Dioses del Olimpo

Desventajas II

llegamos a nuestro dulce hogar y al entrar al recibidor vimos a los demás que estaban tirados en los sofás y petter a gusto en el piso de mármol

-y Alice?-la pregunta venia a mi directamente

-amm... se quedó en la ciudad - solo dije eso y este se sentó rápidamente

-dejaron a alice aya?!-parecía alterando- como se atrevieron a dejar a mi princesa sola?!-se paro- ire por ella

- mejor dejala aya, no es mucha la diferencia si ella no esta- petter fue y lo golpeo en la quijada, del chico que no pudo reaccionar

-mas respeto william, que si tu no vas aprendiendo yo te ire enseñando- petter parecía otra persona muy diferente, quien lo viera diría que era un pacifista pero agarrando al peli negro así dirían todo lo contrario

-no queremos una discusión verdad petter?- dionicio mantuvo su autoridad, y el rubio quito las manos de William

-lo siento- tomo las llaves y saco el teléfono, lo mas obvio era que le hiba hablarle a la rubia. Mire como estela hiba por las escaleras callada, no pude resistir y fui a ella, estaba muy extraña, no notaba mi presencia, espere a que tocara la manija se su puerta y la abrace por atrás dándole un beso en la mejilla

-hola linda- la baje sin una respuesta de mi pelicastaña  

-que te pasa?, has estado muy extraña- le reclame

-no es nada, dejame sola- trato de abrir la puerta pero la detuve

- se que te pasa algo, es por lo de la mañana?-pregunte, ella solo me miro y sin decirme pasamos a su cuarto para tener mas privacidad

-no es eso, es como eres con las personas- se sentó en su cama y después se acuesta en ella con los brazos extendidos

-a que te refieres, soy malo o algo así?- dije confundido

-es eso!- me volteo a ver de golpe- tratas a las personas de la mejor manera y dejas que te pisoteen, odio que hagas eso, date a respetar! - me grito furiosa, no comprendía por que le enojaba eso, yo ya estaba acostumbrado, siempre me han tratado así, viví con mi abuela toda mi vida afuera de la ciudad por que hasta mis propios padres me tuvieron miedo, pero no me quejo, si no me hubieran dejado con esa dulce mujer jamas hubiera sido la persona que soy- por favor piensa lo que te dije y hablame hasta cuando puedas ver de lo que te estoy hablando- entendí perfectamente lo que dijo así que me retire de su alcoba y fui a la mía ahí me di una ducha y mientras el agua caía en mi espalda recordé las caras de terror de las personas por mi, llevaba tiempo sin asustar a alguien,  desde que llegue aquí para ser preciso, siempre me han odiado y todo por este estúpido "don" a veces preferiría ser normal, tal ve así me hubieran querido mis padres, hubiera tenido amigos y los que me conocieran no huirían de mi por saber lo que soy...un monstruo que daña todo a su alrededor

después de cambiarme salí con mi tristeza al pasillo, tenia ganas de recostarme en el pasto y ver la luna quien era mi única compañera fiel

- harry!- escuche una vos femenina a lo lejos

-has mejorado mucho grandulon!- me dijo alice alagandome mientras se acercaba rapidamente - ya puedes alcanzar mi gran fuerza- volteo para observarla mejor y ella me enseñaba sus diminutos músculos de los brazos y solo reí

- no te rías! - vino hacia mi haciendo un puchero de enojo y quedo abajo , mire hacia ella y desde mi altura se veía su escote, lo cual me puso nervioso y mejor voltee a otro lado

-oh por cierto Harry!- grito emocionada- te traje algo de la plaza, lo compre antes de que Petter llegara por mi- me agarro del brazo y me llevo a su cuarto-sientate- me ordeno y yo lo hice inmediatamente, ella miraba en sus cajones, ropa salia por todos lados y me daba risa, era muy energética

- es algo que cuando lo ví, dije "estos deben ser de Harry", solo que los guarde ahorita que llegue y no recuerdo- se para y va hacia el armario,  note su caminado y mire que traia unos pantalonsillos muy cortos y se veían sus piernas duras y torniadas, claro era bailarina, ahora que lo pienso nunca había visto detenidamente el cuerpo de una mujer.

el de Alice tenia que mencionar que era hermoso y mas con ese short y esa blusa de tirantes, su cabello bien cuidado parecía oro y su abdomen era plano, su cuerpo es fabuloso,que se sentiría tenerlo para mi ? pero que digo?  Estela es mi novia!

- miraaaaa!- giro y vino con una caja,  se sentó cruzando las piernas en el suelo y  boom otra vez su escote, debo admitir que tiene demasiado y ahora no tengo escapatoria para no poder verlo

- y bien?  abrelo!- parecía entusiasmada por que lo abriera, hice lo que me pidió y adentro tenia unos nudillos, esto me  hizo recordar lo que estaba pensando y volví a caer en la tristesa 

- están hechas del material mas resistente en el mundo, me dijeron que si se rompían me devolverían el dinero - sonrió- creo que así no te aras tanto daño, no crees?- me agarro los nudillos con delicadeza ya que los tenia rojos y dañados - que tal? te gustaron? - ella al parecer noto que algo no estaba bien y dejo de sonreír

- no te gustaron cierto...- se entristeció y vio la caja con el regalo

- no es eso, muchas gracias pero...este don solo trae infelicidad- ella se levanto y al parecer quería una explicación- hoy... antes de que llegaran,  yo solo mate al cíclope

- y que tiene?, eso es bueno!, el podía haber matado a alguien, nuestro trabajo es proteger a las personas- me trato de consolar

-lose, pero cuando volte a ver a las personas, ellos me temían...siempre me han temido, yo solo le hago daño a los demás- sentí sus suaves brazos rodeándome, hundi mi cabeza en ella y yo hice lo mismo, su cuerpo estaba muy serca del mio, y nuestros aromas se combinaban,  me separo un poco de ella y con sus dos manos me levanto la cabeza

-tu eres hermoso, tal y como eres, este don fue dado a ti por que el mismo Hércules sabia que eras digno de ella, yo en lo que llevo conociéndote jamas has lastimado a una persona inocente, al contrario has cuidado de todos y siempre tratas de ayudarnos hasta en la mas mínima cosa , eres de las personas mas amables, cariñosas, divertidas y alegres que eh conocido, los mortales solo nos temen por que no están acostumbrados a ver una persona con ese gran talento, es todo, pero eso a que seas malo es mucha la diferencia- sentí ganas de llorar, sus palabras eran dulces me hacían sentir feliz, las tristezas se habían ido igual que mi vos, mis brazos todavía rodeaban su cintura, sus manos todavía estaban en mi mejilla y nuestros ojos no se dejaban de mirar, la acerque mas a mi y ella cerraba los ojo al igual que yo, no puedo evitar esto, esta electricidad que recorre mi cuerpo, lo siento Estela pero ella trato de animarme y no se comporto como si no le importara, lo siento de nuevo Estela  pero la quiero hacer mia.

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No se, ustedes que opinan de esto?, en el siguiente capitulo le seguiré esta escena

los quiero besos

atte: Fernanda ❤❤❤