-Zac el Alba-

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Zac sería el tipo de novio que...

A cada rato hablaría de lo fabuloso que es; y cuando ya te hartara, te escribiría una canción.

El día de hoy habías tenido mucho trabajo. Tu jefe te ordenó organizar una torre gigante de papeles en menos de dos horas, y tenías que ponerlos en su escritorio, o si no, estarías despedida. Te tardaste todo el día haciéndolo, y desafortunadamente, recibiste un sermón de parte de él, sin embargo no te despidió; eso sí, tendrías que quedarte hasta tarde los siguientes dos días. No comiste o desayunaste, por lo que estabas hambrienta. Esperabas sentada en una banca de un estadio a tu novio Zac.

Como ya se estaba tardando, recargaste tu cabeza en la parte trasera del respaldo y cerraste tus ojos lentamente. Sabías que si te quedabas de esa forma, caerías rendida en los brazos de Morfeo. Por lo que te enderezaste rápidamente y te pegaste levemente en las mejillas para mantenerte despierta.

—Hola mi titilante —oíste una voz a tu costado, y no hubo razón para voltear. Conocías perfectamente a quién le pertenecía.

—Hola Zac —dijiste volteando a verlo con una sonrisa leve en tu rostro.

—¿Nos vamos? —preguntó extendiendo su mano para que la tomaras.

—Claro —respondiste entusiasmada.

Entrelazaste ambas manos y te levantaste de tu anterior asiento. Comenzaron a caminar hacia un parque cerca de allí que la mayoría del tiempo estaba vacío, y de esa forma era mejor, ya que caminar con las fans de tu novio detrás de ustedes, no es la imagen de una cita que te gustaría tener.

Ibas balanceando despacio ambas manos hacia al frente y hacia atrás. Pero obviamente, Zac tenía que empezar a alardear sobre sus "grandes" hazañas.

—¿Recuerdas cuando ese tipo me retó a un duelo de canto? —rió a sí mismo—. La cara que tenía en su rostro al momento de que cantara como el dios Apolo —volvió a reír.

Tú solo rodaste los ojos.

—Sí, Zac. Sí recuerdo —comentaste cansada y algo irritada.

Siempre era así en sus citas o salidas. Al principio todo era perfecto, pero minutos después empezaba a presumir todo lo maravilloso que es. Y peor ahora que venías con el estrés del trabajo.

—¿O aquella vez que me retaron en el beyblade? —nuevamente esa risa—. No duró ni veinte segundos en la arena antes de que lo venciera con un final explosivo. Pobre titilante, creo que arruiné sus planes del futuro —negó divertido con la cabeza—. ¿Y esa vez que...? —lo interrumpiste.

—¡Zac! —gritaste irritada parando bruscamente tu andar y soltando tu mano de la de el.

—¿Ah? ¿Sucede algo, titilante? —preguntó confundido.

Suspiraste pesadamente y lo viste a los ojos— ¡Sí! Sucede que MI NOVIO, cada vez que salimos en una cita no hace otra cosa más que hablar y hablar sobre lo que a hecho; y me alegro mucho por ti, pero a veces, eso me empieza a molestar tanto que tengo ganas de gritar y sacar todo el aire en mis pulmones. ¿Sabes lo ajetreada que estuve el día de hoy en mi trabajo? No. ¿Por qué? Porque nunca me has preguntado cómo fue mi día en él o tan siquiera si me encontraba bien. Lo único que le preguntas es si recuerdo cosas sobre ti. "¿Recuerdas cuando hice esto? ¿O cuando hice aquello?" ¡Basta! Comienzo a pensar que no te importo. ¿Me preguntaste la vez pasada por qué cancele nuestra salida? Claro que no, ¿y sabes que? Cancelé porque estaba gravemente enferma. Por supuesto que no te importó porque ni siquiera me visitaste para ver si había algo mal. Akira, en cambio, se quedó dos días enteros cuidándome y trayéndome medicina y comida. ¿Y la vez que no pude asistir a tu concierto? Tampoco. Porque tuve un accidente automovilístico donde salí herida del brazo, pero no me llamaste. Ni un mensaje. Aunque Akira fue a verme y me llevó presentes. ¿Has pensado preguntarme al menos una vez como fue mi día? ¿O visitarme cuando no me presento contigo? No creo. Porque estás demasiado ocupado contándole al mundo lo "asombroso" que eres —espeté formando comillas con los dedos.

Zac solo pudo quedarse callado escuchándote cuando explotabas. No sabía que te sentías así. Y ahora se siente horrible. Culpable. Terrible. El peor novio del mundo.

—Yo... —empezó haciendo uso de toda su fuerza para no hacer notorio el nudo el su garganta—. No sabia que te sentías así titilante. Lo lamento mucho. Soy un horrible blader y cantante, y pésimo como novio —levantó su mirada dejándote ver sus ya visibles lágrimas —. Prometo mejorar _______________; prometo dejar mi ego de lado, prometo preguntarte cada día como te ha ido el el trabajo, prometo ir a visitarte todas las veces que no nos veamos a tu casa, prometo estar al pendiente de ti de ahora en más: porque eres lo más importante para mi. Tú eres la galaxia que ilumino, si tú no estuvieras, no podría iluminar a nadie —dijo causando que una lágrima traicionera rodara por su mejilla hasta su mentón y finalmente caer en sus prendas.

Por tu parte, relajaste tus extremidades y sonreíste débilmente. Te acercaste hasta quedar frente a él, y le diste un cálido abrazo. Él correspondió en seguida enrollando sus brazos detrás de tu espalda soltando otras lágrimas en tu hombro, ocasionando que éste se mojara un poco.

Solo te quedaste ahí brindándole palabras cálidas como: "Esta bien, no te preocupes.", "Lo lamento por hablarte de esa forma.", "Ya pasó todo, tranquilo." Todo esto mientras le dabas caricias a su hermoso cabello rubio suelto.

Después de unos minutos que fueron horas a tu parecer, se separó Zac y te miró a los ojos. Te brindó una sonrisa que gustosa le regresaste, y rápido te robó un beso de los labios.

— ¿Y eso? — preguntaste sonriendo.

— Me has dado una idea para una canción nueva. — respondió entrelazando de nuevo sus manos y continuando con su andar.

— Ah, ¿en serio? — preguntaste divertida siguiéndolo.

— Si, se trata sobre cómo una chica le reclama a su novio por qué no está al pendiente de ella, y de cómo se reconcilian ambos. — dijo viéndote sin detenerse.

— ¿Por qué me suena esa canción? — dijiste poniendo tu mano libre bajo tu mentón.

— Si, y es que mi linda, no. Mi hermosa novia me dió la idea acerca del tema de este nuevo hit. — dijo robándote otro beso de los labios.

— Aww. Te amo Zac. — dijiste poniendo tus brazos atrás de su cuello.

— Te amo más mi hermosa ___. — dijo dándote un beso apasionado acercándote más a él mediante tomando tu cintura.

Duraron unos minutos así juntos. Y cuando se quedaron sin oxígeno, se separaron para juntar ambas frentes.

— En serio lamento mucho todo lo que te hice sentir ___. — dijo con un evidente tono de preocupación.

— Tranquilo; solamente tenía que abrirte los ojos y ya. Eres el mejor novio del mundo, no lo dudes por nada Zac. — le aseguraste dándole un corto pero tierno beso en los labios.

— Bueno señorita ___, ¿le gustaría acompañarme a mi estudio a producir este nuevo tema? — empezó con sus juegos Zac.

— No lo sé señor Zac, ¿debería de ir con usted? — le seguiste el juego.

— Yo creo que sí, ya sabe, por cuestiones de seguridad. — dijo ofreciéndote su brazo.

— Entonces que así sea. — terminaste enrollando tu brazo con el de él.

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Dedicado a: Estefaniajiminbiased
Espero y haya sido de tu agrado.

Recuerden que pueden hacer sus pedidos libremente, yo con gusto les escribiré lo mejor que pueda.

Sam fuera.

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