La Secta del Loto Demoniaco

Capítulo 3. Los clanes y sus herederos

La Campaña para derribar al Sol trajo muchas bajas al clan Gusu Lan y Hanguang-Jun se sentía culpable por pensar en las frivolidades. Al pasar por la biblioteca, su biblioteca, Lan Wangji se sentía tan melancólico. Sabía que el valor de los libros que se habían quemado no podría compararse con el valor de las vidas perdidas en la guerra contra los Wen.

Pero ahí seguía la tristeza. Su rostro podría no demostrarlo, pero Lan Xichen sabía que su hermano tenía pesar en su corazón y alma al ver perdida su amada biblioteca, su santuario. Se acercó a su hermano, quien estaba en el lugar recién reconstruido, tratando de restaurar los pocos libros que habían sobrevivido a las llamas.

- Wangji... - su hermano volteó a verlo e iba a levantarse, pero Xichen le detuvo con un gesto y una sonrisa – Tu trabajo reparando este lugar es muy bueno, los discípulos te han tomado como ejemplo y han ayudado sin descanso y a voluntad propia –

- Gracias, hermano –

- Me pregunto... tío cree que es conveniente reparar los lazos con otras sectas – Wangji le miró con curiosidad – Seré directo, Wangji. Eres la única persona en quien puedo confiar... - Lan Zhan se dio cuenta de que su hermano no solo se veía más cansado, también se veía mayor... se veía como un líder de secta – Él cree que debemos restaurar nuestras conexiones con los otros clanes, quiere que... aumentemos nuestras filas –

Wangji entendió entonces a que se refería. Los compromisos arreglados eran comunes entre sectas grandes y pequeñas, las que tenían la posibilidad de intercambiar recursos o poder por medio del matrimonio. Mas siempre consideró que se encontraba fuera de todo eso... la secta Lan siempre fue considerada próspera y rica en muchas cosas, pero ahora... de solo imaginar que él o su hermano debían sacrificarse para mejorar las relaciones de su secta le daba escalofríos.

- ¿Tío te ha obligado a buscar esposa, hermano? –

- Lo ha sugerido, sí – Xichen rio – Pero quiero que tú no le hagas caso –

Wangji le miró un poco sorprendido – ¿No deberíamos hacerlo por la secta? – él no entendía, podría sufrir por no casarse enamorado y estaba dispuesto a ello con tal de proteger a su familia - ¿Por qué me pides esto? –

- Porque yo haré todo lo que pidan los ancianos, me casaré con alguna cultivadora o alguna hija de líder para que ellos estén satisfechos, pero tú te casarás por amor –

Las palabras le tomaron por sorpresa. En su mente corría la opción de que su hermano hubiese descubierto la persona que invadía su corazón. Pero eso no podía ser, porque le regañaría por estar enamorado de un hombre. Se armó de valor y preguntó: - ¿Hermano mayor estaría conmigo? ¿Me case con quien me case? –

- Wangji... - la sonrisa de Lan Xichen era juguetona - ¿Hay alguien que ocupe tus pensamientos – desvió la mirada y asintió despacio, con algo de miedo – Si el amor es puro y sincero, si no es posesivo ni destructivo... ¿por qué no te apoyaría? –

- ¿Y si es un hom... -

Un discípulo entró a paso rápido a la biblioteca, interrumpiendo a los dos jades – Zewu-Jun, Hanguang-Jun – hizo una reverencia – El Gran Maestro Lan Qiren desea hablar con Hanguang-Jun – Wangji asintió y se despidió de su hermano. Terminaría de decirle sus sentimientos después de hablar con su tío.

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- La señorita Jiang debe estar cuidando a sus hermanos, por eso ha decidido tomar el liderazgo – Jin Guangshan se encontraba hablando con sus dos hijos – Pero todos sabemos que una mujer no debería estar al mando de una secta, mucho menos teniendo dos varones que podrían hacerlo –