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-... ¿Demasiada?

- cómo no tienes idea

De hecho, si Gon no lo hubiera notado, Killua lo habría acorralarlo para poder morder y saborear esa exquisita sangre que ya lo tenía loco desde el desayuno.

A paso lento, el albino comenzó a cortar el poco espacio que había entre ellos.

- u–uhm... Amo Killua - suspiro al verse atrapado en aquella mirada contraria -

Su espalda chocó contra el estante de libros que anteriormente limpiaba.

- ¿Tienes miedo? Gon - ronroneo contra la rojita oreja contraria -

Un diminuto jadeo salió de sus labios al escucharle decir eso mientras sus ojos se cerraban con fuerza, estaba seguro de que ahora se encontraba dentro de la boca del lobo.

- n–no es eso - musitó débilmente - es solo... Que no estoy acostumbrado al poco espacio personal que tenemos

Killua lo miró sorprendido, ese mortal era muy peculiar en verdad.

- ya veo - murmuró para luego acercar su blanca mano al cuello acanelado contrario -

El cuerpo de Gon se estremeció ante el tierno tacto que le brindaba el de mayor estatura.

Los nervios no lo dejaban abrir los ojos para poder mirar lo que hacía Killua, sin embargo, no sentía miedo alguno.

- quedate quieto - demandó posando su otra mano en la cadera contraria -

Algo punzante se hizo presente en su cuello.

- N-ngh~ - su boca empezó a soltar débiles jadeos ante la nueva sensación que lo estaba azotando -

Y es que a diferencia de la primera vez, Gon no sentía dolor.

Obviamente el pinchazo no pasó desapercibido, pero luego de eso dejó de sentir incomodidad alguna para darle paso a una calidez extraña en su cuerpo y alma.

Por otro lado, el albino estaba maravillado con el delicioso sabor que desprendía la sangre del pequeño mortal, tanto así que sus colmillos estaban siendo muy cuidadosos de no dañar la suave piel contraria, dándole ligeras lamidas para mitigar el dolor.

- s–señ—Mmmhh~

El ambiente fue abrupta mente interrumpido por los fuertes golpeteos de la puerta haciendo que Gon abriera los ojos por fin.

- s–señor Killua - llamó para posar delicadamente sus manos en los hombros contrarios - la puerta

Sin embargo, el vampiro parecía no escucharlo.

Los golpeteos se hicieron más intensos provocando que Gon empezará a preocuparse.

- J–joven amo Killua... Por favor deténgase - pidio nuevamente tratando de alejarlo por los hombros sin ningún éxito alguno -

Bisky, quien estaba detrás de la entrada con una venita en la frente, pateó sin compasión la puerta.

- ¡¡Killua Zoldyck!! - regaño haciendo que el nombrado por fin se despegara del contrario - necesito a Gon en la cocina - al ver que los hombres del lugar de quedaron estáticos sin hacer nada, la rubia volvió a enfadarse - ¡que hacen ahí parados! ¡A TRABAJAR!

Tal cual entró, salió de un portazo dejándolos nuevamente solos.

- oh cielos... - rompió el silencio avergonzado - creo que ya debo irme

- así parece - contestó con molestia -

- bueno... Con su permiso

Pero antes de que Gon deshiciera el agarre, Killua recorrió el cuello contrario con su lengua para cerrar la herida sacándole un sonoro jadeo al menor.

- Te estaré esperando entonces Gon

- Te estaré esperando entonces Gon

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ᴍɪ ᴠᴀᴍᴘɪʀᴏ ɢᴀᴛᴜɴᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora