The Walking Dead: Corazones Salvajes

Capitulo 20: Ignora...

Hola!!

Bien aqui nuevo capi, disculpen que no he subido antes, tengo a mi marido de vacaciones y mi tiempo esta dividido en hacer tramites y estar con mi marido...ni tiempo de escribir he tenido! Pero ahora ya estoy acomodando todo...

Bueno espero disfruten de este capitulo!

Gracias por leer, votar y comentar!!

Abrazos!!

Entre la oscuridad y el silencio fui arrastrada lejos de donde descansaba el grupo. Daryl tenía mi brazo aferrado entre su fuerte y áspera mano.

Con dificultad seguía sus pasos, tropezando torpemente con la escalera por la que descendíamos.

Cuando me estaba agotando de su trato, él se detuvo, observe alrededor, estábamos en el subsuelo del estacionamiento, que era utilizado como almacén. Varias cajas repletas de ropa, calzados, algunos muebles deteriorados, estaban cubriendo gran parte del lugar. En una esquina vi una pequeña cuna, era ideal para la pequeña Judith.

-Qué diablos hacías con el ruso?-Dixon me volteo bruscamente, no pude evitar sentir unas fuertes ganas de golpearlo, pero decidí contenerme.

-Acaso te importa? Es mi maldito problema lo que hacía con el ruso.-eleve la voz solo un poco, quería que supiera que no me intimidaba su forma de hablarme, o la manera en que me enfrentaba.

-Él es el enemigo, sabes lo que hace. Y a ti no te importa nada, no te importa coquetear con él a pesar de que puede matarnos a todos.-aquello me dolió, el que pensara eso de mi me afectaba. Sentía como mi pecho se contraía, como mis ojos se empezaban a humedecer, agradecía a la oscuridad del lugar, gracias a ello él no vería lo que me ocurría. Conteniendo el llanto en el pecho, respire profundo.

-Piensa lo que quieras, no me importa.-y sin decir más me aleje, quería alejarme lo más posible de Dixon. Subí las escaleras a zancadas, varias lagrimas recorrían mis mejillas, en cuanto llegue a donde estaban las tiendas me seque el rostro con las manos, y me dirigí a mi tienda para descansar. Cuando estaba por ingresar vi a Michonne acercarse, por su cara supe que noto mi malestar.

-Que ocurrió?-me sorprendí cuando me abrazo, ella jamás había tenido una muestra de afecto hacia mí, pero a diferencia de otros momentos en los que me habría alejado, ese abrazo lo necesitaba, necesitaba que alguien me contuviera.

Me rodeo con un brazo y me guió hasta su tienda, al entrar me dio un poco de agua para calmar mi llanto.

-Gracias.-susurre, ella asintió y cerro la botella que me había tendido.

-El ruso te hizo algo?-negué, quería contarle a alguien lo que me ocurría, pero no me encontraba en las condiciones de hacerlo.

-Realmente quiero descansar, prometo mañana contarte todo.-ella dudo, pero asintió.

-Quédate aquí en mi tienda, iré a la tuya.-me cubrí con una manta hasta la cabeza, intentando alejar toda realidad de mi, alejando de mi cabeza el rostro de Daryl cuando me acusaba de tener algo con el ruso. No entendía porque, pero dolía, dolía que él pensara que era una cualquiera, que ante una sonrisa y palabras lindas caía a los pies de cualquier hombre. No era así, era la chica más cerrada del mundo. Mi vida fue la que me hizo ser de ese modo, y odiaba que me molestara. Dixon no era nadie, apenas lo conocía, pero por una extraña razón me sentía pésimo.

Con el llanto contenido dentro de mi garganta, cerré fuerte los ojos, intentando ahogar mis sollozos contra la pequeña manta que hacía de almohada bajo mi cabeza.