Silas Karlise (𝗠𝗮𝗿𝗮𝘁𝗼́𝗻 3/?)

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Silas sería el tipo de novio que. . .

. . . que solo dejaría que tu le dijeras "lechuga" o "lechuguita".

- ¡Lechuuuuuga! - gritó Audaz llegando al lado de Silas en el BC Sol, el peli-verde estaba sentado en una banca viendo el cielo aburrido.

- ¿Qué quieres, rubio? - preguntó con fastidio de haber sido interrumpido en su paz.

- Ah, nada. Solo venía a ver qué hacías. - contestó simple encogiéndose de hombros.

- Juro que en uno de estos días ya no voy a poder soportarlo, y lo voy a ahorcar.

- ¿Dijiste algo? - inocente el chiquillo.

- No. Nada. - volvió a cruzar sus brazos detrás de su nuca.

- Lechuga.

- No me digas así. - se quejó cerrando los ojos.

- ¿Por qué?

- Porque no.

- ¿Y por qué no?

- Porque no quiero.

- ¿Y por qué no quieres?

- Porque no quiero y ya.

Audaz resopló igualmente comenzando a aburrirse. Pero no quería volver, parecía que Tradd se andaba sobrecargando de enojo y en cualquier momento iba a explotar.

- ¿Y si alguien más viene y te dice "Lechuga"? - inquirió levantando una ceja curioso.

- Pues a ese alguien, iría y le partiría su. . .

- ¡Lechuguiiiiiitaaaa! - exclamaste saltando hacia su espalda.

Audaz veía con ojos de halcón la situación, esperando pacientemente a que te partiera tu. . .

- ¿Cómo estás? - te preguntó sonriente Silas sentándose en la banca nuevamente, y sentándote a ti en su regazo.

- Pues he estado algo ocupada los últimos días. Ya sabes, ser la asistente de Cristina es algo agotador. En especial con toda la pila de papeles que me encarga día a día.

- Debes estar cansada. . . - murmuró pensativo - ¿Qué te parece si en la tarde vamos a nuestro departamento a ver películas?

¿En serio? - lo viste sorprendida y alegre - Pero, los entrenamientos. . .

- Puedo venir el siguiente día temprano, eso no importa.

Tus ojos se cristalizaron un poco, y lo abrazaste por la nuca, escondiendo tu rostro entre el espacio del hombro y cuello - Muchas gracias, Lechuguita. Te amo mucho. - susurraste conmovida.

- También te amo. - dijo dejando un beso en tu cabellera.




































































- ¿Y yo estoy pintando o qué rayos? - se dijo a sí mismo Audaz del otro lado de la banca.

Silas Karlise UvU

Sam fuera.

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