The Walking Dead: Corazones Salvajes

Capitulo 18: Descubriendo...

Hola!!

Bueno aqui nuevo capitulo!!

Conoceremos un poco mas de este extraño refugio! Espero les guste!!

Gracias por leer y no olviden dejar su estrellita y su comentario...ellos me hacen super feliz!!

Abrazos apretujados para todas!!!

La enfermería se encontraba a la entrada del refugio, apretando un trapo contra mi palma me dirigí allí. Las personas que merodeaban el lugar me miraban, susurraban cosas, no me agradaba que me miraran como si fuera un bicho raro.

-Disculpa a la gente de aquí Krasivvy Voin, no están acostumbrados a los extraños y al mundo del exterior.-reconocí su acento apenas hablo.

-Pues deberían, si este lugar cayera estarían desprotegidos, y todos los que se ríen ahora terminarían muertos.-era inútil proteger a la gente, debían saber como protegerse, como pelear contra un caminante.

-Intentaremos que eso no ocurra. Allí es la enfermería, ve a que te curen esa herida.-mire mi mano, la sangre comenzaba a manchar el trapo que llevaba en ella.

-Bien, gracias.-comencé a caminar, ansiosa por entrar y saber que ocurría en este lugar.

-De nada Krasivvy Voin.-detuve mi caminata, ya era la cuarta o quinta vez que me llamaba así, y era molesto el no saber que decía.

-Que diablos significa Krasivvy Voin?-pregunte volteándome, él sonrió y se acerco unos pasos hacia mi.

-Hermosa guerrera. Desde que te vi me pareciste una, y respeto a las guerreras.-asentí, y sin responder a su halago voltee y entre a la enfermería.

El lugar no era muy grande, pero sus pisos limpios, sus muebles ordenados, y la claridad que había allí, hacia que uno se quedara observando todo. Mirando los artefactos y utensilios que había me senté sobre una camilla, esperando que pronto apareciera alguien. A los minutos una de las puertas al final de un pequeño pasillo se abrió, saliendo de allí un conocida pequeña rubia con un ambo celeste, y una bandeja en sus manos.

-Hola, mi nombre es Beth, ven te curare esa mano.-no entendía porque hablaba así, pero luego me apunto hacia una de las puertas, al parecer había alguien que podía oírnos.

De un salto baje de la camilla y la seguí hasta un pequeño consultorio. Allí solo había un escritorio, una camilla y una mesa con gasas, y elementos de sutura. En cuanto cerró la puerta nos fundimos en un abrazo, sentía como sollozaba entre mis brazos.

-Tranquila.- palmee su espalda, dándole calma. Ella se alejo y rápidamente seco sus lágrimas.

-Como esta Maggie? Y Glenn? Judith y Carl están bien?-me reí por su nerviosismo, quería preguntar por todos a la vez.

-Si, están todos bien. Maggie seguro vendrá a verte en un rato. Ahora necesito que me expliques que ocurre aquí, Andy me dijo que había algo que debía explicarme.-sentía que nos habíamos metido en el lugar incorrecto.

-Siéntate, mientras curo tu herida te contare.-la seguí hasta la mesa donde estaban las cosas de sutura, me hizo sentar y quitando la tela de mi mano comenzó a hablar.-Cuando estuvimos en la iglesia fuimos atacados por un grupo.-la interrumpí.

-Si, eso lo se, Gabriel nos contó lo que paso.-no quería que hiciera tan largo el relato, no sabíamos cuando llegaría alguien a interrumpirnos.

-Cuando llegamos aquí fuimos admitidos por yo saber de algo de enfermería y Andy por ser hombre y fuerte. Luego de unos días descubrimos que hacen equipos de búsqueda para buscar gente débil para usarlas de carnada en las salidas a las ciudades.- aquello me dejo totalmente atónita, no podía creer lo que ese lugar hacia.- Pero eso no es todo, estando aquí descubrí algo mas.-cuando iba a pedirle que por favor continuara la puerta se abrió, entrando una mujer.