Tipos de Novios Beyblade -PAUSADA-

Wakiya Murasaki (𝗠𝗮𝗿𝗮𝘁𝗼́𝗻 4/?)

Wakiya sería el tipo de novio que. . .

. . . subiría a un árbol a recuperar algo que fuera tuyo, así venciendo por unos segundos su miedo a las alturas.

- Hace tiempo que no salíamos en una cita así, ¿verdad? - dijiste feliz tomada de la mano de tu rubio favorito.

- Tienes razón. Con todo el asunto del equipo Bey, ya me es complicado salir con mi bella novia. - dejó un beso en tu nariz, haciéndote cosquillas.

Iban caminando por el parque tomados de la mano y platicando entre ustedes. En eso, algo llama tu atención.

- Oh, mira. - apuntaste a un señor que vendía algodones de azúcar - Vayamos por uno para mi hermano menor. Le encantan los algodones de azúcar, y le prometí que la siguiente vez que viera, le compraría uno.

- Bien, vayamos.

Cuando se aproximaron, el señor que los vendía, aproximadamente de 40 a 45 años le sonrió.

- Pero qué hermosa pareja son ustedes. - dijo haciéndote sonrojar.

- M-muchas gracias. - sonreíste al señor - ¿Podría darme uno, por favor? - pediste amable.

- Claro que sí. - te lo entregó y pagaste - Cuídense. Muchacho, - le habló a Wakiya que lo volteó a ver - cuida mucho de tu novia. Es una jovencita muy bonita y amable, seguramente ha de tener a muchos chicas tras suya. - sonriéndoles una última vez, se alejó.

- Qué señor tan agradable. - dijiste una vez retomaron la caminata.

- Pues en algo no se equivocó, y es que en tengo a la mejor novia del universo. - te sonrojaste ante lo dicho - ¿Ves? Te ves muy tierna sonrojada.

- Wakiya. . . - pero no te fijaste en que adelante había una roca y te tropezaste con ella, cayendo.

- ¡¿Estás bien?! - fue rápido en tu ayuda, te extendió una mano y tu la aceptaste gustosa.

- ¿Eh? ¿Y el algodón de azúcar? - preguntaste viendo a tus alrededores.

Tragó saliva - A-a-ahí está. . . - apuntó con su dedo tembloroso a las ramas de un árbol.

Y efectivamente, estaba el algodón sobre la rama más alta del árbol.

- Bien, solo debo trepar e ir por él.

Cuando intentaste dar un paso más, te tambaleaste por un dolor repentino en tu rodilla, pero pudiste sostenerte del cuerpo de Wakiya. . . porque su alma no estaba ahí.

- Ouch. . . - dijiste al ver el raspón en tu rodilla - Wakiya, no podré ir por el algodón, tú tendrás que. . . - te callaste al ver lo pálido que estaba - ¿Wakiya? Ah, ya entiendo. . . Le tiene miedo a las alturas.

- ¿N-no podemos comprar otro?

- No, el señor que los vendía ya se fue. Y no creo que haya un lugar cerca en el que vendan.

- P-p-ero. . .

- Mírame Wakiya. - lo tomaste del rostro girándolo para que te viera directamente a los ojos - Si yo pudiera hacerlo, créeme que lo haría. Pero estoy lastimada. Y tú, siendo el novio, tienes que apoyarme con eso, ¿de acuerdo?

Asintió lentamente - Tienes toda la razón. Tengo que actuar como un hombre en estas situaciones.

- Ese es el espíritu, Wakiya. - animaste apretando los puños hacia el aire.

- Bien.

Tembloroso se acercó al tronco del árbol y comenzó a treparlo lentamente. Hubo dos veces en las que se resbaló y casi le da un infarto del susto, pero lo animaste en seguir adelante. Una bolita de gente se había reunido a tus costados apoyando al rubio. Y cuando logró llegar a la rama más alta, lo aplaudieron en vítores.

- ¡Muy bien Wakiya! - felicitaste desde abajo.

Cuando se bajó del árbol (después de mucho apoyo y gritos de las personas), fue hacia ti y te entregó el algodón limpiando el sudor de su frente.

- Mi príncipe. . . - dijiste dramatizando el momento.

- La próxima vez, no te lastimes la rodilla. - te cargó como princesa y así fueron hasta su departamento para que te pudiera curar la herida.

Disfrútenlo. Como estoy haciendo el maratón, pueden hacer pedidos exclusivamente para el maratón. Solo será por el día de hoy, así que si han querido un pedido por mucho tiempo, escríbanlo en los comentarios. Los estaré subiendo ahorita mismo.

Sam fuera.