ten: Honeymoon

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Ojos que se pierden en los míos, una sonrisa que se pierde en su boca

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Ojos que se pierden en los míos, una sonrisa que se pierde en su boca. Aquí está el retrato sin retoques del hombre al que pertenezco.

Denki hacía pinceladas suaves pero firmes en aquel lienzo, grabando de manera artística la figura de su esposo. Retrataba su figura, admirando de esta, agradeciendo el haberse conocido y que su amor hubiese permanecido intacto durante tanto tiempo.

—Nunca me dijiste que dibujabas —confesó Hitoshi.

—No te muevas —ordenó en un murmuro—. Quería sorprenderte algún día con mis técnicas artísticas —dijo con gracia.

—Definitivamente me sorprendiste —afirmó con una ligera sonrisa el de ojos nocturnos.

Aquella pareja soltaba amor puro, y parecía que el cariño que esparcían contagiaban a la pequeña cantidad de parisinos que caminaban al frente de aquella pareja.

—¿Sabes que nos están mirado, cierto? 

El rubio despegó el pincel del lienzo y sus ojos por igual, dirigiendo su vista al peli lavanda.

—¿Crees que eso me importa, Toshi? —Cuestionó. —Lo único que me importa ahora somos nosotros... en especial tú —soltó sin pena alguna sin notar el rojo efervescente en las mejillas del contrario.

 en especial tú —soltó sin pena alguna sin notar el rojo efervescente en las mejillas del contrario

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Cuando me toma entre sus brazos y me habla en voz baja, veo la vida en rosa. Me dice palabras de amor y eso me hace sentir algo. Entró en mi corazón una rebanada de felicidad y conozco la causa.

Un cielo tintado de oscuro acompañado de estrellas cubría a la pareja, una brisa gélida los abrazaba provocando que se estrecharan aún más en los brazos del otro. Hitoshi susurraba palabras que provocaban que el corazón del rubio sintiera una agradable sensación de calidez.

Lo mismo por el lado del peli lavanda quien susurraba las palabras que su corazón indicaba, palabras cargadas de pureza, amor y confianza. Palabras susurradas de manera tan delicada que hacía estremecer al de ojos dorados.

El ambiente puro que los rodeaba estaba a la par de la luz que le brindaba la enorme torre frente; la Torre Eiffel. Ambos podían sentirse como en cuento de hadas, en el cual ellos protagonizaban la historia... sentían al vida color de rosa.

No había algo que disturbara la paz que sentían ambos en ese momento. Sentían una felicidad que no habían sentido antes, al menos no de esa clase. Lo que si tenían por seguro, era que su amor perduraría mucho tiempo... más de lo que se imaginan.

Él es para mi y yo para él en la vida

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Él es para mi y yo para él en la vida. Me lo dijo, lo juró por la vida... y, en cuanto lo percibo entonces siento en mi; mi corazón latir. Noches de amor, que no llegan a un final, una gran felicidad que se asienta. Los problemas y las penas se borran. Feliz... feliz a morir.

El silencio dominaba la habitación en la que dos cuerpos descansaban sin preocupación alguna, hasta que el rubio despertó de un sobresalto despertando a Hitoshi por aquella acción.

—¿Denki, qué te ocurre? —preguntó somnoliento colocando su fría mano en la espalda del contrario, percatándose de la tembladera en esta —¿Denki..? —murmuró y decidió abrazarlo al darse cuenta que no respondía —Hey... todo está bien, estás aquí... estoy aquí —susurró en un intento de calmar a su esposo.

El de orbes dorado reaccionó ante aquellas palabras, correspondiendo de manera inmediata al abrazo, sollozando de manera bastante audible; preocupando aún más a Hitoshi.

—Denki... ¿Qué...–

—Promete que te quedarás conmigo... por favor —murmuró apretando aún más su cuerpo al de Hitoshi.

El de ojos Alejandría suspiró y acarició la espalda del rubio. —Prometo permanecer contigo hasta mi último suspiro.

Permanecieron así durante minutos, apreciando la presencia del otro.

—¿Sabes? Cuando estoy contigo veo la vida en rosa, como si no hubiera problema alguno cuando estamos juntos

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—¿Sabes? Cuando estoy contigo veo la vida en rosa, como si no hubiera problema alguno cuando estamos juntos. —confesó con una sonrisa.

—Lo mismo me ocurre contigo, pero quiero dormir —dijo en respuesta, abrazando al hombre sobre él.

—Yo también quiero dormir... descansa, toshi —Depositó un beso en los labios del adulto de tez pálida.

—Te amo demasiado, Denki. —susurró antes de caer en el mundo onírico.

No homo bro ─ ShinKami 【BNHA】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora