The Walking Dead: Corazones Salvajes

4.7K 134 41
                                    

El mundo ya no es lo que era antes...El mundo que todos conocían termino, solo existe en nuestros recuerdos... Ahora todo es un infierno, donde debes matar para sobrevivir, donde tienes que huir de quienes quieren lastimarte y proteger a quienes tienes y lo poco que tienes.

Cuando todo comenzó mi vida no era nada fácil, siempre tuve que valerme sola, por lo que este "nuevo mundo" no me ha destrozado como quizás lo ha hecho con muchos.

Fui criada por mi tía, porque mi madre me abandono cuando apenas había nacido. Lo único de lo que esa mujer se hizo cargo fue de ponerme un nombre... Lourdes.

De mi padre nunca supe nada, no se como era ni como se llamaba, de mi madre solo había visto una simple foto, en donde pude ver que había heredado su negra cabellera y su delicado cuerpo. Sus ojos eran verdes, pero los míos eran casi negros así que eso debería de ser herencia de mi padre al igual que mi pálida piel.

Realmente nunca quise saber nada de ninguno de los dos, ellos me habían abandonado como si yo fuera un paquete sin importancia, y eso me había dolido todos estos años.

Mi tía, Carla, me dio todo lo que pudo darme para poder crecer. Vivimos en Argentina, mi país natal, hasta que cumplí los 12 años y nos mudamos a Estados Unidos, Tennessee. Pero la maldita desgracia golpeo mi puerta arrebatándome lo poco que tenia. Una noche de lluvia intensa mi tía me tuvo que llevar de urgencia al hospital por una fuerte pulmonía. La ruta estaba totalmente mojada e intransitable, y una niebla dejaba ver solo a unos metros. Todo paso muy rápido, unas luces venían de frente y luego un impacto. El auto comenzó a dar tumbos. A los minutos todo acabo y un silencio se hizo presente. Intente moverme pero el cinturón de seguridad se había trabado.

Mire hacia delante buscando a mi tía, ella estaba con la cabeza sobre el volante. Quise hablar pero mi garganta estaba cerrada y mi mente en shock.

Forcejee unos minutos, sin obtener resultado. Habíamos quedado en medio de la ruta, por lo que mi miedo era que un auto no nos viera a causa de la neblina y terminara con nuestras vidas. Mientras ese pensamiento cruzaba mi cabeza siento unas manos sacudiendo mis hombros. Al voltear vi a un hombre, tenia un corte en la frente por lo que supuse que era el conductor del otro vehiculo.

Con ayuda de un cuchillo me saco del auto, me llevo corriendo lejos de ahí. Le pedí por favor que volviera por mi tía, la había visto respirar por lo que supe que aun estaba con vida. Él me dejo a un lado de la banquina y corrió, pero antes de que pudiera siquiera acercarse el coche exploto.

Desde ese día viví en orfanatos. Algo que marco mi vida para siempre, yo lo veía como una prisión. Debías cuidar tus cosas pero sobre todo cuidarte las espaldas, porque los mayores eran muy crueles. En aquel lugar la pase verdaderamente mal, fui humillada y denigrada en todas las formas posibles. Hasta que aprendí a hacerme valer, aprendí a defenderme. Y al aprender a hacerme respetar ayudaba a otros chicos, no soportaba que lastimaran a los más pequeños. Y allí fue donde conocí a Andrew, él es como mi hermano menor. Es un chico muy simpático, de ojos celestes y un dorado cabello. Es solo dos años más chico que yo, y cuando cumplí la mayoría de edad me fui del orfanato prometiéndole que cuando él saliera me lo llevaría conmigo, porque él era mi hermano, sin lazos sanguíneos pero lo era.

Cuando todo esto comenzó yo solo tenia 20 años y Andrew recién había salido del orfanato por lo que estaba más que disgustado por no poder disfrutar el mundo como era.

Ya han pasado cuatro malditos años desde aquello. En el transcurso de todos estos años hemos estado en muchos grupos, los cuales fueron atacados por humanos o por esas cosas que solo quieren morderte para que luego te conviertas en uno de ellos.

Pero del ultimo grupo en el que estábamos habíamos huido, ellos no eran buenas personas, al decir verdad eran unos tipos desagradables. Estuvimos cerca de unos dos meses con ellos, pero cuando rompí una de sus malditas reglas intentaron matarme, por lo que huimos con Andrew en cuanto tuvimos la posibilidad. Ellos nos siguieron el rastro durante un largo tiempo, me hubiera gustado haberme enfrentado a ellos, pero nos habían quitado nuestras armas, por lo que estábamos desarmados y no podíamos enfrentarnos a ocho personas solo con nuestras buenas intenciones.

The Walking Dead: Corazones SalvajesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora