Para mis queridas decepciones:

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En fin, que a este punto ya cansan las decepciones, joder. Uno podría decir que se acostumbra, pero la verdad es que el dolor sigue ahí y eso te va chupando la energía de una forma increíble. Y llega a un punto que, quieras que no, acabas cediendo y le dejas ganar. Entonces lo único que puedes hacer es decir "Vale, supongo que esto va a ser siempre así" y andar por la vida como un cadáver andante. La gente te pregunta "Pero ¿por qué eres tan pesimista?" Y piensas "No lo soy...¿no?" Dudas de ti mismo y ya no sabes en qué creer. Tú te sientes bien, pero por fuera no se ve así. Y es que es verdad, puede que te sientas bien, pero eso pasará y te darás cuenta que en el fondo estás hecho mierda. Ahí es cuando dices "Ya está, no voy a aguantar más esto." Y te empieza a dar igual todo lo que haga y diga la gente; y comienzas a pensar más en ti, a ser egoísta. Después, todos aquellos que te decepcionaron te dirán cosas como "Qué egoísta eres... ¿No puedes pensar un poquito más en los demás?... Solo piensas en ti..." Que tú te paras y piensas "¿Y por esta clase de persona me estaba yo angustiando?"

Cartas al UniversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora