Dioses del Olimpo

verdades

-william!, petter es mi hermano mayor!- el hombre arrodillado ahi, frente a ella, estaba boquiabierto por lo que su amor no correspondido le decia- cuando yo era pequeña, el se fue de la casa tambien siendo casi un niño

-perdona alice, me deje llevar por mis celos y te lastime- ella solo lo obserbava no sabia que responder o hacer- dame una oportunidad- la agarro de las manos y se las llevo a su boca para darle besos a monton

-solo una oportunidad, por favor, te prometo que te are feliz, por favor... sin ti me siento vacio, me siento un monstruo sin vida-se paro sin dejarla responder a sus suplicas- dejame probar esos labios otra vez-toco por segundos mi boca con uno de sus dedos y con ellos a continuación recorrio mis hombros con sus manos poco a poco haciendome que me estremeciera.- dejame sentirte, estar cerca de tu cuerpo, dejame amarte, provocarte, conocerte- senti unos brazos rodearme y jalarme hacia el, era notorio que era un hombre, un hombre que no pasaba desapercibido
- lo siento william, pero ella no ara eso- perseo me beso la mejilla- asi que por favor no la vuelvas a tocar de esa manera, me incomoda
- ¿que? - solo dijo sorprendido y confuso
-acepte ser la amante de perseo- senti mi cara roja al decir aquello y ver como humillaba y destrozaba el corazon a william
-No.- grito el oji azul muy autoritario- ella "no" te pertenece; yo se que ella me quiere, lo eh notado cuando me veia con Eriz, o tambien por que me ve de esa forma tan maravillosa
- que te de importancia significa que es amable y sensible,no necesariamente significa que "te quiere"- sonrio
-ya callate!- se le hecho a perseo como un animal e hizo que los dos cayeran al duro y frio piso, era impactante ya que william traia una furia que se notaba, pero perseo al estar peleando se notaba relajado y no dejaba una sonrisa sinica de superioridad
-ya basta los dos!- senti un escalofrio recorrer todo mi cuerpo y al apuntarle salio un tipo de destello dorado y los golpio de tal modo que en el impacto se soltaron
-mierda Alice!-grito- podrias guardarte los trucos de magia por favor- despues de un momento, se silencio el cuarto y junto con ello, senti las miradas de aquellos hombres
- creo que somos lo suficientemente maduros como para dejar de peleear; deberiamos de buscar otra solucion mas efectiva- menciono sabio el mayor de los tres
-¿y que propones?- pregunto william
-propongo algo simple, que alice escoga- los dos me miraron a los ojos y sentia que esas miradas me quemaban el intenso mar de los ojos de william y el oscuro universo de los ojos de perseo, lo unico que me quedo hacer fue correr como una cobarde no tenia el valor para destruir el corazon de uno de los dos, asi que me fui de ahi, claro no a mi cuarto, mas bien a los lugares mas solitarios de la mansion.
Esta es como un laberinto, puedes de una habitacion entrar a otra o simplemente te encuenteas donde mismo y yo subi al ultimo piso , al que dionicio dijo que jamas fuera por que era el lugar mas confuso de nuestro hogar;

entre a una de las puertas.
A la de el fondo y encontre una habitación un poco desgastada, en la cual habia una mesa para tomar el te, una chimenea, una alfombra que protegia todo el piso y muchos estantes de libros, todos eras opacos exepto uno de ellos, uno inmenso y dorado, me gusto mucho como resaltava, asi que fui por el sin antes asegurarme antes de cerrar la puerta.
Era grande y dorado, no tenia un titulo y eso me dio mas curiosidad, asi que lo abri.