiene unas inmensas ganas de enviar más mensajes pero se limitó por orgullo... O eso parece, en sus registros hay más de 39 llamadas perdidas que ella jamás verá.

Dejó el teléfono de regreso a la bolsa de su pantalón y cerró la maleta mirando por última vez a Michelle señalando a Ivadog.

—Te lo encargo.